Edison: 1.093 inventos para una vida
La mente creadora de un hombre que registr¨®, a lo largo de su vida, la cantidad de 1.093 inventos, va a recibir un homenaje, en el hecho que supone la reuni¨®n en su nombre de prestigiosas personalidades de la ciencia espa?ola y mundial. No existe campo alguno del desarrollo cient¨ªfico que no se haya visto afectado y potenciado por la innumerable legi¨®n de peque?os o grandes inventos debidos a Thomas Alva Edison. Desde las l¨¢mparas que iluminan los domicilios de todo el mundo hasta los m¨¢s sofisticados instrumentos de trabajo de la medicina, la investigaci¨®n biol¨®gica o las t¨¦cnicas actuales de comunicaci¨®n, todo fue posible gracias al esp¨ªritu de Edison.
A los doce a?os de edad, Thomas Alva Edison vend¨ªa peri¨®dicos en los trenes que hac¨ªan el recorrido de la principal l¨ªnea de ferrocarril del Canad¨¢. Pero no tard¨® mucho tiempo en darse cuenta de que ¨¦l mismo pod¨ªa hacer aquello. Compr¨® una vieja m¨¢quina de imprimir que encontr¨® de ocasi¨®n, la instal¨® en un tren y, con las noticias de que pod¨ªa enterarse, hizo un peri¨®dico para los viajeros. Nac¨ªa as¨ª su Weekly Herald, con el que obtuvo dinero suficiente para comprar herramientas y realizar estudios de f¨ªsica y qu¨ªmica. Edison se refiri¨® siempre a aquellos a?os del peri¨®dico en el tren como a la ¨¦poca m¨¢s feliz de su vida.Transmitir sonidos
El inter¨¦s y la curiosidad por el hecho de la comunicaci¨®n le siguieron influyendo hasta colocarse; a la edad de quince a?os, en 1862, en el tel¨¦grafo de Port Huron ciudad del final de l¨ªnea de los viajes en los que vend¨ªa peri¨®dicos. Se enter¨® de que hab¨ªa una plaza para trabajar all¨ª, oy¨¦ndoselo contar a unos viajeros que le compraban un peri¨®dico. Una vez colocado en el puesto telegr¨¢fico, antes de dos a?os ya hab¨ªa mejorado el servicio improvisando un sistema que per mit¨ªa el env¨ªo de dos se?ales, en sentido opuesto, por el mismo hilo telegr¨¢fico.
A los veintisiete a?os se instala por su cuenta y monta un peque?o laboratorio en el que comienza a desarrollar sus inventos, partiendo de otros anteriores que mejoraba o de ideas propias. Entrelos a?os 1877 y 1878 perfeccion¨® el sistema telef¨®nico que hab¨ªa descubierto Graham Bell, estableciendo el tel¨¦fono de carb¨®n. Se trata de transmitir impulsos sonoros convertidos en impulsos el¨¦ctricos, haciendo pasar la corriente el¨¦ctrica a trav¨¦s de unos peque?os trocitos de carb¨®n por los que la corriente pasa con mayor o menor facilidad seg¨²n la presi¨®n que ejercen unos contra otros. Al estar estos trozos de carb¨®n cubiertos con una membrana, si un sonido fuerte llega a la misma se produce una,sobrepresi¨®n y, al apretarse los carboncillos, la intensidad de la corriente se hace mayor que si el sonido que lleg¨® es d¨¦bil. En ese caso, la membrana aprieta menos a los trozos de carb¨®n, y la corriente pasa con mayor dificultad siendo menor entonces su intensidad. Se logra as¨ª una proporcionalidad: a mayor sonido, mayor corriente el¨¦ctrica. A menor sonido, menos corriente. La transformaci¨®n de impulsos sonoros en impulsos el¨¦ctricos a distancia es la base de todas las modalidades de transmisi¨®n de sonido conocidas hasta la fecha.
Gracias a una beca concedida por Western Union, Thomas Alva Edison instal¨® en Menlo Park (Nueva York) un nuevo laboratorio que supo convertir en empresa comercial.
En el a?o 1877 inventaba el fon¨®grafo de cilindros. Se trataba en este caso de transformar los impulsos sonoros: palabras, m¨²sica, en ?impulsos en conserva?. Es decir, mientras en el tel¨¦fono, la se?al sonora se transforma en se?al el¨¦ctrica en el micr¨®fono para, una vez transmitida como se?al el¨¦ctrica a distancia, volver a convertirse en se?al sonora en el altavoz o auricular, en el caso de la grabaci¨®n sucede otra cosa. Aqu¨ª se trata de convertir los impulsos sonoros en deformaciones mec¨¢nicas de una pasta blanca: cera, celuloide... Gracias a una aguja de grabaci¨®n, los mayores o menores impulsos sonoros se transforman en hendiduras m¨¢s o menos peque?as sobre una superficie pl¨¢stica. Posteriormente, la aguja reproductora se encargar¨¢ de reconvertir esas se?ales ya impresas en sonidos.
De la bombilla al diodo
La electr¨®nica tambi¨¦n debe mucho a Edison. En el a?o 1878 invent¨® las l¨¢mparas el¨¦ctricas de incandescencia, que ¨¦l mismo industrializar¨ªa, fabric¨¢ndolas en serie en su taller. Se trata de algo que, aunque aparentemente intrascendente, va a cambiar el panorama de todos los domicilios del mundo. Aprovechando el poder energ¨¦tico de la corriente el¨¦ctrica, una nueva forma de luz va a extenderse por el planeta; una modalidad mucho m¨¢s eficaz y limpia que la combusti¨®n, procedimiento milenario habitual de producci¨®n luminosa.
La corriente el¨¦ctrica -movimiento de electrones- es capaz, con su efecto calor¨ªfico, de aumentar la temperatura de un filamento de metal hasta el punto de provocar ese punto, previo a la fusi¨®n del metal, en el que los metales emiten luz propia. El invento de Edison permitir¨¢ producir, controlar y parar esa producci¨®n luminosa de los metales al rojo, con la simplicidad de un interruptor de corriente.
Poco despu¨¦s de este descubrimiento, otro abrir¨¢ el camino al desarrollo de la electr¨®nica actual. En el a?o 1883, Edison descubre un efecto que llevar¨¢ su nombre -efecto Edison-, consistente en la emisi¨®n de electrones por los metales incandescentes. Este chorro de electrones emitidos por un filamento y recogidos por una placa ser¨¢ la bas¨¦ moldeable sobre la que se desarrollan las m¨¢s avanzadas t¨¦cnicas de radiodifusi¨®n y televisi¨®n. El principio ya ser¨¢ el mismo, hasta el descubrimiento del transistor que, de alg¨²n modo, seguir¨¢ el mismo proceso. Las modificaciones producidas por laluz y el sonido ser¨¢n aplicadas a ese chorro electr¨®nico de forma tal que, a trav¨¦s de ¨¦l, sean convertidas denuevo en sonidos o im¨¢genes luminosos en nuestros receptores de radio o televisi¨®n.
Pero la inventiva de Edison lleg¨® m¨¢s lejos. En 1888 construy¨® con su ayudante William Kennedy Lawrie el fon¨®grafo ¨®ptico, fundamento b¨¢sico de la transmisi¨®n de im¨¢genes. A continuaci¨®n vendr¨ªa toda una serie de aportaciones que har¨ªan posible el cine, y la televisi¨®n de nuestro tiempo.
Su muerte, en el a?o 1931, dejar¨ªa, a trav¨¦s de la vida de un solo individuo y de los equipos de trabajo que supo crear, bases tecnol¨®gicas auxiliares para el desarrollo de todas las ciencias de nuestro tiempo.
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