M¨¢s derechos para el socio

El hecho de que se haya producido una tentativa abstencionista por parte de las pe?as atl¨¦ticas, ha puesto de manifiesto, una vez m¨¢s, que en los clubs deportivos se suele gobernar de espaldas a la masa popular. Pocas pe?as existen en Espa?a tan fervorosas como las rojiblancas y el hecho de que hayan pensado en no acudir al partido del domingo supone que, de alg¨²n modo, se las ha defraudado.Las pe?as se hicieron a la idea de que los acuerdos asamblearios les dejaban a salvo y se han encontrado con que su opini¨®n apenas cuenta. Es el eterno tema de la falta de representatividad que tienen los miembros de los clubs de f¨²tbol en las asambleas de los clubs.

Ahora que por medio de singulares elecciones se elige a los presidentes de las federaciones nacionales, debe la DND tomar en cuenta la necesidad de que las urnas lleguen en toda su amplitud a las c¨¦lulas que componen las federaciones.

Los socios de los clubs no tienen acceso a las asambleas generales porque ¨¦stas, en su mayor¨ªa, est¨¢n compuestas por miembros obtenidos por sorteo. Un se?or designado por un bombo no puede representara nadie. Con voz y, voto de los socios no habr¨ªa sorpresas a lo largo de la temporada y cualquier aumento estar¨ªa previamente concertado democr¨¢ticamente.

Urge establecer el sistema para que los socios elijan a los residentes y a su junta directiva. El que paga tiene m¨¢s derechos de los que se le conceden. Lo de esta vez ha sido un aviso.