Jos¨¦ Ruibal estrenar¨¢ su obra "El hombre y la mosca"
Estaba retenida por la censura desde 1968
El dramaturgo Jos¨¦ Ruibal estrenar¨¢ su obra El hombre y la mosca el pr¨®ximo mes de abril en un escenario madrile?o. Dentro de unos d¨ªas comenzar¨¢n los ensayos baj¨® la direcci¨®n del norteamericano Stephen Jay Wyman. La obra se estren¨® en ingl¨¦s en 1971, en la Universidad de Nueva York (Binghamton), con direcci¨®n de Alfred G. Brooks y del propio Ruibal. El hombre y la mosca ha estado retenida por la censura espa?ola desde hace nueve a?os.?Mi teatro se ha montado m¨¢s y publicado en Estados Unidos que en Espa?a y es l¨®gico que sea un norteamericano el que venga a dirigir El hombre y la mosca, escrita en 1968 y censurada hasta ahora, mientras era publicada en ingl¨¦s y espa?ol por editoriales de Estados Unidos?, declar¨® a EL PAIS Jos¨¦ Ruibal.
Las obras de Ruibal llegan a los Estados Unidos a trav¨¦s de los departamentos de drama de las universidades. El cr¨ªtico George E. Wellwarth, se interesa por el nuevo teatro espa?ol, publica varias piezas en revistas especializadas y dedica un estudio al Spanish underground drama (1972).
?En 1971 me invitaron para tomar parte en la direcci¨®n de El hombre y la mosca. A?os antes se hab¨ªa estrenado Los mendigos en la Universidad de Pensylvania. En 1973 dirig¨ª en espa?ol El asno, en el Barnard College de la Universidad de Columbia. Durante ni? estancia en Estados Unidos di clases y conferencias en unas setenta universidades sobre el teatro cl¨¢sico y el teatro espa?ol actual. Cada vez que ven¨ªa a Espa?a me reten¨ªa la polic¨ªa porque hab¨ªa una multa que estaba girando sobre mi cabeza por unas declaraciones a la prensa internacional. Este modo de entrar en Espa?a felizmente se ha terminado.?
En la actualidad Ruibal es profesor contratado de la Escuela de Arte Dram¨¢tico de Madrid, donde da un curso de teor¨ªa y pr¨¢ctica teatral. Hace unos meses se public¨® Teatro sobre teatro (Ed. C¨¢tedra), que incluye un ensayo del autor y el texto de ocho piezas. Fue el primer autor que escribi¨® piezas de caf¨¦-teatro. Algunos grupos independientes y vocacionales han montado algunas de sus obras cortas.
?Cuando entr¨¦ en contacto con Estados Unidos comenzaron a considerar que mi teatro era underground. Las diferencias entre el underground americano y el espa?ol es que el nuestro es realmente subterr¨¢neo, mientras que el americano funcionaba libremente y su calidad underground era simplemente una actitud est¨¦tica y de ruptura. Un teatro como el m¨ªo es tambi¨¦n un teatro de ruptura est¨¦tica con el teatro habitual, pero la peculiaridad de su ¨¦poca hizo que fuese realmente aut¨¦ntico.?
Conflicto y lenguaje
?La diferencia esencial para m¨ª entre el teatro tradicional y el teatro nuevo est¨¢ en que el conflicto dram¨¢tico, en el tradicional, reside en las pasiones, en los intereses, en las intrigas. En un teatro como el m¨ªo el ¨¢rea del conflicto se amplia y abarca al lenguaje, es decir, que la base del conflicto est¨¢ en el lenguaje mismo. Esto implica una concepci¨®n del espect¨¢culo distinta en la actuaci¨®n, gesticulaci¨®n y, pl¨¢stica esc¨¦nica; trato de fusionar la expresi¨®n verbal y la gestual, como si trat¨¢semos de visualizar las palabras y verbalizar los objetos. Esto es complicado para el director y los actores, pero no presenta ning¨²n, problema para el p¨²blico.?El nuevo teatro espa?ol, que incluye autores como Francisco Nieva, Jos¨¦ Mar¨ªa Bellido, Luis Riaza, Mart¨ªnez Mediero, Garc¨ªa Pintado, Matilla, Miguel Romero Esteo, empieza a subir a los escenarios comerciales. ?Creo que siempre he escrito para el p¨²blico de mi tiempo. El tiempo que nos ha tocado vivir a mucha gente ha sido calamitososo, con un teatro que era dif¨ªcil que pudiera funcionar aqu¨ª. Esto lo comprendimos m¨¢s tarde. El movimiento del nuevo teatro, en el que estoy metido, es un movimiento de ruptura con todo el teatro anterior. Un utatro como el m¨ªo no refleja el hecho directo, ni hace indagaciones en la historia, ni es biogr¨¢fico. La estructura de mis piezas es abstracta. Esta abstracci¨®n hace que pueda ser trasportable a distintos pa¨ªses, pero es una abstracci¨®n po¨¦tica, donde los.temas y subtemas hacen que la obra funcione como una totalidad po¨¦tica.?
?A veces, en este pa¨ªs se dice que mi teatro es simb¨®lico. No quiero llevarlo la contraria a tanta gente. Esas mismas gentes no tienen en cuenta que el Quijote tambi¨¦n es simb¨®lico, Quevedo en sus Sue?os hace juegos simb¨®licos, as¨ª como Calder¨®n. Creo que toda la literatura es simb¨®lica y que el s¨ªmbolo es una especie de altos hornos po¨¦ticos.?
Babelia
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