Los problemas morales de la politica
? La pol¨ªtica de Carter est¨¢ planteando algunas cuestiones de principio. En primer lugar, la de saber hasta qu¨¦ punto es viable una pol¨ªtica basada en premisas de orden moral; si pueden las directrices pol¨ªticas de una potencia mundial fraguarse y realizarse sin zonas oscuras y secretas, sin echar mano del equivalentea los famosos ?fondos de reptiles? y a manipulaciones que la seguridad y el buen orden externo exigen mantener ocultos. Especialmente si no todos los con.currentes al campo del juego pol¨ªtico est¨¢n dispuestos a observar las mismas leyes.Queda, claro est¨¢, la versi¨®n de quienes,estiman que debajo de todo esto, la intenci¨®n no es tan clara. Quienes creen que precisamente el aparente desenfado con que se ventea el lado turbio de la acci¨®n p¨²blica de determinados hombres de Estado y sus instrumentos encierra a su vez intenciones que no son precisamente rectil¨ªneas.
Caben, desde luego, las m¨¢s variadas interpretaciones. Pero de momento son muchas e importantes las personalidades que en todo el mundo est¨¢n siendo afectadas por la imparable ola de ponerlo todo a la luz del d¨ªa.
El mismo presidente Carter acaba de decir en una conferencia de prensa que, en algunos aspectos, los servicios de informaci¨®n se ven precisados a guardar el secreto. Por lo dem¨¢s, seg¨²n su, criterio, no hay nada il¨ªcito en los pagos efectuados por la CIA a algunas personalidades extranjeras. Es, en cierto modo, una respuesta a medias a este problema. La de que no siempre puede un Estado obrar como quien dice con ?luz y taqu¨ªgrafos.? ni sistem¨¢ticamente prescindir de algunas formas de conducta que no se ajustan de una manera absoluta a las exigencias de una normativa de limpidez ¨¦tica que no admita dudas.Es una buena prueba de que la pol¨ªtica que en tantos aspectos ha comenzado la nueva Administraci¨®n norteamericana, puede acarrearle dificultades y encerrarle a la postre en enojosas contradicciones.?
, 24 de febrero
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