Dimisiones en Esquerra Republicana de Catalunya

En el curso de una reuni¨®n celebrada anteanoche dimiti¨® de su cargo el secretario general de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Heribert Barrera. La dimisi¨®n se produjo despu¨¦s de que lo hubieran hecho tambi¨¦n otros miembros del directorio, m¨¢ximo organismo del partido.

Entre los que dimitieron, en primer lugar figuran Joan Casanellas, vicepresidente de la Segunda Rep¨²blica espa?ola en el exilio y ex diputado al Parlamento catal¨¢n; Francesc Viadiu, tambi¨¦n ex diputado al Parlamento catal¨¢n, y Joan Rodr¨ªguez-Papasseit, miembro fundador del partido.El tema de la confrontaci¨®n que origin¨® las dimisiones era la celebraci¨®n a partir del pr¨®ximo s¨¢bado de un congreso del partido. Los primeros dimisionarios argumentaron que su preparaci¨®n hab¨ªa sido precipitada y que, en consecuencia, era conveniente retrasar el congreso. Al producirse las primeras dimisiones, Heribert Barrera opt¨® tambi¨¦n por presentar la suya.

Por el momento no puede precisarse el alcance de los ceses, dada precisamente la cercan¨ªa del congreso. La celebraci¨®n de este ¨²ltimo mostrar¨¢ si el debate part¨ªa s¨®lo de cuestiones formales, o bien estaba originado por la existencia de tendencias marcadamente antag¨®nicas.

Comit¨¦ del PSUC en Barcelona

La ausencia de Jorge Borja del nuevo comit¨¦ local de Barcelona del Partido Socialista Unificado de Catalu?a (PSUC) es el rasgo m¨¢s significativo de este organismo, elegido el pasado domingo en el acto de clausura de la segunda conferencia de militantes de dicho partido en Barcelona-ciudad.El citado dirigente comunista representaba marcadamente la tendencia calificada de ?socialdem¨®crata? por los militantes ?hist¨®ricos?, de opci¨®n m¨¢s radical. Borja proced¨ªa del Partido Bandera Roja.

La preparaci¨®n de la mencionada conferencia estuvo en el centro de una seria polarizaci¨®n sin antecedentes inmediatos en el PSUC -(v¨¦ase EL PAIS del 4, 19 y 27 de marzo). La superaci¨®n de las tensiones ha, venido por la v¨ªa de la disminuci¨®n de las competencias del comit¨¦ local, cuya composici¨®n, no obstante, se inclina marcadamente a favor de la tendencia ?hist¨®rica?.

El informe pol¨ªtico dado a conocer despu¨¦s de la segunda conferencia recoge, en l¨ªneas generales, la pol¨ªtica general del PSUC. Fue aprobado por 188 votos a favor, dos en contra y cuarenta abstenciones.

Pacto PSC-PSOE

Un portavoz del secretariado general del Partit Socialista de Catalunya (Congres) (PSC-C) manifest¨® a EL PAIS que ?carec¨ªan de todo fundamento las afirmaciones aparecidas en numerosos medios de informaci¨®n barceloneses, seg¨²n las cuales ya estaba firmado del pacto entre nuestro partido y el Partido Socialista Obrero Espa?ol (PSOE)?.El portavoz informante reconoci¨®, en cambio, que no hab¨ªa sido posible confeccionar una lista de candidaturas, pese a que ambas partes hab¨ªan avanzado diversos nombres (v¨¦ase EL PAIS del 26 de marzo).

La misma fuente indic¨® que exist¨ªa un borrador de trabajo sobre las perspectivas del socialismo en Espa?a.

Contra la abolici¨®n del estatuto

Josep Andr¨¦u-Abell¨®, presidente del Tribunal Supremo de Catalu?a en el per¨ªodo republicano y auton¨®mico, dio a conocer una carta abierta dirigida a las diputaciones provinciales ya los ayuntamientos de Catalu?a, en la que les solicita que se dirijan al presidente del Gobierno para que sea derogada la ley de 5 de abril de 1938, por la que se suprim¨ªa el estatuto de Catalu?a de 1932.En su carta, Andr¨¦u-Abell¨® afirma: ?Esta ley, por la forma y las circunstancias en que fue dictada, por su lenguaje y por su contenido, era una ley de guerra y, al mismo tiempo, una monstruosidad jur¨ªdica. Solamente es preciso recordar su pre¨¢mbulo, en que declaraba solemnemente que "el estatuto de Catalu?a, en mala hora concedido por la Rep¨²blica, dej¨® de tener validez, en el orden jur¨ªdico espa?ol, desde el 17de julio de 1936".?

Andr¨¦u-Abell¨® afirma tambi¨¦n que ?aquel estatuto de autonom¨ªa de Catalu?a fue abolido por el franquismo, al mismo tiempo que condenaba a muerte la democracia. Es natural, por tanto, que en Catalu?a la lucha por la recuperaci¨®n de la democracia haya ido siempre unida a la lucha por la autonom¨ªa?.