M¨²sica e imagenes
El cine de animaci¨®n constituye una de las reservas expresivas m¨¢s importantes de] arte de las im¨¢genes en movimiento y es una verdadera l¨¢stima que la pr¨¢ctica diaria y la falta de inteligencia de gran n¨²mero de espectadores -entre los que pueden encontrarse bastantes profesionales y hasta cr¨ªticos condenen estas realizaciones al consumo infantil, sin m¨¢s pos¨ªbilidades.Fantas¨ªa es el caso contrario, el ejemplo t¨ªpico de obra ennoblec¨ªda y sublimada que se acoge a un status cultural diferente de los productos vulgares, con la coartada de unas composiciones musicales serias, y los nombres excelsos de Leopold Stokovsky y la orquesta sinf¨®nica de Filadelfia. Esta pel¨ªcula de 1941, continuamente repuesta, detentadora de un lugar excepcional en la programaci¨®n de repertorio, lleg¨® a nosotros tard¨ªamente en -1958- quiz¨¢ por miedo de los distribuidores a su suerte en taquilla, y, desde el primer momento, se present¨® como un acabado experimento expresivo sobre la relaci¨®n entre m¨²sica e im¨¢genes.
Fantas¨ªa, pel¨ªcula producida por Walt Disney, con banda musical dirigida por Leopold Stokovsky y ejecutada por la orquesta sinf¨®nica de Filadelfia
Reestreno en el cine Imperial.
Walt Disney fue desde luego, unhombre inteligente, aunque su sentido art¨ªstico era m¨¢s, bien nulo si lo medimos desde una ¨®ptica cuitura high-brow, es decir, desde el m¨¢s exquisito y elitista punto de vista, mientras respondi¨® con gran fidelidad a los ideales expresivos del m¨¢s bajo nivel cultural e ideol¨®gico de su pa¨ªs. El proyecto de Fantas¨ªa no fue, en el fondo, m¨¢s que el deseo de legitimar una industria comercial con el sello exquisito del arte superior -la m¨²sica sinf¨®nica- comprada a buen precio, mediante la presencia m¨¢gica de Stokovsky. El experimento -no hace falta insistir- fue un completo fracaso, Fantas¨ªa no llega siquiera, a una m¨ªnima dignidad comercial, y es un extra?o h¨ªbrido que s¨®lo representa el delirio de grandeza de su autor.
Las im¨¢genes de Fantas¨ªa campan por sus respetos, obedientes a un sistema de colores, l¨ªneas y formas directamente anclado en el subconsciente colectivo de los americanos, mientras esta banda musical heterog¨¦nea -que se puede y debe escuchar con los ojos cerrados- nace de un entendimiento totalmente diverso de la funci¨®n est¨¦tica. Intentar mezclar ambas l¨ªneas revela ya, de entrada, un desconocimiento total del problema. ?Quiere esto decir que los experimentos de relaci¨®n mutua entre sonidos e im¨¢genes est¨¢n condenados, de antemano, al fracaso absoluto? Por supuesto que no; los dibujos animados pueden y deben asociarse con la m¨²sica, pero no estos dibujos producidos por Walt Disney.
Babelia
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