Andr¨¦s Gaos , m¨²sico gallego
El Instituto Argentino de Cultura Gallega del Centro Gallego de Buenos Aires edit¨® este disco hace tres a?o para conmemorar el centenario del nacimiento de Andr¨¦s Gaos (1874-1959), uno de los m¨¢s notables compositores que ha dado Galicia en todos los tiempos. Ciertamente, a causa del abandono en que se ha visto relegado tradicionalmente el Pa¨ªs Gallego, su participaci¨®n en el movimiento musical nacionalista fue m¨ªnima, si la comparamos con la de otras regiones espa?olas. Recordemos la aportaci¨®n de Marcial del Adalid con sus Cantares nuevos y viejos, la breve e intuitiva de Juan Montes, la de L¨®pez Varela, la de Pascual Veiga, la de Eduardo Rodr¨ªguez Losada, y en la actualidad, la moderna e incisiva de Rogelio Groba.Otros compositores no gallegos se han ocupado de enaltecer con su m¨²sica el viejo fogar de Breog¨¢n. El maestro Rodrigo de Santiago, que tanto ha estudiado la m¨²sica galaica, dedic¨® un trabajo a la, ¨®pera de Gregorio Baudot, Cantuxa. Fern¨¢ndez Caballero, Pablo Luna, Conrado del Campo, Jes¨²s Guridi y Amadeo Vives han vertido su inspiraci¨®n galleguista en diversas obras l¨ªricas de valor desigual.
Andr¨¦s Gaos: Aires Gallaos
Nuevos Aires Gallegos, Op. 36: Mu?eira, de la suite ?Hisp¨¢nicas?. Andr¨¦s Gaos Guilloch¨®n, piano. RCA SCLI-7107.
Con este conciso, aunque significativo panorama, puede comprenderse mejor la importancia que para Galicia, y en su caso, para Loda Espa?a, tiene la obra s¨®lida, bien construida, de Andr¨¦s Gaos Berea.
Andr¨¦s Gaos naci¨® en La Coru?a, el 21 de marzo de 1874, en el seno de una familia que cultivaba tradicionalmente la m¨²sica. Muy ni?o se traslad¨® a Vigo. Estudi¨® viol¨ªn con tanto aprovechamiento que pudo dar en aquella ciudad su primer concierto cuando contaba diez a?os de edad. En el Real Conservatorio madrile?o puso fin a sus estudios violin¨ªsticos en 1888, mereciendo las mejores calificaciones y la felicitaci¨®n de un gran maestro, de la especialidad, Jes¨²s Monasterio. Como otros compositores espa?oles de la ¨¦poca, emprende Gaos el camino de Par¨ªs y Bruselas. En la ciudad belga, lugar fundamental para todo violinista, recibe, entre otras, las ense?anzas de Ysaye y Gevaert.
Una vez alcanzada la mayor¨ªa de edad, deja Europa y se traslada a Am¨¦rica. A partir de entonces, sus actividades art¨ªsticas tendr¨¢n como centro la capital argentina.
Andr¨¦s Gaos fue, ante todo, un violinista excepcional. Es asombroso el n¨²mero de figuras violin¨ªsticas que ha dado un pa¨ªs como el nuestro, carente de verdadera tradici¨®n en este aspecto. En la misma Galicia, adem¨¢s de Gaos, tenemos el caso de Manuel Quiroga. Gaos ha dado conciertos y recitales en toda Am¨¦rica y tambi¨¦n en. Europa. En Par¨ªs, bajo la direcci¨®n de Saint-Saens, triunfa clamorosamente en la parte solista de la Sinfon¨ªa espa?ola de Lal¨®, el a?o 1904. M¨¢s tarde desempe?a la c¨¢tedra de viol¨ªn superior en el ?Conservatorio Williams?, de Buenos Aires, y compone. Escribe mucho, lo mejor de su producci¨®n, en las primeras d¨¦cadas del siglo. De entonces son algunos de sus poemas sinf¨®nicos, la ¨®pera Amor vedado, la Sonata para viol¨ªn y piano, Op. 37, y los Aires gallegos, Op. 36, que han sido grabados ahora por su hijo.
El a?o 1937, durante la Exposici¨®n Universal de Par¨ªs, dirigi¨® con ¨¦xito la Orquesta Lamoureux varias obras suyas.
?C¨®mo es la m¨²sica de Gaos? La de la primera ¨¦poca es la mejor, la m¨¢s aprovechable para nosotros... Esta m¨²sica est¨¢ en las corrientes neoimpresionisas de aquel tiempo. La influencia francesa, en la trayectoria que arranca de C¨¦sar Franck, predomina en la est¨¦tica de Gaos.
Otro buen m¨²sico ?erixebre?, Reveriano Soutullo, frustrado por el medio musical espa?ol, escrib¨ªa en 1929: El compositor, cuando quiera hacer obra gallega, ha de recorrer nuestra tierra para saturarse del ambiente, para sentir su esp¨ªritu y su emoci¨®n, pero la labor profunda, met¨®dica y razonada, debe hacerla en su despacho, con los cantos populares a la vista...
Esto supo hacer Andr¨¦s Gaos como ning¨²n otro compositor gallego. Sus giras europeas pasaban inevitablemente por Galicia. Bien formado t¨¦cnicamente, las piezas del violinista espa?ol muestran ese buen oficio, tan raro entre los autores de su tierra y de su tiempo. Sin embargo, Gaos no evolucion¨®. Su franckiana sinfon¨ªa En las monta?as de Galicia, estrenada en La Coru?a bajo la direcci¨®n de Rogelio Groba, gracias a la Asociaci¨®n Gaos, hace poco m¨¢s de quince meses, data del a?o 1953 y es una sinfon¨ªa totalmente rom¨¢ntica.
El presente registro de dos suites pian¨ªsticas del compositor coru?¨¦s nos pone en contacto con una m¨²sica de buen gusto, un tanto nost¨¢lgica, y m¨¢s ¨ªntima que brillante. La interpretaci¨®n del hijo del compositor es correcta, as¨ª como la grabaci¨®n. Convendr¨ªa conocer las obras de c¨¢mara y las sinf¨®nicas para juzgar con m¨¢s elementos el arte de Gaos, una figura a tener en cuenta en la historia de nuestra m¨²sica del presente siglo.
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