Cumplea?os feliz
La Comunidad Econ¨®mica Europea cumple sus veinte a?os, edad de adultos -y hasta de adulterios-, perfectamente afianzada en lo que algunos llaman el camino de los grandes desplazamientos. Incluso el se?or Callaghan, que hace s¨®lo unas horas parec¨ªa el m¨¢s vacilante de sus dirigentes, ha vuelto ahora a la buena senda, tras su desplazamiento hacia los liberales, que le ha permitido superar la moci¨®n de censura presentada por los tories en los Comunes. En cuanto a los dem¨¢s, todos se siguen desplazando sin dificultades, y en Roma deber¨¢n apagar las veinte velitas comunitarias con mucho cuidado, para que sus fuertes desplazamientos de aire no provoquen un vendaval. Schmidt, seguramente acudir¨¢ a la fiesta con uno de los di minutos micr¨®fonos, maravilla de la t¨¦cnica alemana, que su ministro del Interior ha probado durante a?os en las c¨¢rceles y hasta en los despachos oficiales de su pa¨ªs; el holand¨¦s Den Uyl, y el belga Leo Tindemans, con las arrogantes dimisiones -m¨¢s desplazamiento no se puede pedir-, que de hecho acaban de presentar; Giscard d'Estaing, con la mayor¨ªa -de Mitterrand y Marchais-, tan r¨¢pidamente desplazada en las municipales, Andreotti, con el gran avi¨®n de la Lockheed, a punto de desplazarse en compa?¨ªa de los estudiantes aut¨®nomos, los sindicatos y la lira -del Fondo Monetario Internacional-; el Irland¨¦s Lian Cosgrave con Irlanda, que ya es mucho decir, y con su frontera con el Ulster, modelo de desplazamiento; Anker Jorgensen, de Dinamarca, y Gaston Thorn, de Luxemburgo, estos s¨ª, con todo. Por su parte, la Comisi¨®n Europea, resumen ejecutivo del saludable conjunto, con sus firmes pies de desplazada, afianzados en la mantequilla que acaba de venderle a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, bien subvencionada por los ciudadanos europeos; ciudadanos que, por si fuera poco, pronto recibir¨¢n un hermoso pasaporte azul, para poder seguir desplaz¨¢ndose hacia la Costa del Sol (ojal¨¢). Spaak, Schumann, De Gasperi, padres leg¨ªtimos de la unidad europea, pueden descansar en paz.
Porque Europa existe, seg¨²n dicen. Seg¨²n dicen en Portugal, en Espa?a, en Grecia y en Truqu¨ªa. No es verdad, como dijo el se?or Schmidt en la ¨²ltima cumbre europea, que Europa exista ya en todas partes, excepto en Europa. No; lo que sucede es que Europa se est¨¢ desplazando. Ahora se est¨¢ desplazando hacia el Sur. Primero ser¨¢ el Mediterr¨¢neo, ayer cuna de la civilizaci¨®n, y hoy tambi¨¦n cuna; luego el Atl¨¢ntico ecuatorial, donde se hundi¨® la Atl¨¢ntida, que tambi¨¦n se desplazaba, y tambi¨¦n hacia el Sur; y finalmente Am¨¦rica Latina que, como todo el mundo ve, sigue desplaz¨¢ndose. Pronto ser¨¢ Punta Arenas y no Bruselas la capital de la CEE. All¨ª, bajo la batuta de Pinochet, europe¨ªstas tan entusiastas como los gaullistas de Chirac, en una punta, y los comunistas de March¨¢is, en la otra, nos har¨¢n, sin duda, la unidad europea. Con mantequilla o sin ella, pero en cualquier caso con toda clase de desplazamientos, incluido el del cogote bajo el hacha.
Es muy probable que de esa manera queden resueltos todos los problemas t¨ªpicamente europeos. Europa ya no estar¨¢ en Europa, sino en el Sur -y quiz¨¢ en el Este-, y aqu¨ª se podr¨¢n formar, por fin, los Estados Unidos de Uganda.
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