El derecho a la muerte

Dicen ustedes en su ¨²ltimo editorial, dedicado a la defensa de la abolici¨®n de la pena de muerte, que ?la pena de muerte es una sinraz¨®n moral, una aberraci¨®n social y un in¨²til y cruel ejercicio del poder?. ?Me podr¨ªan decir c¨®mo califican el sepultar a un hombre en vida tras los barrotes de una celda?Me sorprende que un peri¨®dico como EL PAIS, que tiene como bandera de lucha la libertad de los hombres, en el caso de Gary Mark Gilmore no haya aceptado su derecho a disponer de su vida como quiera.

Yo no pertenezco al grupo de los que, seg¨²n el citado editorial, ?no dudan en condenar de "plano" la eutanasia, aun cuando la vida del presunto ser humano que, todav¨ªa la conserva se mantenga en niveles puramente vegetativos. Con lo que se demuestra, quiz¨¢, que este tipo de gentes no pone en cuesti¨®n el derecho a la vida, sino la capacidad de poder que todav¨ªa tienen en sus manos?. No soy m¨¢s que un ciudadano espa?ol que considera que mientras la sociedad no garantice absolutamente (y no lo garantiza) la reclusi¨®n de asesinos y man¨ªacos sexuales reincidentes, la pena de muerte debe aplicarse siempre que sea necesario. (Naturalmente, no s¨®lo en casos de terrorismo pol¨ªtico como ha venido ocurriendo en Espa?a, y siempre garantizando los derechos de defensa.)

Por ¨²ltimo, un ruego: ?Podr¨ªa-mos ver en EL PAIS las opiniones de moralistas e intelectuales que no pensaran como su equipo de redacci¨®n?