Debate "por las ramas"
La Comisi¨®n de Leyes Fundamentales y Presidencia del Gobierno de las Cortes no aprob¨® ayer ning¨²n nuevo texto del proyecto de ley que regula el derecho de asociaci¨®n sindical. La sesi¨®n ofreci¨® una muestra de la lucha entre los partidarios de la reforma impulsada por el Gobierno y los nost¨¢lgicos del r¨¦gimen franquista y de la organizaci¨®n sindical vertical.La sesi¨®n se inici¨® con la intervenci¨®n de Melitino Garc¨ªa, en nombre de la ponencia, para ofrecer una propuesta de texto para el resto pendiente del art¨ªculo primero del proyecto de ley, en la que hac¨ªa suya la enmienda in voce presentada el d¨ªa anterior por el se?or Castro Villalba, tendente a paliar el efecto producido por la aprobaci¨®n del n¨²mero uno del art¨ªculo. La ponencia estim¨® v¨¢lido y ¨²til que sean los empresarios y trabajadores que se asocien los que determinen libremente lo que entienden por rama de actividad.
Otros apartados del texto propuesto se refieren a la autonom¨ªa de las asociaciones entre s¨ª y respecto de la Administraci¨®n P¨²blica, y a los requisitos m¨ªnimos que contendr¨¢n las normas. estatutarias.
Sobre este texto se polariz¨® el debate legislativo, si bien algunos procuradores, con la tolerancia de la presidencia, hicieron incursiones hacia otros temas pol¨ªticos o replantearon la conveniencia del proyecto de ley. La rigidez que el se?or L¨®pez Bravo hab¨ªa aplicado a la defensa de la enmienda a la totalidad -durante la que s¨ª eran l¨®gicas consideraciones pol¨ªticas generales- brill¨® por su ausencia en la tarde de ayer.
El se?or Madrid del Cacho neg¨® ser continuista, con el argumento de que es jurista y nunca hab¨ªa aceptado un cargo digital.
La se?orita M¨®nica Plaza atac¨® de injerencia a la OIT y asegur¨® que oir hablar tanto de ella le repateaba. El se?or Fugardo mostr¨® su asombro, ante las ver¨®nicas que se meten por detr¨¢s de los art¨ªculos ya aprobados.
El se?or Mart¨ªn Sanz, en una largu¨ªsima intervenci¨®n, ayudado de una pizarra, obtuvo la conclusi¨®n de las bondades del sindicalismo todav¨ªa vigente y su contribuci¨®n al desarrollo. Asegur¨® que molesta al capitalismo y a las multinacionales, aliados de quienes ahora desean acabar con el sindicalismo de rama.
Result¨® normal que el se?or Sancho Rof advirtiera que el debate se estaba yendo por las ramas y que el se?or Fern¨¢ndez Sordo recordara que no se discut¨ªa entre partidarios y contrarios del sindicalismo de rama, sino sobre el car¨¢cter voluntario u obligatorio del mismo.
La intervenci¨®n de Fernando Su¨¢rez, que impresion¨® por su brillantez, actu¨® como una carga de profundidad pol¨ªtica que impidi¨® el desarrollo normal del debate, tocado por el impacto de sus palabras.
En resumen, rechaz¨® que la interpretaci¨®n dada por ¨¦l a la Declaraci¨®n XIII del Fuero del Trabajo en 1970 pueda dar cobijo al proyecto de ley. Si, en cambio, la reforma pol¨ªtica ha derogado tal Declaraci¨®n, deber¨ªa aprovecharse tal coyuntura para hacer una reforma sindical m¨¢s audaz, aunque el se?or Su¨¢rez dud¨® si tal reforma no corresponder¨ªa hacerla a las nuevas Cortes, o en ¨²ltimo caso -si se trata de dar entrada a las fuerzas sindicales-, el Gobierno por decreto-ley. Pero nunca mediante una ley incompatible con la subsistencia de los sindicatos actuales, la estructura sindical y la propia figura del ministro de Relaciones Sindicales.
Fernando Su¨¢rez mostr¨® su respeto hacla quienes contin¨²an defendiendo posicionel de las que ya hab¨ªa discrepado en 1970, y renuncip,en cambio, a reproducir el diario de sesiones para evitar sonrojos que a nada conducir¨ªan.
Los procuradores m¨¢s identificados con la l¨ªnea de mando de Ia Organizaci¨®n Sindical, intentaron neutralizar el efecto de las palabras de Fernando Su¨¢rez admitiendo su validez pero manteniendo la conveniencia de continuar el debate y aprobar el proyecto de ley. As¨ª lo hicieron Iglesias Selgas, M¨¢rquez y Zapico, entre otros.
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