Algunas opiniones sobre su figura

?Casals no es s¨®lo el int¨¦rprete musical m¨¢s grande de su generaci¨®n de esa generaci¨®n que ha sido tambi¨¦n el ejemplo espiritual m¨¢s completo realizando, con la nobleza intransigente de un car¨¢cter que no se permite ning¨²n equ¨ªvoco ni concesi¨®n, el privilegio milagroso de esas dotes adivinatorias que le hacen penetrar -desde su adolescencia- y ante el asombro impregnado de una especie de indefinible respeta de los m¨²sicos de su edad en los m¨¢s profundos secretos de arte, e interpretar, con acentos de una elocuencia y una sensibilidad incomparables, las m¨¢s altas expresiones del pensamiento de los maestros.? (Alfred Cortot.)? El que no ha o¨ªdo a Pablo Casals no sabe cu¨¢l puede ser la sonoridad de un instrumento de arco. Esta s¨ªntesis de belleza material y de espiritualidad es ¨²nica.? (Wilhelm Furtwaengler.)

?El arte de Casals refleja realmente la arquitectura cl¨¢sica griega de la mejor ¨¦poca an¨¢lisis de la ejecuci¨®n por Casals de un gran obra ofrecer¨ªa las mismas proporciones que presenta el Parten¨®n.? (Dimitri Cassaretti.)

??Mi opini¨®n sobre Casals? Es un gran m¨²sico en todos los conceptos. Un violoncelista no igualado, un director de orquesta extraordinario, y un compositor que tiene algo que decir. He quedado profundamente impresionado por lo que he o¨ªdo de sus obras. Pero Casals es un m¨²sico tan grandioso porque tambi¨¦n es un hombre profundo.? (Albert Schweitzer.)

?Ciertamente no era necesario esperar mi voz para proclamar en Pablo Casals un grande un eminente artista ya que sobre este particular son un¨¢nimes las opiniones autorizadas. Sin embargo lo que yo admiro especialmente en ¨¦l es su firme actitud, no s¨®lo con relaci¨®n a los admiradores de su pueblo, sino tambi¨¦n con los oportunistas siempre dispuestos a pactar con el diablo. Pablo Casals ha sabido comprender con mucha clarividencia que el mundo corre un peligro mayor por parte de los que toleran el mal o lo alientan que de aquellos que lo cometen.? (Albert Einstein.)

??Qu¨¦ triunfo! ?Qu¨¦ estimulante satisfacci¨®n! En todo momento la fr¨¢gil especie de los hombres ha necesitado hombres que reivindicaran su honor. Este artista es uno de ellos de los que reivindican el honor de la humanidad. Reconozco con alegr¨ªa que su existencia constituye para m¨ª, como para otros miles de personas, un gran consuelo.? (Thomas Mann.)