Concierto barroco

Realizada despu¨¦s de Blanche y los famosos Cuentos Inmorales llega hasta nosotros esta Historia de un pecado, de Walerian Borowczyk, el director polaco que reparte su obra entre la cinematograf¨ªa de su pa¨ªs y la francesa. Estudiante de Bellas Artes en Cracovia, vocaci¨®n se reparte tambi¨¦n por igual entre los filmes animados y los de actores, entre los que destaca, sob todo, por su leyenda escandalosa, La Bestia, que viene a resucitar el viejo tema del amor entre los hombres y los irracionales.Esta apretada noticia de su vida y su obra viene a decimos que nos hallamos ante una de las personalidades m¨¢s complejas del cine europeo contempor¨¢neo. L¨ªrico, refinado, de im¨¢genes a veces demasiado perfectas en las que su primer oficio aflora, capaz de transformar cualquier tema que toca en ir¨®nicos dramas pasionales, cada pel¨ªcula de Borowczyk alumbra y explica una faceta m¨¢s de su mundo personal que, m¨¢s all¨¢ de lo puramente real, corre vecino a Maupassant y Hoffmann, a un cierto tipo de romanticismo distanciado que la m¨²sica de Mendelssohn en este filme subraya, una especie de serenidad arrebatada mucho m¨¢s f¨¢cil de advertir que en Blanche donde el humor, paso a paso, nos llevaba de la mano a la tragedia.

Aqu¨ª, humor y melodrama aparecen solidarios desde un principio; iron¨ªa y follet¨ªn vienen unidos con raro pulso y h¨¢bil tacto. La aparente sencillez de Blanche, sus planos est¨¢ticos, casi asc¨¦ticos, su t¨¦cnica voluntariamente primitiva, como inventada a prop¨®sito para una historia falsamente medieval, se ha transformado en largas secuencias c¨¢mara en mano, cuya imperfecci¨®n formal viene a potenciar a¨²n m¨¢s los agudos problemas de esta Eva protagonista y pecadora de amor.

Basada en una novela muy conocida en su pa¨ªs y disponiendo al fin de medios adecuados tras su labor casi artesanal de filmes anteriores, Historia de un pecado viene a ilustrar la vida de esta muchacha burguesa de Varsovia que, tal como su confesor le advierte, acabar¨¢ destruyendo no s¨®lo la salud de su alma, sino definitivamente la de su cuerpo.