Mas de 200. 000 aves mueren anualmente a causa del petr¨®leo
A los animales marinos no les sienta bien el petr¨®leo. Cada a?o mueren entre 50.000 y 250.000 aves en los mares, muertes causadas, entre otras razones, porque el petr¨®leo provoca una destrucci¨®n de las grasas que convierten en impermeables las plumas de estos animales. Al perder esta impermeabilidad, pierden la capa de aire retenida. y eso supone el que se mojen, agot¨¢ndose mucho m¨¢s al nadar y muriendo de fr¨ªo.Las aves no son las ¨²nicas afectadas por el petr¨®leo. Los mam¨ªferos tambi¨¦n sufren sus efectos.
Durante el a?o 1968, en el golfo de San Lorenzo murieron a causa del petr¨®leo, de 2.000 a 5.000 focas. Muchos peces, por otra parte, que se desarrollan en los periodos iniciales de su vida a muy poca profundidad -cinco cent¨ªmetros como m¨¢ximo- se ven condenados ante la presencia del petr¨®leo. Incluso concentraciones no muy altas de este l¨ªquido, tal como son una parte de petr¨®leo por 100.000 de agua, pueden llegar a causar la muerte de la totalidad de estos peces en crecimiento. Si las mareas negras se producen cerca de las costas, la mortalidad afecta a esos crust¨¢ceos y moluscos que constituyen la base alimenticia de muchas zonas litorales.
Todos estos hechos demuestran que el petr¨®leo es t¨®xico para los organismos vivientes, tanto a los que se ven directamente implicados como a los seres humanos que nos alimentamos de esos organismos. Hay que tener en cuenta que el petr¨®leo est¨¢ integrado por muchos componentes,? algunos de los cuales permanecen inalterables a lo largo de todo el ciclo alimentario. Estos elementos que no son ni digeridos ni eliminados, llegan, sin duda laguna, a los organismos humanos, desde su origen marino.
Alteraciones ecol¨®gicas
La incidencia de un factor como el petr¨®leo sobre ciertas especies vivientes es m¨¢s compleja de lo que parece a simple vista. Todo el equilibrio de las especies vivientes entre s¨ª se ven alterado a causa de noficeas, por ejemplo, supone una transcendentes. El crecimiento desmesurado de las algas cianoficeas, por ejemplo, supone una importante variaci¨®n del equ¨ªlibrio ecol¨®gico. Estas algas, de tonos verdiazules, dan origen con su desmesurado crecimiento a la desaparaci¨®n de otras especies.
Desde finales del siglo XIX se estudia la incidencia de un factor aislado sobre el resto de caracter¨ªsticas que definen un ambiente de seres vivos. La palabra ecolog¨ªa fue introducida por Haeckel en la terminolog¨ªa biol¨®gica. Se trata de analizar qu¨¦ consecuencias sobre el conjunto de los seres vivos puede producir el m¨¢s m¨ªnimo cambio de temperatura, luz, etc¨¦tera. La desaparici¨®n o modificaci¨®n de ciertos grupos de vegetales se proyecta inmediatamente en cambios entre los animales del lugar. Lo mismo sucede con las bacterias.
En el fondo, la ecolog¨ªa considera el conjunto de seres vivientes como el plasma interno de una c¨¦lula. El agua del mar es estudiada desde una perspectiva en la que los seres vivos que la pueblan forman parte de un todo. La ecolog¨ªa intenta el estudio de conjuntos de elementos -las diversas especies vivientes- ligados por una compleja red de relaciones.
El concepto central de la ecolog¨ªa es el de ecosistema. Se puede estudiar el ecosistema de una charca, de un embalse, de una zona geogr¨¢fica o de una comunidad urbana. El ecosistema tiene varios aspectos: descriptivo (qu¨¦ seres vivientes hay all¨ª); temporal (qu¨¦ sistemas de relaciones tienen entre ellos); para concluir en la consideraci¨®n de las variaciones que se pueden producir en los ritmos, los cambios espont¨¢neos o provocados, etc¨¦tera. Todo este ecosistema es el que se ve alterado de un modo imprevisible, y a veces¨ªambi¨¦n irreversible, cuando la acci¨®n del hombre, expresada en este caso en los vertidos de petr¨®leo al mar, es el producto, de algo no estudiado ni planificado.
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