Los partidos pol¨ªticos no han asumido las reivindicaciones feministas
La participaci¨®n de la mujer en las elecciones y la manipulaci¨®n que pueden hacer los partidos de las reivindicaciones feministas para ganar el voto femenino fueron los temas de mayor actualidad que se debatieron en el acto La mujer y la pol¨ªtica, organizado por Club de Convergencia, que se celebr¨® ayer por la tarde en el hotel Castellana. Todos los grupos feministas coinciden en que los partidos pol¨ªticos, incluso los partidos de izquierda, no han asumido las reivindicaciones de la mujer, aunque incluyan en sus programas algunas medidas reformistas, como el divorcio o los anticonceptivos.
Las divergencias entre unos grupos y otros se plantean en cuanto al modo de participar en esa lucha. Mientras algunos grupos defienden la doble militancia -la mujer act¨²a en un doble frente: pertenece a un partido y a la vez a una organizaci¨®n feminista-, otros postulan la militancia ¨²nica en el feminismo. Incluso algunos grupos m¨¢s radicales en este aspecto, como el Colectivo Feminista, propugnan la toma del poder por la mujer.
Cristina Alberdi habl¨® en nombre del Seminario Colectivo Feminista, rechazando la f¨®rmula de doble militancia y de que los cambios pol¨ªticos deben incidir en la revoluci¨®n de la vida cotidiana. Por el contrario, Carlota Bustelo, del Frente de Liberaci¨®n de la Mujer, abog¨® por la doble mil¨ªtancia, siempre que el feminismo mantenga su independencia y autonom¨ªa con respecto a los partidos pol¨ªticos.
?No cabe hablar de democracia si la mujer, que representa m¨¢s del 50 % de la poblaci¨®n, no interviene en el ejercicio de esa democracia?, se?al¨® Paloma Cruz, del Mov¨ªmiento Democr¨¢tico de Mujeres.
Mabel P¨¦rez Serrano, presidenta de Mujeres Separadas, habl¨® del palpel que la -mujer debe representar en el seno de los partidos, impidiendo que se instrumentalicen sus intereses como reclamo electoral.
Por ¨²ltimo, Carmen Vigil, del Colectivo Feminista de Madrid, afirm¨® que s¨®lo la socializaci¨®n de las tareas dom¨¦sticas en un contexto socialista general liberar¨¢ a la mujer de la opresi¨®n que padece.
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