El gran circo mexicano
Luis Alcoriza, espa?ol exiliado en M¨¦xico, antiguo colaborador de Bu?uel, es poco conocido en su pa¨ªs natal, pero su filmograf¨ªa -en la que destacan t¨ªtulos espl¨¦ndidos, como Tiburoneros o Tarahumara- se sit¨²a entre las m¨¢s importantes producidas en el ¨¢mbito hispanoamericano. La ¨²ltima etapa de su obra, sin embargo, marcada por el sello de un populismo m¨¢s que discutible, es mucho menos atractiva, e inspira serias dudas sobre la continuidad de un estilo, de un modo de hacer, que fue una inspiraci¨®n evidente -aunque escasamente seguida, por desgracia-, para todo autor preocupado por hacer llegar sus trabajos a los espectadores con la m¨¢xima eficacia.La eterna disyuntiva entre claridad y complejidad, el deseo de hacerse entender directamente por cualquier receptor o de dirigirse a una selecta y elitista minor¨ªa exquisita, es un punto de partida, una tentaci¨®n, que todo artista debe resolver muy pronto. No caben, o muy escasamente, t¨¦rminos medios: o los profesionales se convierten en instrumentos de la industria, aceptan sus convenciones expresivas y limitaciones conceptuales, y a trav¨¦s de ellas, intentan entregar a los diversos p¨²blicos su manera de ver y entender el mundo, o bien se marginan y adecuan sus caracter¨ªsticas expresivas a la presente capacidad de los cin¨¦filos, aptos para degustar las m¨¢s sofisticadas concepciones y alusiones.
Mec¨¢nica nacional, escrita y dirigida por Luis Alcoriza, con fotograf¨ªa de Alex Milips
Int¨¦rpretes: Manolo F¨¢bregas, Lucha Villay Sara Garc¨ªa. Estreno: Bellas Artes.
Luis Alcoriza es, sin ninguna duda, un cineasta popular, en el mejor sentido del t¨¦rmino, es decir, que sabe hacerse entender sin despreciar a sus destinatarios, adaptando su forma de trabajar al nivel del espectador medio sin por ello degradar las obras. Su preocupaci¨®n por las minor¨ªas sin cultura, por los indios, se traduce en sus mejores trabajos, pero tambi¨¦n, encontramos una espontaneidad, una soterrada visi¨®n humor¨ªstica donde los tonos agrios no ocultan una gran lucidez y una sana alegr¨ªa de vivir. El intelectualismo m¨¢s se rioy exigente es compatible en ¨¦l con una forma muy directa, tremendamente relacionada con el espect¨¢culo popular de M¨¦xico. Mec¨¢nica nacional, sin embargo, es un intento frustrado de construir un gran fresco cr¨ªtico sobre aquel pa¨ªs, en el que el populismo y los toques sainetescos borran -hasta su completa extinci¨®n- el fondo sat¨ªrico. La materia prima es, desde luego, muy poco maleable. No olvidemos que los actores mexicanos, hablando en t¨¦rminos generales, desde luego, no se colocan entre los mejores del mundo, y, salvo Luis Bu?uel, capaz de extraer de ellos interpretaciones milagrosas, muy pocos directores han conseguido hacerlos funcionar. El gui¨®n -de esta pel¨ªcula es excesivamente simple y t¨®pico. Los personajes quieren representar a la totalidad de unos grupos, y a funciones y actividades sociales muy complejas, pero no alcanzan a expresar con rigor ni a un solo individuo. Las obras multitudinarias o corales, con decenas de personajes que est¨¢n continuamente en pantalla, exigen una: maestr¨ªa indiscutible que Alcoriza no ha logrado mantener m¨¢s que en muy escasas ocasiones.
Pese a todo, pienso que vale la pena ver esta muestra de una cinematograf¨ªa que s¨®lo de tarde en tarde llega a nuestras pantallas, aunque yo prefiera algunos de sus mejores filmes anteriores, y ya en esta ¨²ltima etapa de su carrera. Las fuerzas vivas, en la que Alcoriza, dentro de una f¨®rmula similar a la que comentamos, alcanza resultados superiores.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.