Nacionalizaci¨®n y futuro de la banca, puntos claves para S¨¢nchez Asia¨ªn
La superaci¨®n del consumismo, el ?balance social? de la empresa, la regionalizaci¨®n y las, nacionalizaciones fueron los temas que merecieron un desarrollo m¨¢s amplio en el informe del presidente del Banco de Bilbao a la Junta General de accionistas, celebrada ayer en la capital vizca¨ªna.
Seg¨²n S¨¢nchez Asia¨ªn, la sociedad espa?ola est¨¢ experimentan do un acelerado cambio en la es cala de valores y se detecta lo que denomin¨® una p¨¦rdida de economicismo,_ya que hoy las acciones de cada agente social se eval¨²an seg¨²n sus repercusiones en campos que antes se consideraban se cundarios. Para hacer frente a es ta evoluci¨®n propugn¨® una mayor responsabilidad social de la empresa, tarea que se est¨¢ materializando a nivel operativo en lo que est¨¢ empezando a denominarse el ?balance social? de la empresa. Esta idea no es un truco dial¨¦ctico, sino una realidad incipiente, que ya est¨¢ siendo practicada por muchas empresas del mundo entero, entre ellas algunas bancarias, como el Bank of America, el National Westminster Bank y la Soci¨¦t¨¦ Generale en Europa, y que el Banco de Bilbao incorpora para responder a las exigencias de la nueva sociedad.
La regionalizaci¨®n
Se mostr¨® decidido partidario de, la regionalizaci¨®n bancaria como exigencia t¨¦cnica y de la sociedad, se?alando las diferencias entre descentralizaci¨®n -puro proceso t¨¦cnico- y regionalizaci¨®n -que requiere una filosof¨ªa previa de la funci¨®n y la gesti¨®n bancarias.
Este es un programa prioritario del Bancobao, que ya ha puesto en vigor en Catalu?a con su Consejo Regional.
Nacionalizaciones
En opini¨®n del presidente del Banco de Bilbao, hace ya casi cincuenta a?os que se est¨¢ sugiriendo la receta de la nacionalizaci¨®n, como remedio a los defectos que en cada momento se achacan a nuestro sistema financiero. Nadie, sin embargo, se ha preocupado de conocer sus costes reales, ni se han valorado sus beneficios hipot¨¦ticos.
Aludi¨® a quienes quiz¨¢ por respeto al vocablo y a viejos programas pol¨ªticos siguen defendiendo la tesis nacionalizadora, olvidando que los entusiasmos estatificadores que recorr¨ªan Europa occidental despu¨¦s de la segunda guerra, mundial se han ido apagando paulatinamente y hoy sin excepciones -seg¨²n ¨¦l constituyen- un vago recuerdo de lo que fueron. La onda nacionalizadora se bate en retirada.
Para S¨¢nchez Asiaian la nacionalizaci¨®n es un instrumento innecesario, caro, efectista y desproporcionado a la finalidad perseguida e ineficaz, en definitiva, para un fin que puede ser alcanzado por medios m¨¢s id¨®neos. Como por.ejemplo, la ordenaci¨®n del cr¨¦dito de acuerdo con el esquema de valores de la sociedad, que permita la implantaci¨®n de un r¨¦gimen de libertad apoyado en un fuerte sistema de control que evite las desviaciones fuera del marco de la econom¨ªa social de mercado.
Por otro lado, se?al¨® la contradicci¨®n entre nacionalizar y actuar democr¨¢ticamente y concluy¨® que cualquier operaci¨®n de nacionalizaci¨®n de la banca ser¨ªa econ¨®micamente un despilfarro para el pa¨ªs en, la relaci¨®n entre fines y medios y pol¨ªticamente una contradicci¨®n con las aspiraciones de equilibrio entre los intereses p¨²blicos y las libertades individuales.
Los dep¨®sitos crecieron en 1976 en 42.684 millones, situ¨¢ndose en 348.405 millones, con un aumento relativo del 14%.
Al cierre del pasado ejercicio la inversi¨®n crediticia alcanzaba los 311.810 millones y los beneficios antes de impuestos fueron de 5.257 millones de pesetas, con aumento del 19,07%.
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