Un movimiento antimonopolista

Con certeza, el conflicto de La Vaguada es ¨²nicamente la parte superior de la isla de hielo de un nuevo tipo de conflcto que asoma en el panorama inmediato de nuestra ciudad. Sin lugar a dudas presagia que los litigios en Madrid, a partir de ahora, van a tener un ineludible car¨¢cter antimonopolista que colocar¨¢ frente a frente los grandes trust comerciales, financieros o constructores, y los sectores populares de peque?os y medianos comercianles, consumidores, inquilinos o ciudadanos, en. sentido amplio.Este parece ser el verdadero sentido de los nuevos enfrentamientos, y los que hayan respirado aliviados tras la pr¨®rroga dada por el alcalde al tema de La Vaguada, a ciencia cierta van a tener que contar con esta nueva variante conflictiva, que no ha hecho m¨¢s, que comenzar. A lo largo de los pr¨®ximos a?os va a marcar el tipo de relaci¨®n entre los sectores populares y los grandes monopolios, due?os, casi mayoritariamente, de esta cada vez m¨¢s grande y complicada ciudad.

La exhibici¨®n y el tratamiento abierto de esta confrontaci¨®n, con su nuevo sentido, no se encuentran todav¨ªa justificados ni asumidos por los movimientos vecinales, empe?ados a¨²n en salir del ghetto restrictivo, cuyas barreras comienzan ahora a desmoronarse por obra y gracia de un Gobierno Civil incapacitado para sostener la situaci¨®n durante m¨¢s tiempo. Pero conviene, pese a todo, adivinar cu¨¢l va a ser el eje sobre el que vana discurrir los nuevos tiempos y antes de penetrar a ellos resulta totalmente necesario que los nuevos campos de juego de los intereses enfrentados posean unas ¨¢reas, por lo menos, bien dibujadas y, como poco en la forma, sim¨¦tricas.