Convenios colectivos y huelgas laborales
El reciente decreto-ley sobre Relaciones Laborales no regula las huelgas laborales sino los paros laborales. Huelga y paro son cosas semejantes, pero no id¨¦nticas.Son semejantes porque tanto una como otro pueden tener una motivaci¨®n laboral, y porque una y otro se exteriorizan mediante la cesaci¨®n colectiva en el trabajo. Son diferentes por la distinta finalidad que una y otra persiguen.
El paro laboral, los paros laborales, son meras cesaciones colectivas en el trabajo, sin ninguna pretensi¨®n de insertarse dentro de la lucha de la clase obrera po r la transformaci¨®n de la sociedad.
La huelga, por el contrario, es el instrumento m¨¢s perfilado de exteriorizaci¨®n de la oposici¨®n de los trabajadores frente a los empresarios. La huelga, aunque tenga una motivaci¨®n originaria estrictamente laboral, es un pasoim¨¢s en la lucha de los. traba adores para ?ntentar cambiar una sociedad donde no les va nada bien.
La filosof¨ªa sindical y laboral del Gobierno Su¨¢rez no tiene nada que ver con lo hasta aqu¨ª dicho. Bien claramente lo se?ala el pre¨¢mbulo del decreto-ley sobre Relaciones Laborales, donde la huelga queda -definida como-ac-, ci¨®n de apoyo a reivindicaciones colectivas laborales.
Tampoco coinciden los trabajadores con el Gobierno en materia de convenios colectivos. Mientras que para los sindicatos obreros el convenio es un simple instrumento a trav¨¦s del cual se pone t¨¦rmino concertado a una situaci¨®n de tensi¨®n en las relaciones laborales, y se establecen las condiciones que han de regular las relaciones laborales entre las partes que lo suscriben, para el Gobierno Su¨¢rez, los, convenios colectivos son algo m¨¢s ?m-,, portante, son instrumentos de paz social.
Las consecuencias de esta concepci¨®n gubernamental son bien claras: en tanto un convenio est¨¢ vigente no pueden hacerse huelgas para modificarlo, ni establecerse durante la vigencia de un convenio otro de inferior o superior ¨¢mbito. A sensu contrario s¨ª pueden hacerse huelgas durante la negociaci¨®n de Jos' convenios,corno acci¨®n de apoyo a ¨¦stos.
Se?aldado el marco en que la huelga*puede hacerse durante la tramitaci¨®n de un convenio, es claro que cuantas m¨¢s dificultades existan para firmar un convenio y para realizar una huelga, menos instrumento de paz social ser¨¢ un convenio colectivo, porque m¨¢s. dif¨ªcil ser¨¢ firmarlo, y m¨¢s dif¨ªcil a¨²n, respetarlo una vez firmado.
Hacer una huelga legal en base al decreto-ley de Relaciones Laborales es realmente dif¨ªcil. Lo es porque son muchas las huelgas que quedan descalificadas como ?legales. Pero tambi¨¦n lo es por la dificultad de articular una huelga de sector. o, una huelga local, por las consecuencias que la huelga legal proyecta sobre los huelguistas en materia de incapacidad laboral transitoria y desempleo parcial, por la dificultad de pasar de un conflicto colectivo a una huelga cuando se ve claramente por los trabajadores que el conflicto no es v¨ªa de soluci¨®n del problema planteado, y, sobre todo, es dificil que la huelga dure el tiempo que los trabajadores quieran que dure, ya que el decreto-ley concede amplias facultades al ' Gobierno para aplazar la huelga, o simplemente, para acabar con ella definitivamente.
No parece que sea f¨¢cil hacer una huelga legal. La consecuencia m¨¢s inmediata que de ello se deriva es que, de hecho, se har¨¢n huelgas ?legales, con lo que los trabajadores ir¨¢n. arrinconando poco a poco el decreto-ley aprobado por el Gobierno. Pero, entretanto, los trabajadores se arriesgan al despido y a que la autoridad laboral suspenda, hasta por seis meses, las negociaciones de los convenios colectivos durante cuya tramitaci¨®n se hagan huelgas ?legales.
El desequilibrio entre las posiciones emplesarial y obrera es manifiesto, m¨¢xime cuando los trabajadores siguen careciendo de libertad sindical. No creo que los: empresarios hayan pretendido una, normativa como la que el Gobierno acaba de dictar, pues con su habitual realismo, saben que las normas legales s¨®lo sirven para algo cuando se apoyan en la realidad. Pero como el decreto-ley est¨¢ vigente, y eso s¨ª que es una realidad, habr¨¢ que esperar unos meses para ver si de verdad los convenios colectivos van a ser tratados de paz o campos de batalla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.