Decisi¨®n de gobierno ante el proteccionismo
En un delicado momento pol¨ªtico y econ¨®mico para Espa?a, los pa¨ªses de la Comunidad Econ¨®mica Europea se han decidido a aplicar importantes restricciones a las ventas de productos espa?oles en sus mercados. Tampoco su coyuntura es f¨¢cil, y dado que las ansias nacionalistas se demuestran decisivas en los temas internos, a nadie debe sorprender que, a la hora de analizar decisiones respecto a terceros pa¨ªses - no nos enga?emos, Espa?a, hoy por hoy, lo es el deseo proteccionista aflore un¨¢nimemente.La balanza comercial espa?ola est¨¢, desde hace a?os, notablemente desequilibrada, en detrimento de nuestras reservas de-divisas y a favor de un crecimiento de nuestras obligaciones financieras con el exterior. Es l¨®gico, pues, que las autoridades espa?olas hayan decidido responder adecuadiamente a unas medidas que contravienen las aunque ut¨®picas, vigentes reglas del comercio internacional.
Ma?ana, los consejeros y agregados comerciales antelos nueve pa¨ªses comunitarios, as¨ª como los permanentes ante la CEE, el GATT y la OCDE, se reunir¨¢n en Madrid con el ministro de Comercio, Jos¨¦ Llad¨®, y altos cargos de su departamento. El tema principal de la reuni¨®n ser¨¢, como se sabe, la posibilidad de adoptar medidas defensivas para salvaguardar los intercambios espa?oles. Sin embargo, el estudio de las relaciones con la propia Comunidad, -pesca, tratado de 1970 y futura adhesi¨®n-tampoco es elemento deleznable de unos contactos que pueden revelarse muy positivos. No en vano, cada uno de los pa¨ªses presenta una problem¨¢tica dist¨ªtrita, y aunque los productos restringidos sean pr¨¢cticamente los mismos, no todos los Gobiernos han adoptado id¨¦nticas actitudes.
La decisi¨®n, sea cual fuere, se presenta dif¨ªcil y cargada de responsabilidad. Algunas canciller¨ªas y ministerios de pa¨ªses comunitarios han expresado ya su asombro ante el anuncio de que Espa?a considera medidas similares a las que se apliquen a productos espa?oles para las importaciones procedentes del ¨¢rea de la CEE. Si la Europa comunitaria es nuestro principal cliente, Espa?a tambi¨¦n constituye un interesante mercado para sus productos. Hoy por hoy, nadie -incluidos los poderosos Estados Unidos puede rechazar incondicionalmente un buen comprador.
Es sabido que, hasta ahora, la posici¨®n espa?ola ante Europa y sus organismos comunitarios de Bruselas no ha sido muy brillante. Si no rivalidad -que se ha negado- si ha sido patente una absoluta desconexi¨®n entre las filas de los propios responsables por parte espa?ola. Cabe suponer que en esta ocasi¨®n, aunque s¨®lo sea por la gravedad del momento, se abandonar¨¢n las decisiones aisladas y los comportamientos individualizados.
La decisi¨®n, la responsabilidad a fin de cuentas, es lo suficientemente importante como para que sea adoptada aut¨¦nticamente a nivel de Gobierno, sin dualidades, niarginaciones o fisuras. De lo contrario, el costo ser¨¢ gravoso para la econom¨ªa y la sociedad espa?ola misma.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.