La izquierda laborista inicia una tregua con el Gobierno brit¨¢nico

La primera fase que la tregua que la izquierda laborista le ha ofrecido al Gobierno se inici¨® ayer, con la discusi¨®n del documento Agenda para un acuerdo en el que aquella facci¨®n del comit¨¦ ejecutivo del partido en el Poder expresa sus condiciones para apoyar a la Administraci¨®n a lo largo de estos pr¨®ximos meses y en unas posibles elecciones generales.

La discusi¨®n del documento se produjo en una reuni¨®n del ejecutivo a la que asisti¨® el primer ministro, Callaghan. Agenda para un acuerdo es el texto m¨¢s importante elaborado por el laborismo desde se produjeron las dos consultas electorales de 1974. En ¨¦l, la izquierda que comanda el ministro Jony Benn le, recuerda al Gobierno los compromisos que entonces adquiri¨® con, la asamblea del partido e insiste en la necesidad de adoptar medidas econ¨®micas dr¨¢sticas en cuanto al control de la importaci¨®n y de los precios. El documento est¨¢ redactado en un tono conciliador, porque la izquierda, que suele ser muy hostil con el Gobierno, considera ahora que un enfrentamiento directo con laAdministraci¨®n podr¨ªa precipitar la crisis a la, que se enfrenta Callaghan, pr¨¢cticamente desde que sucedi¨® a Harold Wilson.

Las ¨²ltimas dificultades del l¨ªder laborista provienen de la propia capacidad parlamentaria de su partido. Existe el riesgo de que un laborista moderado, el ex ministro Reg Prentice, abandone la disciplina del partido y haga realidad sus intenciones de aliaise con otras fuerzas socialdem¨®cratas escindidas ya del laborismo. Hemos podido recoger la impresi¨®n de que. adem¨¢s de Prentice, est¨¢ interesado en la creaci¨®n de una fuerza centrista el l¨ªder liberal David Steel, que ha mantenido conversaciones con el ministro laborista y otros pol¨ªticos brit¨¢nicos. En sectores cercanos a la socialdemocracia de la que Roy Jenkins era l¨ªder moral en el Reino Unido, se nos ha dicho que la perspectiva de un partido de esas caracter¨ªsticas podr¨ªa aglutinar a conservadores que no aceptan la estrategia derechista de Margaret Thatcher y laboristas que consideran, como Prentice, que ?los extremistas de izquierdas dominan todas las decisiones?.

En ese ambiente, lo que el comit¨¦ ejecutivo del partido laborista le ofrece a Callaghan es la oportunidad de apoyarse m¨¢s en las fuerzas de la izquierda para neutralizar estas operaciones de escisi¨®n que se vienen produciendo sobre todo despu¨¦s de la conferencia que el partido celebr¨® en BlackpooL en octubre del a?o pasado.