Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s perjudicados por la limitaci¨®n USA al calzado importado
Espa?a deber¨¢ reducir sus exportaciones de calzado a Estados Unidos si antes de sesenta d¨ªas el presidente norteamericano decide atender las recomendaciones formuladas el jueves por la Comisi¨®n de Comercio Internacional para que se impongan cuotas arancelarias a los zapatos extranjeros, en un intento de limitar las importaciones y salvar as¨ª la industria nacional.
La recomendaci¨®n de la Comisi¨®n establece un cupo m¨¢ximo para las importaciones de calzado extranjero de 265 millones de pares anuales, desglosados en una serie de topes m¨¢ximos para cada uno de los pa¨ªses que venden sus zapatos en Estados Unidos. De momento no se adivina cu¨¢l ha sido el criterio seguido por la Comisi¨®n para fijar estos cupos. Mientras unos pa¨ªses -caso de litalla- se ven favorecidos, otros -Brasil y Espa?a- ven dr¨¢sticamente cercenadas sus posibilidades expansivas. A Italia se le fija un tope m¨¢ximo de 62 m?llones de pares anuales -cinco de los exportados en 1975- y a Espa?a se le reduce la cifra a 35 millones por pares anuales -cinco millones menos que en 1976.?Todo el calzado que se introduzca en Estados Unidos, dentro de los l¨ªmites fijados, quedar¨¢ gravado a los actuales niveles del 10 %: el resto deber¨¢ abonar una sobretasa del 40 % en los pr¨®xirnos tres a?os. Los cupos quedan fijados para los pr¨®ximos cinco a?os. pero a partir del tercero el arancel supletorio ir¨¢ reduci¨¦ndose el 10 % cada a?o.
Carter va a encontrarse cuando tome posesi¨®n el pr¨®ximo d¨ªa 20, con la primera decisi¨®n importante -en el terreno comercial- de su mandato, m¨¢xime cuando cualquier precedente resulta peligroso dentro del complicado entramado de intereses de Estados Unidos. El futuro presidente puede rechazar la medida y, al igual que hizo Ford el pasado a?o, adoptar ayudas federales a la industria del calzado -repartida en 37 estados y con un nivel de paro cifrado en m¨¢s de 100.000 obreros-. Si Carter opta por esta decisi¨®n corre el riesgo de ser desautorizado por el Congreso, y sobre todo de enfrentarse con los poderosos sindicatos a las pocas semanas de iniciar su mandato presidencial.
El sector espa?ol del calzado abarca m¨¢s de 1.500 factor¨ªas, con una poblaci¨®n laboral superior a los 60.000 trabajadores, una media de cuarenta trabajadores por f¨¢brica. Su ¨¢mbito est¨¢ repartido entre Levante. Baleares y el centro de Arag¨®n. El volumen de producci¨®n del sector es de casi doscientos millones de pares anuales, de los que un 50 % se dedican a la exportaci¨®n. Estados Unidos es el principal cliente, al que se destina casi el 60% de las ventas al exterior. El segundo mercado es el conjunto de pa¨ªses de la Comunidad Econ¨®mica Europea, con un 30 % aproximado del total. S¨®lo un 7 % se reparte entre las restantes ¨¢reas comerciales. La Uni¨®n Sovi¨¦tica entre ellas.
D¨¦ficit comercial con USA
Los intercambios comerciales entre Espa?a y Estados Unidos son desfavorables a la econom¨ªa espa?ola, con un d¨¦ficit estimado de 100.000 millones de pesetas en el pasado a?o de 1976. Del volumen total de las exportaciones espa?olas a Estados Unidos, las de calzado suponen un tercio del total.
Los niveles del comercio entre ambos pa¨ªses vienen siendo similares en los ¨²ltimos a?os, con una clara tendencia al desequilibrio en contra de Espa?a, por un progresivo incremento de las importaciones, paralelo a la congelaci¨®n de las exportaciones.
Espa?a compra cereales, semillas, combustibles minerales, productos qu¨ªmicos y sider¨²rgicos, maquinaria e instrumentos de medida a Estados Unidos, y vende, principalmente, zapatos, manufacturas de caucho, productos sider¨²rgicos, maquinaria, veh¨ªculos y bebidas alcoh¨®licas.
La historia del comercio hispano-norteamericano est¨¢ plagada de flactores negativos para la econom¨ªa espa?ola. A las reiteradas amenazas proteccionistas hay que a?adir el sistema de preferencias generalizadas que, en virtud de los acuerdos entre Espa?a y la CEE, acarrearon notables perjuicios para las exportaciones espa?olas.
Una decisi¨®n proteccionista en contra del calzado espa?ol aumentar¨¢ el d¨¦ficit de los intercambios comerciales, que en el Tratado de Amistad y Cooperaci¨®n firmado el pasado a?o entre Espa?a y Estados Unidos, ambos pa¨ªses se compromet¨ªan a no limitar.
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