El IRA intensifica su campa?a contra objetivos econ¨®micos
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La lenta campa?a del IRA provisional contra objetivos econ¨®micos, civiles y militares brit¨¢nicos, tanto en Inglaterra como en el Ulster, parece que se ha intensificado ahora, tras los esfuerzos hechos por el Gobierno de Londres para afianzar los mecanismos de poder con los que manda en la provincia. Durante esta ¨²ltima semana las muertes m¨¢s destacadas han sido las de un hombre de negocios de Belfast y de un fiscal del condado de Armagh.
Ambos asesinatos, a los que se unen otros atentados igualmente graves pero que adquieren menor publicidad, responden enteramente a los prop¨®sitos con los que el IRA sigue su campa?a de intimidaci¨®n contra lo que este Ej¨¦rcito Republicano Provisional considera como ?la representaci¨®n en el Ulster del imperialismo brit¨¢nico ?.El primer atentado contra un hombre de negocios se produjo este a?o en el Ulster, inmediatamente despu¨¦s de que el ministro encargado de los Asuntos de la Provincia, Roy Mason, anunciara un amplio programa de inversiones de compa?¨ªas multinacionales que acud¨ªan al territorio atra¨ªdas por la ?paz industrial? que all¨ª se respira. El asesinado en aquella ocasi¨®n fue el representante de Du Pont, la empresa norteamericana m¨¢s importante entre las que hay en Irlanda del Norte. Los tres atentados han tenido luego como v¨ªctimas a otros tantos en esa misma l¨ªnea de intimidaci¨®n. Finalmente, la muerte del fiscal de Armagh es una nueva advertencia a los empleados civiles de origen brit¨¢nico de que su vida en la regi¨®n est¨¢ siempre en peligro.
La persistencia de esta campa?a del IRA parece que ha tenido efectos contraproducentes. La Asociaci¨®n de Empresarios de la provincia ha declarado que se propone seguir animando a sus miembros a tomar un inter¨¦s a¨²n mayor en el desarrollo econ¨®mico de la provincia, e incluso a intervenir en la pol¨ªtica local.
Los atentados contra empleados civiles tienen una repercusi¨®n que no favorece a la posible popularidad que los intereses del Movimiento Republicano Irland¨¦s tengan en Gran Breta?a. En el contexto de estos asesinatos, las repetidas advertencias de Mason de que no habr¨¢ amnist¨ªa para prisioneros del IRA no despiertan reacciones contrarias, en favor de alguna forma de clemencia. La narraci¨®n del asesinato del fiscal de Armagh ilustra esa circunstancia:
Rory O'Kelly, la v¨ªctima, hab¨ªa pedido una cerveza en la barra de un bar. Un joven se situ¨® a su lado y pidi¨® otra cerveza. Cuando O'Kelly comenzaba a beber, el joven, que no hizo nada por ocultarse, le dispar¨® a quemarropa. O'Kelly era un fiscal que s¨®lo se ocupaba de delitos comunes y que no ten¨ªa nada que ver con el IRA provisional.
Por otro lado, el incremento de la violencia, que ahora se ha hecho menos indiscriminada, mucho m¨¢s calculada, impide las negociaciones pol¨ªticas para devolver poderes ejecutivos a la provincia. Durante la pasada semana muri¨® el ¨²ltimo primer ministro del Ulster, Brian Faulkner, que precisamente se retir¨® de la pol¨ªtica a los 54 a?os porque crey¨® que los pol¨ªticos no ten¨ªan nada que hacer en Irlanda del Norte mientras persistiese la lucha armada y fuera Londres el que controlara el Gobierno de la regi¨®n.
La campa?a del IRA, a la que se han atribuido negociaciones con grupos paramilitares contrarios para buscar un alto el fuego, ha dificultado tambi¨¦n sus relaciones con la prensa y sobre todo con la televisi¨®n. El ministro Mason ha acusado ala BBC de dar demasiado espacio a los propagandistas de los movimientos republicanos armados. En la ¨²ltima quincena, la emisora de la BBC en Irlanda del Norte ofreci¨® una entrevista con un sospechoso de terrorismo que no aparec¨ªa en pantalla. La polic¨ªa ha interrogado a las c¨¢maras para buscar pistas para identificar al entrevistado. Como consecuencia de tales interrogatorios, en los que los t¨¦cnicos se negaron a colaborar, la Asociaci¨®n de T¨¦cnicos de la Televisi¨®n Brit¨¢nica ha pedido a sus miembros que se nieguen a hacer trabajos en los que se impliquen representantes del IRA confesos de terrorismo. En otro programa, la BBC ofreci¨® una entrevista con un maestro del Ulster que explic¨® c¨®mo la polic¨ªa lo hab¨ªa torturado durante un interrogatorio.
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