Cid Cebri¨¢n: "Los dos procesamientos s¨®lo son la punta del iceberg"
El abogado Miguel Cid Cebri¨¢n, que en su d¨ªa present¨® querella criminal ejercitando la acci¨®n popular por los supuestos delitos que se hubieran podido cometer en el caso de la Lockheed, manifest¨® ayer a los periodistas que la actual situaci¨®n del caso -con el procesamiento de dos militares- no es ?m¨¢s que la punta del iceberg de un esc¨¢ndalo de corrupci¨®n que representa la de otros numerosos casos que durante cuarenta a?os se han venido practicando en nuestro pa¨ªs de forma normal-, y el Gobierno puede dar ahora la medida de su inter¨¦s en tirar de la manta de toda esa corrupci¨®n?. El motivo de la rueda de prensa -celebrada en la sede de S¨¢bado Grafico- fue informar que la jurisdicci¨®n civil le hab¨ªa rechazado su querella a causa de haber pasado el sumario a la jurisdicci¨®n militar.
El abogado Cid Cebri¨¢n hizo notar que los dos procesados, el general Luis Rey y el coronel Carlos Grandal, est¨¢n acusados en base al art¨ªculo 198 del C¨®digo Penal. Este se?ala: ?La autoridad o funcionario p¨²blico que, prevali¨¦ndose de su cargo, ejerciere alguna profesi¨®n directamente relacionada con la esfera de sus atribuciones oficiales o interviniere directa o indirectamente en empresas o asociaciones privadas con m¨®vil de lucro, incurrir¨¢ en la pena de inhabilitaci¨®n especial y multa de 10.000 a 500.000 pesetas.? El abogado precis¨® que esto significa ?que no se les juzga por presunto delito de soborno y a todo lo que este asunto puede quedar reducido es a una peque?a multa y, a lo sumo, quitarles los cargos militares que ostentan los dos procesados?.?En cuanto a los regalos hechos en Navidad por la Lockheed a empleados de Iberia o de Construcciones Aeron¨¢uticas, SA, como ¨¦stos no son funcionarios, no se considera delito de cohecho?, seg¨²n refiri¨® el se?or Cid Cebri¨¢n comodato, que aportaba el informe del fiscal del Tribunal Supremo al Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 12.
?En consecuencia -estim¨® el abogado-, esas personas que recibieron regalos no s¨®lo no sentir¨¢n la m¨¢s m¨ªnima sanci¨®n sino que la opini¨®n p¨²blica quedar¨¢ sin saber qui¨¦nes son esos empleados de empresas p¨²blicas que aceptan tales d¨¢divas.?
Durante la rueda de prensa el se?or Cid Cebri¨¢n aclar¨® que su inter¨¦s al presentar la querella fue triple: salir al paso de un tipo de delito que en Espa?a no se persegu¨ªa demasiado, poner en evidencia las lagunas de la legislaci¨®n espa?ola en materia de sanci¨®n de estos delitos y demostrar que, lejos de otros pa¨ªses democr¨¢ticos, Espa?a no dispon¨ªa del esquema de partidos, parlamentario y de libertad de prensa suficiente como para poder trasladar a la opini¨®n p¨²blica los detalles de una delincuencia asentada en la corrupci¨®n administrafiva. ?Resultaba parad¨®jico que, en el asunto Lockheed, la primera persona procesada fuese un periodista (el director de S¨¢bado Gr¨¢fico) por haber publicado una lista de nombres de presuntos implicados en un affaire del que ni siquiera se se?alaba su nombre.?
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