Una nueva historia

El acantonamiento de la cultura oficial en posiciones tradicionales, su deliberado esfuerzo por aferrarse a concepciones caducas, el control de las instituciones acad¨¦micas por quienes defend¨ªan las posturas ideol¨®gicas m¨¢s conservadoras han sido causa principal, durante muchos a?os, del general atraso de la histoniograf¨ªa espa?ola, de su marginaci¨®n hasta fechas relativamente recientes respecto a la amiplia renovaci¨®n de la ciencia hist¨®rica de los ¨²ltimos cincuenta a?os. Las mismas razones han hecho posible una extendida despreocupaci¨®n (salvo excepciones, entre las que destaca el n¨²cleo catal¨¢n, formado a partir de la obra de Vicens) por los problemas de teor¨ªa y metodolog¨ªa hist¨®rica, y, como corolario, la parquedad e insignificancia de las publicaciones accesibles en nuestro pa¨ªs sobre tales asuntos. El positivismo m¨¢s craso impeirant¨¦ en las aulas universitarias y en los centros oficiales de investigaci¨®n ten¨ªa como contrapartida necesaria la ausencia de reflexi¨®n sobre los problemas metodol¨®gicos y el tratamiento de las cuestiones de teor¨ªa hist¨®rica, bajo la forma degradada de una filosof¨ªa de la historia, impregnada, bien de un agustinismo en estado puro, bien de elementos m¨¢s actuales extra¨ªdos sobre todo de las elucubraciones ensay¨ªsticas y escasamente cient¨ªficas de Toynbee, todo ello sin contacto con la realidad historiogr¨¢fica contempor¨¢nea, empe?ada en un ambicioso proceso de autoidentificaci¨®n y de exploraci¨®n acelerada de sus posibilidades.

Situaci¨®n de vac¨ªo

Esta situaci¨®n ha tenido, como uno de sus efectos, la pr¨¢ctica inexistencia, hasta los a?os setenta (si salvamos alguna excepci¨®n, como los art¨ªculos de Pierre Vilar agrupados en Crecimiento y desarrollo), de textos en lengua castellana sobre metodolog¨ªa y teor¨ªa hist¨®rica que pudieran ofrecerse a los estudiosos espa?oles para permitirles, tanto la obtenci¨®n de una visi¨®n panor¨¢mica de las experiencias historiogr¨¢ficas recientes, como la familiarizaci¨®n con los rudimentos de unos m¨¦todos y unas t¨¦cnicas que estaban probando sus virtual?dades por los cuatro puntos cardinales. Este vac¨ªo ha id¨® cubri¨¦ndose, desde hace algunos a?os, con algunas publicaciones valiosas sobre teor¨ªa hist¨®rica (J. Fontana), metodolog¨ªa (W. Kula), t¨¦cnicas de utilizaci¨®n de material estad¨ªstico (R. Floud), o libros de introducci¨®n al estudio de ¨¢reas hist¨®ricas concretas (P. Conard-Malerbe, para la historia contempor¨¢nea de Espa?a), y ahora con la aparici¨®n de este texto de dos historiadores latinoamericanos, preocupados por ofrecer, con una clara intenci¨®n pedag¨®gica, un resumen de los elementos te¨®ricos esenciales que debe conocer el universitario interesado por la historia o el investigador en ciernes: balance de las corrientes historiogr¨¢ficas recientes, principales direcciones de la investigaci¨®n actualmente en curso, discusi¨®n de los m¨¦todos de la historia econ¨®mica y social, preseritaci¨®n sumaria de algunos elementos indispensables de t¨¦cnicas estad¨ªsticas y de representaci¨®n gr¨¢fica.La obra de Cardoso y P¨¦rez Brignoli se articula en tres partes. Los primeros cap¨ªtulos abordan un panorama de los progresos de la ciencia hist¨®rica desde la ¨¦poca de entreguerras. Como punto de partida, se establece el triple origen del din¨¢mico esfuerzo creador que rompi¨® los viejos moldes positivistas: las elaboraciones acad¨¦micas de la escuela de los Annales, el di¨¢logo fecundo entre economistas e historiadores y las aportaciones decisivas del materialismo hist¨®rico.

Los nuevos m¨¦todos

La segunda parte ofrece un estado de la cuesti¨®n, siempre a nivel elemental, sobre las direcciones de la investigaci¨®n y la puesta a punto de nuevos m¨¦todos en las diversas ¨¢reas ?regionales? en que se especializa la ciencia hist¨®rica: historia de la demograf¨ªa, econ¨®mica, social, de las mentalidades colectivas. Ante una problem¨¢tica tan compleja y tan extensa, la capacidad de s¨ªntesis y el acierto en los planteamientos did¨¢cticos de los autores se ponen claramente de manifiesto. En una sucesi¨®n bien articulada se escalonan la definici¨®n de conceptos b¨¢sicos (crecimiento vegetativo y esperanza de vida, estructura y coyuntura, crecimiento y desarrollo), el an¨¢lisis de los m¨¦todos m¨¢s usuales o m¨¢s novedosos, la discusi¨®n de algunos problemas t¨ªpicos (historia econ¨®mica /econom¨ªa retrospectiva, sociedad estamental /sociedad clasista) y la presentaci¨®n de diversas t¨¦cnicas de cuantificaci¨®n (valores absolutos, t¨¦cnicas de muestreo), de tratamiento de los datos (establecimiento de valores medios, elaboraci¨®n de ¨ªndices) y de representaci¨®n gr¨¢fica de los mismos (cuadros y curvas).La tercera parte se presenta como conclusi¨®n de los planteamientos anteriores: la articulaci¨®n de las diversas historias ?regionales? en una explicaci¨®n hist¨®rica global. La integraci¨®n de los diversos planos de la realidad social en un sistema explicativo unitario es una exigencia de todas las corrientes progresivas de la historiograf¨ªa actual, desde que fueron asumidos los conceptos de historia social, puesto en circulaci¨®n por la escuela de los Annales, y de totalidad social, elaborado por el materialismo hist¨®rico. Ambas tendencias se dan la mano: la moderna historiograf¨ªa marxista se reclama de la doble herencia de Febvre y Marx para encaminarse hacia una historia integradora, seg¨²n la terminolog¨ªa de Pierre Vilar, cuya influencia sobre la obra que comentamos, es patente en todas sus p¨¢ginas.

En definitiva, nos hallamos ante un excelente manual universitario de introducci¨®n a la teor¨ªa y metodolog¨ªa hist¨®ricas, ante una apretada s¨ªntesis de los principales problemas de la materia, elaborada a partir de un s¨®lido conocimiento de los ejes fundamentales de progreso de la historiograf¨ªa m¨¢s reciente y con un decidido prop¨®sito did¨¢ctico, patente en la exposici¨®n de conclusiones a fin de cap¨ªtulo, en el uso dosificado de las notas a pie de p¨¢gina, en el constante recurso a la ejemplificaci¨®n y en la considerable extensi¨®n del material gr¨¢fico.

La obra viene precedida de una escueta presentaci¨®n de Josep Fontana, quien abunda en los conceptos que han hecho de sus escritos una gu¨ªa para las j¨®venes promociones de historiadores de nuestro pa¨ªs.