Finaliza el confinamiento de los refugiados vascos en la isla de Yeu
Los doce refugiados vascos confinados en Yeu -algunos de ellos desde el pasado mes de octubre- abandonaron ayer la isla con una orden del Ministerio franc¨¦s del Interior por la que se les anulaba el confinamiento y se les autorizaba a residir en el continente con una conolici¨®n unica: alejarse de los departamentos fronterizos con Espa?a y, particularmente, del de los Pirineos atl¨¢nticos. Este hecho se produce dos d¨ªas despu¨¦s de que el vicepresidente para Asuntos de la Defensa, teniente general Guti¨¦rrez Mellado, se entrevistase con el ministro franc¨¦s del Interior, Michel Poniatowski.
En medios diplom¨¢ticos espa?oles del vecino pa¨ªs se nos asegur¨® que el Gobierno franc¨¦s estaba decidido a que por esta vez se cumpliesen sus ¨®rdenes, y a adoptar medidas dr¨¢sticas -se habl¨® de un posible confinamiento futuro en las colonias francesas de ultramar- si se les sorprend¨ªa en el Pa¨ªs Vasco franc¨¦s.Los doce vascos de Yeu abandonaron la isla a las 2,15 de la tarde, a bordo de La Vend¨¦e, el peque?o transbordador que une diariamente la isla con el puerto de Fromentine. Desde media ma?ana conoc¨ªan la buena nueva. Los propios guardias republicanos, que durante cinco meses se han convertido en su sombra, les ampliaron algunos detalles sobre el levantamiento de la sanci¨®n.
Aunque en el momento de redactar esta informaci¨®n -nueve de la noche- los doce refugiados se encuentran de viaje hacia el sur de Francia, su salida de este especial¨ªsimo exilio ha tenido las siguientes etapas: a las nueve de la ma?ana de ayer les comunicaba en la gendarmer¨ªa de Port Joinville -peque?a capital de la isla- que les hab¨ªa sido levantado el confinamiento; a las 2,15 tomaban el barco en la isla, con acompa?amiento de guardias se trasladaron hasta La Roche-sur-Yon, en esta localidad les fue facilitado un billete de tren para llegar hasta Burdeos.
La llegada a esta ciudad estaba prevista para las diez de la noche. Seg¨²n informaciones obtenidas cerca de la polic¨ªa francesa, hab¨ªa ¨®rdenes estrictas de no permitir manifestaciones. Ante esta act¨ªtud era previsible que pudieran ocurrir enfrentamientos, ya que varios autobuses que se dirig¨ªan desde San Sebasti¨¢n hacia la isla se enteraron de la noticia cuando se encontraban a en territorio franc¨¦s y su intenci¨®n era recibir a los doce refugiados en Burdeos.
Las restricciones de residencia afectan a un l¨ªmite que se sit¨²a justamente en los accesos a Bayona, por lo que era previsible que los doce vascos se dirigieran ayer noche hacia el sur de Francia.
En algunos medios del vecino pa¨ªs ha sorprendido esta deeisi¨®n del Gobierno franc¨¦s, que hace tan s¨®lo unas semanas hab¨ªa a?adido un nuevo deportado en la isla. En medios period¨ªsticos parisienses se pensaba que la decisi¨®n hab¨ªa sido objeto de conversaciones entre las autoridades francesas y espa?olas, y podr¨ªa estar motivada, fundamentalmente, por la pr¨®xima extensi¨®n de la amnist¨ªa. En este, sentido se hab¨ªa manifestado hace tan s¨®lo algunas semanas el ref¨²giado vasco Here?o, que declar¨®a EL PAIS que ?tan s¨®lo la amnist¨ªa podr¨ªa, permitirles la salida de la isla?.
Seg¨²n esta versi¨®n, el se?or Poniatowski no habr¨ªa querido, sin embargo, doblegarse en toda regla, y habr¨ªa impuesto esa restricci¨®n de residir fuera de los departamentos fronterizos con Espa?a, condici¨®n esta que no habr¨ªa sido exigida desde Madrid.
Un hecho impopular
Otras motivaciones para el levantamiento de las sanciones hay que buscarlas en la propia pol¨ªtica interna francesa. El tema de Yeu se hab¨ªa convertido en una fuente de conflictos internos, manifestaciones y m¨ªtines, promovidos por la izquierda para poner el acento en lo que supon¨ªa un atentado a las libertades individuales. En un momento en el que Francia entra en per¨ªodo preelectoral, Yeu era un absceso molesto para el Gobierno.
A t¨ªtulo de anecdotario se puede se?alar que en el transcurso de los pr¨®xirnos d¨ªas se hab¨ªan prornovido lassiguientes acciones en torrio a los confinamientos en la isla: una expedici¨®n de barcos pesqueros espa?oles para este fin de semana; asimismo, otra marcha nacional sobre Fromentine para ¨¦l pr¨®ximo d¨ªa 28, y un partido de f¨²tbol entre las viejas glorias del f¨²tbol vasco sin fecha fija. Si a ello se a?aden los m¨ªtines celebrados en Nantes y las interpelaciones en el Congreso, no parece aventurado se?alar que la proximidad de la amnist¨ªa en nuestro pa¨ªs haya sido un buen pretexto para terminar con este episodio de Yeu.
Los doce confinandos que ayer pudieron abandonar finalmente la isla son Pedro Here?o, Roberto Echevarr¨ªa, Jos¨¦ Miguel Be?ar¨¢n, Eloy Uriarte, Juan Jos¨¦ Gurruchaga, Jos¨¦ Sagard¨ªa, Javier Aya Zulaica, Tom¨¢s P¨¦rez Revilla, Jes¨²s Macazaga, L¨¢zaro Arandia, Gregorio Garitamendia y Manuel Macazaga.
Se da la circunstancia de que algunos de ellos disponen en la actualidad de pasaporte espa?ol en regla, lo que, en teor¨ªa, les habr¨ªa posibilitado para regresar a nuestro pa¨ªs, aunque, seg¨²n su abogado, decidieron no beneficiarse de esta posibilidad en solidaridad con sus compa?eros. En medios del sur de Francia, pr¨®ximos a los refugiados, se aseguraba ayer que Here?o y Roberto Echevarr¨ªa estaban en posesi¨®n del pasaporte. En el consulado de Bayona se nos neg¨®, sin embargo, este extremo, ya que precisamente ellos dos figuran en las listas de los que no pueden regresar a nuestro pa¨ªs. Lo misma fuente confirmaba, por otra parte, que, en efecto, algunos de los deportados ten¨ªan pasaporte espa?ol, lo que en su d¨ªa origin¨® no poca sorpresa en los medios policiales franceses.
Los doce de Yeu fueron llegando a la isla en fechas y condiciones distintas. Here?o, Echevarr¨ªa, Arandia y Be?ar¨¢n se encontraban en Yeu, con sendas ¨®rdenes de expulsi¨®n del tarrritori o franc¨¦s, desde el pasado mes de octubre. Los dem¨¢s fueron incorpor¨¢ndose en las mismas condiciones. Casi siempre aleg¨® el Gobierno franc¨¦s para su deportaci¨®n que los inculpados no hab¨ªan obedecido anteriores asignaciones; de residencia. S¨®lo Aya Zulaica fue trasladado a la isla directamente desde la c¨¢rcel de Bayona, despu¨¦s de haber cumplido parcialmente una condena por extorsi¨®n.
Intensa vigilancia
Estas medidas de confinamiento en la isla de Yeu -donde permaneciera recluido el mariscal Petain- tuvieron ya su precedente en la primavera del pasado a?o. El 9 de abril, nueve vascos eran trasladados a la isla por vez primera. Casi un mes despu¨¦s se les sumaban los cuatro presos de Segovia que hab¨ªan conseguido alcanzar el vecino pa¨ªs. Finalmente, el 11 de julio todos ellos consiguieron fugarse de Yeu.
Cuando el se?or Poniatowski eligi¨® nuevamente la isla para alejar de la frontera espa?ola a los vascos que consideraba molestos, decidi¨® imponerles una vigilancia que anulase cualquier tentaci¨®n de fuga. Una decena de hombres han permanecido durante meses con una vigilancia que se elevaba a 150 CRS, dotados de veh¨ªculos y aparatos de radio para seguir a los refugiados en todos sus movimientos apenas pon¨ªan un pie fuera del hotel. Este permanente seguimiento ha provocado situaciones c¨®micas a veces, y no pocos enfrentamientos que en una ocasi¨®n terminaron en batalla campal a las puertas del hotel. Su residencia habitual ha sido el hotel Des Voyageurs, una peque?a residencia de cl¨¢sico estilo franc¨¦s, donde se puede dormir y comer por unos noventa francos -unas 1.300 pesetas-, que, naturalmente, corr¨ªan a cargo del presupuesto franc¨¦s. La estancia de estos vascos en la peque?a isla atl¨¢ntica ha tenido tambi¨¦n su an¨¦cdota rosa: el pasado lunes se casaron en el Ayuntamiento de Port Joanville Jos¨¦ Miguel Re?ar¨¢n y Mar¨ªa Asunci¨®n Arana. Esta ¨²ltima hab¨ªa permanecido tambi¨¦n deportada en esta isla por espacio de algunas semanas durante los meses de octubre y noviembre.
Dentro de la l¨®gica explosi¨®n de alegr¨ªa que produjo entre los refugiados su salida de la isla -donde hab¨ªan logrado ya importantes apoyos por parte de la poblaci¨®n-, se registr¨® ayer un temor que no se cumpli¨® finalmente: que hiciese con ellos la polic¨ªa francesa lo que recientemente hizo con Alfonso Sastre, esto es, ponerlos en la frontera espa?ola. Afortunadamente no se cumpli¨® este mal presagio, y los doce vascos de Yeu habr¨¢n celebrado esta noche, sin CRS a sus espaldas su nueva libertad.
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