Que se vaya

Las noticias sobre Paul Breitner nuevamente proceden de Alemania Federal, su pa¨ªs. Primero fue aquella detenci¨®n por tenencia il¨ªcita de armas, y ahora que se ir¨¢ del Real Madrid cuando finalice la temporada. En medio, ya en Espa?a, su tra¨ªda y llevada aportaci¨®n a los trabajadores de Standard.Aunque hasta abril no habr¨¢ decisi¨®n tanto por su parte como por la del club, la historia se repite. Hace unos d¨ªas fueron Ayala, Heredia y D¨ªaz. A los argentinos del Atl¨¦tico, por unas u otras razones, les entraron de repente unas ganas enormes de irse. Breitner, que tambi¨¦n tiene sus motivos, es el pionero madridista.

La realidad es que la econom¨ªa puede con todo, y el alem¨¢n sabe de sobra que su renovaci¨®n est¨¢ muy en el aire. Declara ahora que quiere irse porque seguramente se lo va a repetir el club en pocos meses. Su rendimiento no ha sido ni mucho menos el esperado y aunque tampoco lo ha sido el de Jensen, el dan¨¦s tiene dos a?os m¨¢s por cumplir. Keegan, por ejemplo, espera y siempre ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil deshacerse del que termina su contrato. Breitner quiere buscarse con tiempo un equipo de post¨ªn para no caer en un Grasshoppers cualquiera como le ocurri¨® a Netzer.

En los ¨²ltimos tiempos el Real Madrid s¨®lo ha rescindido el contrat¨® a un jugador extranjero: Oscar Mas. Y lo hizo, curiosamente, para fichar a Breitner. La operaci¨®n no sali¨® bien,ya se ha visto. A¨²n se a?ora al argentino, el ¨²nico extremo izquierdo que ha tenido el Madrid despu¨¦s de Gento, y Breitner ya no se sabe de qu¨¦ juega... si es que juega. As¨ª pues, ?que se quiere ir? Que se vaya. M¨¢s de uno lo habr¨¢ pensado.