La "cumbre"

LA CUMBRE econ¨®mica que ma?ana comienza en Londres constituye un acontecimiento internacional de primera magnitud que puede determinar, quiz¨¢, la trayectoria de Occidente hasta el a?o ochenta. En la reuni¨®n participan Estados Unidos, Canad¨¢, Jap¨®n, Inglaterra, Alemania Federal, Francia e Italia, con sus jefes de Estado o de Gobierno. Asistir¨¢ adem¨¢s Roy Jenkins, presidente de la comisi¨®n de la CEE.El gran debate de fondo en la mesa de negociaci¨®n tiene tres vertientes: una unidad de acci¨®n del Occidente industrial; un nuevo sistema de toma de decisiones, cuando han desaparecido los h¨¢bitos unilaterales de Nixon y Kissinger, y por ¨²ltimo un acuerdo sobre prioridades (relanzamiento econ¨®mico, energ¨ªa materias primas, estrategia y armamentos, relaciones con el tercer mundo, derechos. humanos).

La crisis econ¨®mica europea no puede ser efectivamente superada sin un, acuerdo conjunto con Estados Unidos. Pero, a diferencia de la conducta hegem¨®nica y el estilo prepotente del kissingerismo, el presidente Carter parece sostener que una Europa fuerte, independiente y recuperada es necesaria, entre otras cosas, para hace posible la estabilidad real de Estados Unidos.

Pero mientras la hoy lejana unidad pol¨ªtica de Europa no sea una realidad, hay unos condicionamientos b¨¢sicos de los que, sin duda, se hablar¨¢ a fondo en la conferencia de Londres. En primer t¨¦rmino, mientras Europa carezca de capacidad defensiva propia parece indispensable mantener la estructura presente de la OTAN. Y aqu¨ª hay que observar la propuesta de Carter para aumentar el potencial de la Alianza Atl¨¢ntica, con cargo al presupuesto USA. Es, objetivamente considerada, una decisi¨®n pro europea y resulta significativa en el comienzo del nuevo mandato presidencial norteamericano.

C¨¢rter se ha comprometido a evitar la injerencia en el proceso de unidad protagonizado por la CEE, pero tratar¨¢ de favorecerlo y celebrar¨¢ -son sus palabras-, la llegada, de Espa?a y Portugal al seno de la Comunidad.

En el terreno de la cooperaci¨®n econ¨®mica Carter, aprece acudir a Londres- con un amplio proyecto de financiaci¨®n multilatieral, para frenar la crisis de los pa¨ªses m¨¢s afectados. El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial respaldar¨¢n la iniciativa del presidente norteamericano, y una nueva pol¨ªtica contra los proteccionismos impulsar¨¢ el comercio entre USA y los grandes de la OCDE, En a?o y medi¨® se producir¨¢ una movifliaci¨®n de 20.000 millones de d¨®lares para reactivar el tr¨¢fico comercial entre Norteam¨¦rica y el viejo continente.

Estados Unidos detenta el primer poder¨ªo militar de la Tierra, una red de sociedades multinacion¨¢les para controlar el desarrollo mundial -desde la tecnolog¨ªa de punta a las primeras materias- y una unidad de acci¨®n pol¨ªtica y diplom¨¢tica que contrasta con una Europa a¨²n -desunida, sin propia defensa ni autonom¨ªa energ¨¦tica.

Carter va a discutir la puesta en marcha de un Occidente con tres cabezas, en Washington, Tokio y Bruselas. Estados Unidos no ceder¨¢ un mil¨ªmetro de su actual soberan¨ªa, pero sabe que ya no es tiempo de mandar y obedecer. Su futuro inmediato es muy dif¨ªcil en desacuerdo con Europa y Jap¨®n, y s¨®lo desde ese nuevo entendimiento ser¨¢ posible abordar el m¨¢ximo problema: la ayuda al medio mundo de la incultura, el hambre y la enfermedad.