La CEE aprueba un mandato negociador con Espa?a y prorroga el r¨¦gimen pesquero transitorio

La tesis de una adaptaci¨®n de las relaciones comerciales Espa?a-CEE en dos etapas, una jur¨ªdica, antes, del 1 de julio, y otra econ¨®mica, para oto?o, fue aprobada ayer, por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, reunido a ¨²ltima hora de la noche en el centro europeo de Kirbreg, en Luxemburgo.Por otra parte, los ministros decidieron prolongar por tres meses, del 1 de abril al 30 de junio, el acuerdo provisional de pesca hispano-comunitario. Sin embargo, el acceso de barcos espa?oles a la zona comunitaria de doscientas millas marinas queda sujeto a licencias.

Los nueve dar¨¢n licencias a 114 barcos espa?oles, a la espera de negociar un acuerdo definitivo pesquero entre Espa?a y la CEE.

La propuesta de una adaptaci¨®n del acuerdo en dos etapas es contraria a las ideas del Gobierno de Madrid sobre el asunto. Naturalmente un Gobierno con pocos meses de vida, a la luz de las pr¨®ximas elecciones, ten¨ªa pocas posibilidades de exigir otras alternativas a los comunitarios.

La primera etapa consistir¨¢ en una extensi¨®n del acuerdo Espa?a-CEE de los seis, en vigor desde octubre de 1970, a la realidad de la CEE de los nueve. Se trata de un problema jur¨ªdico intracomunitario y s¨®lo habr¨¢ que aumentar los contingentes de algunos productos espa?oles (vinos, productos petrol¨ªferos refinados y otros) a la CEE de los nueve. De todo ello se ocupar¨¢n pr¨®ximamente en Bruselas los expertos del denominado Comit¨¦ 113.

La segunda etapa prev¨¦ concesiones ?mutuas ?, agr¨ªcolas e industriales. La CEE promete negociar la misma en oto?o (es decir, con el Gobierno que salga despu¨¦s de las elecciones).

Las dificultades para Espa?a de obtener, en el momento presente, concesiones agr¨ªcolas suplementarias, radic¨® en la reserva italiana. Roma no quiere dar ninguna ventaja agr¨ªcola m¨¢s a un pa¨ªs tercero, sin previas compensaciones por el da?o que le causa el conjunto de preferencias agrarias CEE al abanico de pa¨ªses mediterr¨¢neos, unidos a la CEE por acuerdo que, en muchas ocasiones, tiene m¨¢s ventajas que el espa?ol.

?C¨®mo justificar¨¢ la Administraci¨®n espa?ola el fracaso de su intento negociador en la CEE? No cabe duda que habr¨¢ razones para dorar la p¨ªldora. Entretanto el problema de fondo quedar¨¢ por resolver. S¨®lo podr¨¢ enfocarse -lo que no quiere decir solucionarlo- bajo la ¨®ptica de una demanda formal de adhesi¨®n espa?ola a la CEE. Para intentarlo, probablemente en septiembre u octubre, hay que celebrar primero elecciones generales.

En los medios pol¨ªticos y diplom¨¢ticos presentes en Luxemburgo parece evidente que las capitales de los nueve quieren reservarse el gesto pol¨ªtico de nuevas concesiones a Espa?a para el Gobierno de la democracia.