El "ecotage", una nueva forma de protesta
?Qu¨¦ es el ecotage? La Combinaci¨®n de dos t¨¦rminos, ecolog¨ªa y sabotaje. Es tambi¨¦n un barbarisino ling¨¹¨ªstico, pero en este caso se trata de narrar una nueva forma de protesta que surje, naturalmente, en Estados Unidos de Am¨¦rica, y que llega poco a poco a nuestros pagos.Los amantes de la naturaleza, los partidarios de la defensa ecol¨®gica del planeta han decidido pasar a la acci¨®n. Ya no vale, al menos para algunos, la simple denuncia de los abusos en materia de contaminaci¨®n. Se acabaron ya los tiempos de las declaraciones firmadas masivamente. Las razones no son otras que las de su probada y comprobada ineficacia. Por cada norma legislativa en favor de la pureza ¨¢mbiental se permiten la construcci¨®n de decenas de urbanizaciones, f¨¢bricas o productos contaminantes.
En el condado de Kane (USA) act¨²a el guerrillero ecol¨®gico m¨¢s famoso del pa¨ªs. Se apoda El Zorro, y comienza a convertirse en un pionero m¨ªtico del nuevo concepto. Unas veces tapona los escapes de residuos que una empresa tiene en un r¨ªo; otras, bloquea una chimenea que lanza humos molestos; en ocasiones coloca un animalillo muerto por los pesticidas en el buz¨®n de alg¨²n ejecutivo de la empresa que los produce o desparrama por los relucientes -suelos del vest¨ªbulo de una gran empresa sider¨²rgica de Chicago aguas residuales y peces muertos, como se?ala Luis Vigil en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Star. El a?o pasado una serie de asociaciones norteamericanas amantes de la naturaleza, ante la profusi¨®n de actos aislados de sabotajes, decidieron organizar un concurso de propuestas. Una amplia selecci¨®n de las mismas conformuron un libro, Ecotage, del que ofrecemos algunos ejemplos:
?Marca en los anuncios de coches la cantidad de hidrocarbonos, gases venenosos y bi¨®xido de carbono que emite cada modelo en particular?.
?Las computadoras usan una gran cantidad de papel, mucho m¨¢s del que cree la gente y eso representa un mont¨®n de ¨¢rboles cortados para hacer pulpa. Si tienes acceso a una computadora, progr¨¢mala de modo an¨®nimo, para que imprima mensajes ecol¨®gicos en las fichas y en el papel de la impresora. Por ejemplo, en lenguaje FORTRAN ser¨ªa:
10, escribe (9,15); 15, formato
19H, reciclen esta tarjeta); 20, formato (17H, las computadoras odian a los ¨¢rboles); Ve a 10; Stop.
Este programa hace escribir indefinidamente ?reciclen esta tarjeta? en las tarjetas perforadas y ?las computadoras odian a los ¨¢rboles? en cada tercera l¨ªnea del papel de la impresora. Y nunca se detendr¨¢ por s¨ª misma, tendr¨¢ que hacerlo el operador de la computadora ?.
Otros consejos m¨¢s radicales hablan de verter en las piscinas de los ejecutivos de las empresas contaminantes algunos barriles de petr¨®leo, o desparramar por los jardines de sus villas aguas residuales, o introducir animales muertos en los buzones de los mismos ejecutivos. En definitiva los partidarios del ecolage tratan de aproximar m¨¢s la teor¨ªa a la pr¨¢ctica o, si se prefiere, que los agnates de las empresas que contaminan aprecien directamente los resultados de sus decisiones.
En Espa?a surgen, cada vez con mayor pujanza, partidarios de una acci¨®n saboteadora ecol¨®gica. Ya no resulta infrecuente contemplar en las vallas publicitarias de las grandes ciudades apostillas a sus mensajes publicitarios. Si se trata de un producto alcoh¨®lico se a?aden los casos de alcoholismo cr¨®nico que existen en el pa¨ªs. Si es un coche, lo de sus gases venenosos. En cualquier caso lo que se manifiesta es la pugna entre dos conceptos del progreso: los que piensan que hay que avanzar tecnol¨®gica y mercantilmente, y los que creen en la imposibilidad de una vida m¨¢s justa y equilibrada en un planeta inhabitable f¨ªsicamente.
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