"Defiendo la absoluta libertad de creaci¨®n fuera de consignas"
Entrevista con el realizador cinematogr¨¢fico J. A. Bardem.
Juan Antonio Bardem es, sin duda, uno de los nombres cl¨¢sicos de la cinematograf¨ªa espa?ola. Tras un espectacular despegue profesional, lo que le convirti¨® en uno de los directores-vedette del cine europeo, Bardem pas¨® una larga etapa de realizaciones mediocres autojustificadas por la necesidad de trabajar y comer. Su ¨²ltima pel¨ªcula, El puente, con Alfredo Landa, parece ser seg¨²n tambi¨¦n sus propias palabras- el retorno a la primera etapa de su quehacer, aquella en la que el realizador trabajaba con libertad y satisfacci¨®n, al menos en la medida de las posibilidades de la Espa?a de los a?os sesenta.
"Al salir de la santa casa de Carabanchel, en mayo de 1976 declar¨® a EL PAIS el realizador-, la productora Arte 7 me propuso el hacer una pel¨ªcula con la necesidad ?le que fuese r¨¢pidamente. Me dieron tina sinopsis de una historia basada en algunos relatos de Daniel Sueiro que no me gust¨® en exceso. Ped¨ª los relatos originales y, al leerlos, me fecundaron, creo que es la expresi¨®n correcta. En diez d¨ªas escrib¨ª el esqueleto de la historia. Me sal¨ªa con gran fluidez, porque vi sus posibilidades desde el primer momento. En quince d¨ªas escribimos el gui¨®n definitivo, con la ayuda de Sueiro y Javier Palmero. En un principio, exist¨ªan unas secuencias m¨¢s largas de lo que qued¨® en la pel¨ªcula, pero las modificaciones se debieron a razones espec¨ªficamente cinematogr¨¢ficas. Es un pel¨ªcula que he hecho sinti¨¦ndome totalmente libre, a un nivel pol¨ªtico, salvo las limitaciones econ¨®micas l¨®gicas en cualquier producci¨®n. Lo que no hubo, al menos de una rnanera consciente, fue ninguna autolimitaci¨®n.?-El puente muestra el viaje de un mec¨¢nico -Alfredo Landa- desde Madrid a Torremolinos en un fin de semana. La pel¨ªcula transcurre, pr¨¢cticamente toda ella en la carretera, en exteriores. ?Qu¨¦ pretend¨ªa mostrar con ella?
- Bueno, en primer lugar, quiero resaltar que lo que podr¨ªamos llamar ?el m¨¦todo itinerante? es siempre muy querido por m¨ª, aparte de que obras corno El Quijote nos hablan de las aventuras en el camino. Personalmente, guardo un grat¨ªsimo recuerdo de una hel¨ªcula m¨ªa que debi¨® llamarse Los Segadores y que, por razones de censura, se tuvo que llamar La venganza, y se utilizaba un m¨¦todo similar. En realidad, El puente se Podr¨ªa llamar con igual propiedad Las aventuras del motorista fant¨¢stico, porque lo que se muestra es una serie de aventuras y encuentros a lo largo de la ruta que van transformando al protagonista. Es una forma de narraci¨®n muy hermosa y espero que se note que la pel¨ªcula est¨¢ hecha con un absoluto entusiasmo y libertad. Por primera vez en muchos a?os, he podido decir las cosas directamente, sin rodeos, sin circunloquios.
- Entre los sucesos que le ocurren al mec¨¢nico surgen diversos ternas de total actualidad espa?ola, desde la campa?a proamnist¨ªa a problemas de injusticia social y laboral o de falta de libertad de expresi¨®n, sin embargo, ?no cree que existe un cierto esquematismo, una cierta simplicidad en la presentaci¨®n de los prototipos? Es decir, ?no son excesivamente perversos y corruptos los burgueses que surgen en el filme?
-Bueno, entra dentro de lo posible. El dar esos personajes en todos sus matices requerir¨ªa otro tipo de relato. Me gust¨® el ponerlo como golpe, como choque. Lo que es malo es el encuentro con el personaje de Landa, pero no me gustar¨ªa que se sacase una conclusi¨®n definitiva sobre ellos, sobre los burgueses. ?C¨®mo podr¨ªan no resultar esquem¨¢ticos en ese corto espacio de tiempo en el que salen en la pel¨ªcula?
Arte y militancia pol¨ªtica
- Al hablar de Juan Antonio Bardem surge inevitablemente el tema del artista y la militancia pol¨ªtica y surge porque su actitud como miembro del Partido Comunistas es p¨²blica y notoria. ?C¨®mo adecuar una profesi¨®n creativa y art¨ªstica con una militancia pol¨ªtica concreta?
-Pienso que ambas facetas son pr¨¢cticamente inseparables. Desde un planteamiento marxista y democr¨¢tico uno debe pensar que el ?artista?, entendido como buf¨®n de corte de la burgues¨ªa y marginado a una supuesta independencia, es., sin duda, una falacia. Y lo es porque mi concepto de ?artista? no es otro que el de creer que es un trabajador asalariado de la cultura, o lo que es peor, de la industria cultural. Por otra parte, en tanto que hombre de pensamiento que produce o maneja hechos culturales est¨¢ obligado a dar una visi¨®n del mundo que le rodea. Es impensable imaginar al artista desligado de su entorno. Creo que los ? independientes ? lo son de unos determinados partidos pol¨ªticos y dependen, en cambio, de las normas de la clase dominante en ese momento.
Yo, en tanto que comunista, al igual que mis compa?eros de partido, defendemos la absoluta libertad de creaci¨®n y la reivindicamos fuera de cualquier consigna dirigida como condici¨®n sine qua non de nuestra condici¨®n de artistas. La obra de uno es la obra del partido. En ese sentido el partido tampoco dice c¨®mo debe ser la obra de cada uno, y yo luchar¨¦ siempre para que no lo diga. Pienso que el anquilosamiento de un cine revolucionario, innovador y maravilloso como era el cine sovi¨¦tico de los a?os veinte, muri¨® posteriormente por unos planteamientos antimarxistas y antidemocr¨¢ticos. Aquellos polvos trajeron estos todos.
Babelia
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