Pol¨¦mica sobre la construcci¨®n de industrias en terrenos calificados como r¨²sticos

El pleno del Ayuntamiento de San Sebasti¨¢n de los Reyes ratific¨® ayer un acuerdo anterior, por el que se da v¨ªa libre a un avance de planeamiento (especie de plan parcial), que prev¨¦ construir naves industriales en terrenos calificados como r¨²sticos. Anteriormente, el mismo Ayuntamiento hab¨ªa decidido paralizar todo tipo de actividad urban¨ªstica en tanto no se aprobara el nuevo plan general.El asunto es muy complejo, y algunos de sus aspectos quedaron sin aclarar. San Sebasti¨¢n de los Reyes tiene en estudio un nuevo plan general, que comprenda todo el t¨¦rmino y sustituya al vigente desde 1968. Para facilitar los trabajos, la Corporaci¨®n acord¨® en noviembre de 1975 no permitir nuevas actuaciones ni dar licencias de construcci¨®n en terrenos no edificables.

En agosto del a?o pasado la empresa Gefidocks, dedicada a naves de almacenamiento y dep¨®sitos, present¨® un avance de planeamiento en el que solicita construir varios edificios. En esas cien hect¨¢reas, hoy r¨²sticas, se permiten 0,2 metros c¨²bicos por metro cuadrado de volumen. El avance prev¨¦ un aprovechamiento del 50% del suelo, y un volumen de cinco metros c¨²bicos por metro cuadrado.

En el momento de presentarle, la empresa no aport¨® los datos de su personalidad jur¨ªdica (estar inscrita en el registro) ni el ser propietaria de los terrenos en cuesti¨®n.

El avance fue aprobado provisionalmente en un pleno celebrado en noviembre pasado, en el que el alcalde present¨® una moci¨®n personal recomendando su aprobaci¨®n, y remitido al Arca Metropolitana para su dictamen definitivo.

Ayer, tres concejales presentaron una moci¨®n pidiendo la revocaci¨®n del acuerdo y la nulidad de las actuaciones, bas¨¢ndose en los defectos de forma citados, y adem¨¢s en el hecho de que el avance debe adecuarse al Plan vigente, como tampoco puede condicionar la redacci¨®n del nuevo.

El concejal Fern¨¢ndez Armend¨¢riz present¨® la operaci¨®n como una clara jugada especulativa, en la que se iban a transformar cien hect¨¢reas de terreno en beneficio de una empresa privada.

El alcalde, se?or Laporta, se apoy¨® en los informes jur¨ªdicos municipales, para defender la actuaci¨®n, y rebati¨® la anterior acusaci¨®n, indicando que a la empresa se le hab¨ªan impuesto determinadas condiciones, como son que el porcentaje de edificaci¨®n no ser¨¢ superior al 50% del terreno, y a cinco metros c¨²bicos de volumen, (lo que ya sobrepasa con mucho las recomendaciones del ¨¢rea), que la empresa deber¨¢ pagar la urbanizaci¨®n y la infraestructura de los terrenos, y que ¨¦stos no pueden ser traspasados ni enajenados a posibles terceros. La empresa deber¨ªa depositar cien millones de pesetas como garant¨ªa, que se le devolver¨ªan en caso de cumplir las condiciones.

Pero parece ser que existe una carta, de fecha 14 de diciembre, en la que la empresa no acepta las condiciones anteriores. Un concejal pidi¨® que se confirmara o no su existencia, puesto que, de ser cierto, el Ayuntamiento tendr¨ªa que denegar autom¨¢ticamente la tramitaci¨®n del avance.

Despu¨¦s de una larga discusi¨®n, no se contest¨® a la pregunta de si la empresa era o no propietaria de los terrenos, ni si hab¨ªa aceptado o no las condiciones, ni se aclar¨® la conveniencia de reconvertir terrenos r¨²sticos en edificables cuando se est¨¢ redactando un plan general nuevo.

El dictamen favorable a la empresa pas¨® a votaci¨®n, y se aprob¨® por ocho votos a tres, con la consiguiente derrota de la moci¨®n.