Nicol¨¢s Guill¨¦n: "La literatura es reflejo de la sociedad"
"Escribir es como una enfermedad, una dolencia cualquiera"
Nicol¨¢s Guill¨¦n est¨¢ en Madrid; de vuelta de una -visita oficial a Nigeria, con un-carnet muy cerrado, muy ocupado su tiempo. Pero con dos o tres d¨ªas en la capital de Espa?a, para recibir el homenaje -emocionante, dijo a EL PAISde los intelectuales espa?oles y la visita curiosa de los periodistas. Es la suya una humanidad cordial e inteligente, que lleva la entrevista a su terreno y sabe, cocinero antes que fraile, callar y decir lo justo. El poeta y presidente de la Uni¨®n de Escritores y Artistas Cubanos, ha sido periodista mucho tiempo. Y ahora, un representante oficial de la pol¨ªtica cultural de su Gobierno.-Se acaba de formar en Cuba el Ministerio de Cultura, y se ha nombrado ministro a Armando Hart . Antes exist¨ªa el Consejo Nacional de Cultura, pero esta medida significa cu¨¢nto preocupa al Gobierno todo el problema de la creaci¨®n art¨ªstica, y c¨®mo, ahora, menos urgido por otros problemas, puede, de verdad, dedicarse m¨¢s profundamente. El Ministeno, que lleva s¨®lo un mes funcionando, recoger¨¢ lo que estaba disperso y que incumbe a toda la creaci¨®n y disfrute del arte y la literatura de la cultura, en sentido m¨¢s amplio: desde c¨®mo se toma el caf¨¦ cantero, a c¨®mo se escucha una sinfon¨ªa.
-Perdone, se?or Guill¨¦n, pero, ?no existe el peligro de un excesivo control por parte de la Administraci¨®n, del trabajo cultural?-No se trata de controlar: se trata de dar amplitud, potenciar y canalizar la actividad cultural hacia las masas. Ofrecer medios econ¨®micos y materiales, origanizar concursos, etc¨¦tera-, estimular de mil maneras la creaci¨®n. F¨ªjese la importancia que el Gobierno le da a la cultura, que la persona designada para dirigir el Ministerio es un miembro del Bur¨® Pol¨ªtico del Partido Comunista Cubano. Creo que se va a respetar totalmente la libertad, desde el punto de vista de la creaci¨®n, pero, sobre todo, hay una persona y un organismo al. que dirigirse cuando surgen problemas.
No hay nada estrictamente literario
Nicol¨¢s Guill¨¦n toma un sorbo de caf¨¦, amargo, caliente. ?Este viaje es conmovedor: en la cena que me dieron los escritores me emocion¨¦... y es que yo pas¨¦ en Espa?a los a?os de la guerra, conozco bien y respeto mucho a muchos oetas espa?oles : Alberti es un uen amigo m¨ªo, y conoc¨ª tanto a Altolaguirre, a Emilio Prados, a Lorca, cuando viaj¨® a La-Habana.?Y m¨¢s tarde, dir¨ªa: ?Yo me he formado en la literatura espa?ola, y estoy familiarizado con los cl¨¢sicos, desde Jorge Manrique.? Pr¨¦guntado sobre la Uni¨®n de Escritores dijo a EL PAIS:
-Tiende a ser una organizaci¨®n de tipo sindical, un sindicato de escritores y artistas, pero todav¨ªa sigue y seguir¨¢ siendo una cosa dpromoci¨®n cultural general. De hecho est¨¢ siendo importante en e contexto de la vida cultural cuban con sus dos ¨®rganos de expresi¨®n:Uni¨®n y Gaceta de Cuba. Entre otras actividades est¨¢ el doble tipo de concursos, para j¨®venes y para profesionales.
Guill¨¦n habla con seguridad de su pa¨ªs. Hablamos de la literatura y del realismo socialista.
-Vamos a ver -Guill¨¦n responde r¨¢pido-, estrictamente literario no hay nada. Ese es mi punto de partida, para poder hablar de la literatura de un pa¨ªs socialista, y de cualquier pa¨ªs. Literatura y pol¨ªtica son inseparables; aunque no se quiera siempre habr¨¢ pol¨ªtica. Siempre habr¨¢ conflictos sociales , problemas y, desgraciadamente,diferencias. El honibe es un animal pol¨ªtico, dijo ya Arist¨®teles.
-Pero puede haber adelanto literario, una desaparici¨®n del poder en una posible futura sociedad sin clases.
-Es rom¨¢ntico de su parte. Es de suponer que, de una forma o de otra, aunque la pol¨ªtica parlamentaria, profesional, desaparezca, habr¨¢ alguna forma de poder... y esa pol¨ªtica del vestirse apropiado, del sentarse, del llevarse el cubierto a la boca. Pol¨ªtica y relaci¨®n, al fin...
?En octubre -dice a EL PAIS-, la Uni¨®n de Escritores celebrar¨¢ su congreso, para renovar su directiva y su pol¨ªtica, y va a ser una buena ocasi¨®n para dar a conocer m¨¢s nuestra pol¨ªtica cultural. F¨ªjese que el pueblo cubano responde con una adhesi¨®n y un amor inimaginable a todas las cuestiones. A los actos culturales, asisten 200.000, 400.000 personas, un mill¨®n. Fidel Castro, cuando ley¨® los nombres del Central del Partido, en el ¨²ltimo congreso, y ley¨® el m¨ªo, dijo: ?Tambi¨¦n haciendo pose¨ªa se puede llegar al Comite CentraL Buen,o, hay que aclarar que haciendo poes¨ªa como Guill¨¦n.?
Un poema me cuesta meses
?Cu¨¢l es la relaci¨®n entre literatura y cambio social?-La literatura refleja las ideas vigentes en una sociedad, y es expresi¨®n de ella. Pero tambi¨¦n ocurre que una sociedad puede estancarse ¨® no progresar: entonces el quehacer del escritor es poner las cosas en su ra¨ªz. De ah¨ª nace el escritor revolucionario.
Guill¨¦n es sin duda un escritorrevolucionario. Yo le digo que quiz¨¢ lo es m¨¢s por la forma, esa resurrecci¨®n de ritmos, ese trabajo ling¨¹¨ªstico que nos trae al castellano aires primigenios, ra¨ªces sonando a Africa y tambores. Quiz¨¢ los contenidos sean m¨¢s efectivos en el panfleto, en el art¨ªculo de prensa o en el documental de televisi¨®n que en el poema. Y entonces, Guill¨¦n cuenta c¨®mo trabaja y para qui¨¦n:
-Los temas... Hans Otto Dill, un pofesor y cr¨ªtico alem¨¢n, ha hecho un trabajo sobre mi m¨¦todo: pone el poema y la noticia de prensa de donde sali¨®. Efectivamente, yo saco mis temas de lo cotidiano, esas noticias que aparecen en los peri¨®dicos y que me llaman la atenci¨®n especialmente. Y cuando tengo un tema me siento como si estuviera enfermo. Digo: vaya, ya me agarr¨® la necesiddad de escribir un poema. Es como una dolencia cualquiera. Entonces hago un es.quema y lo guardo y trato de olvidarlo. Tiempo despu¨¦s lo vuelvo a sacar, y es incre¨ªble la cantidad de errores y deficiencias. Trabajo sobre ¨¦l, con angustia.
?Me preocupa la originalidad, tem¨® siempre que se parezca a otro poema, a otro poeta. Me preocupa la autenticidad, y ese convencimiento de que, por mucho que yo trabaje, nunca conseguir¨¦ atrapar eso que Dar¨ªo dec¨ªa que est¨¢ entre la cuerday el arco. Por eso ocurre muchas veces, para desesperaci¨®n de los impresores, que a la hora de tirar el libro, se encuentran con nuevas correcciones. Pocas veces lo dejo al primer paso. Otras, despu¨¦s de modificarlo, vuelvo y lo dejo en la primera versi¨®n. Ha habido poemas en los que he estado a?os. Siempre me cuestan meses de sufrimiento.?Ver¨¢ usted -dice- en Cuba est¨¢ reci¨¦n erradicado ellanalfabetismo. Y como esa fue una labor cargada de imaginaci¨®n y bien hecha, no puede usted maginarse qu¨¦ cartas me llegan. Las de los recien alfabetizados, que, con u?a ortograf¨ªa incre¨ªble, se interesan por temas como el surrealismo, la pintura abstracta, o el vanguardismo. Usted sabe que el primer libro que se edit¨® fue El Quijote, y se agotaron, se leyeron m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares. Se siguen publicando cl¨¢sicos, con una introducci¨®n que les sit¨²a en la his toria y en la cultura, grosso modo. Y ahora, este ritmo ascendente de edici¨®n se va a valorar y a crecer...
(Entre par¨¦ntesis le pregunto por la restauraci¨®n de los derechos de autor en Cuba: ?El de los autores, traducidos o no, es un trabajoy hay que pagarlo. Al principio el Estado cubano no pod¨ªa. Ahora s¨ª, y en lo que se puede, se pagan. ?)
Y esto es casi todo. Ese es el pueblo del que nos viene a hablar Guill¨¦n, un mundo metido en una aventura incre¨ªble dif¨ªcil. Una, que al empezar advirti¨® al poeta los escepticismos que no puede. evitar (?Venga usted a Cuba: Ya ver¨¢?) se ha encontrado ese optimismo cari?oso y radiante, triunfal... triunfalista. Y un poco,da lo mismo. Le ofrezco un cigarrillo, que no toma: ?llya Ereribourg me dec¨ªa: Es una verg¨¹enza que siendo de la tierra del tabaco no fumes ... ?.
Babelia
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