Correcci¨®n mediterr¨¢nea al curso europeo de Espa?a
El Gobierno espa?ol ha emprendido una acci¨®n pol¨ªtica internacional tendente a corregir la impresi¨®n acusadamente atlantista y europeista creada por sus iniciativas internacionales en las capitales de Europa y Norteam¨¦rica. El primer paso de esa acci¨®n es la visita que emprende el domingo el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, a T¨²nez, que ser¨¢ seguida por visitas del presidente del Gobierno, Adolfo Su¨¢rez, a Egipto, Siria e Iraq, a finales de mes, y del Rey a Arabia Saudita, Jordania y Egipto, en la primavera.La iniciativa no supone un intento de separaci¨®n del curso espa?ol hacia Europa. ni de la continuaci¨®n de la amistad con los Estados Unidos. M¨¢s bien. como indic¨® a EL PAIS un funcionario. se trata de llegar a Europa y a la pol¨ªtica atl¨¢ntica ?con un sentido del equilibrio y de la autonom¨ªa dictago por nuestra posici¨®n mediterr¨¢nea. ya que si la descuid¨¢ramos nos hallar¨ªamos en una posici¨®n de dependencia?.
Las relaciones entre Espa?a y T¨²nez son excelentes los intercambios comerciales han dado un salto espectacular en los nueve primeros meses de 1976. Los dos pa¨ªses tienen una cierta historia com¨²n en su b¨²squeda de soluciones mediterr¨¢neas para los problemas de la zona. El ministro espa?ol Castiella. cuando lanz¨® su idea de una retirada de las flotas de las superpotencias. encontr¨® un eco cualificado en T¨²nez. donde el ministro de Exteriores. Masmudi. abog¨® por una relaci¨®n formal entre el Mediterr¨¢neo del Sur y_Europa y por una cooperaci¨®n pr¨¢ctica entre Italia. T¨²nez, Libia y Malta.
T¨²nez se ha hallado en el v¨®rtice de las corrientes unificadoras del Magreb. El dram¨¢tico anuncio de la uni¨®n entre T¨²nez y Libia. de enero de 1974. preparado por Masmudi. aparentemente a espaldas del primer ministro Nouira, condujo a la dimisi¨®n de aqu¨¦l y a la reconducci¨®n del tema de la unidad a unas proporciones menos ambiciosas. posponiendo el plan de uni¨®n inmediata a una integraci¨®n del Magreb llevada a cabo por estadios. Espa?a se halla enormemente interesada en el proceso unificador de la regi¨®n. debido a razones estrat¨¦gicas. pol¨ªticas y. de modo inmediato, econ¨®micas. S¨®lo un norte de Africa estable y unido permitir¨¢ el pleno desarrollo de las inmensas posibilidades de cooperaci¨®n industrial y energ¨¦tica entre Espa?a y Argelia con el tendido del gasoducto que desde aquel pa¨ªs llega Andaluc¨ªa. Madrid. Lisboa. Catalu?a, Pa¨ªs Vasco. Francia y norte de Europa. En 1973. el presidente Bumedi¨¢n habia propuesto a T¨²nez la uni¨®n completa.
Igualmente los funcionarios espa?oles observan que el presidente Burauiba y su Gobierno mantienen una actitud de moderaci¨®n de las tensiones en el conflicto de Oriente Medio. Aunque Espa?a no puede realizar ninguna mediaci¨®n valiosa en ese conflicto a causa de su postura no neutral (al no reconocer a Israel), se cree sin embargo que puede ayudar a acentuar el esp¨ªritu cooperativo para una soluci¨®n pactada en alg¨²n pa¨ªs especialmente beligerante.
La ausencia notable en este plan de visitas de varios meses es Libia. aunque el primer ministro Jallud invit¨® expresamente al presidente del Gobierno espa?ol, durante su visita privada de hace dos meses a Madrid. Libia se considera una etapa posterior de este plan de visitas que comienza por el pa¨ªs menos problem¨¢tico de todos.
Las relaciones entre Espa?a y T¨²nez han mejorado hasta el punto de que se llevan a cabo programas culturales comunes. como la restauraci¨®n del castillo de El Bardo, donde se ha instalado un museo que ser¨¢ inaugurado durante la estancia del ministro. Acompa?an a ¨¦ste el director general de Asuntos de Africa don Fernando Mor¨¢n, el director general de Relaciones Culturales don Alfonso de la Serna: el director de la oficina de Informaci¨®n Diplom¨¢tica don Rafael M¨¢rquez y el director de su gabinete don Javier Rup¨¦rez.
Oreja se entrevistar¨¢ con su colega Chatti. con el primer ministro Nouira y probablemente tambi¨¦n con el presidente...
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