Libia: una medida de dudosa eficacia
EL LIDER del pueblo libio, coronel Gadafi, ha decidido expulsar de su pa¨ªs a los 220.000 egipcios que en ¨¦l trabajan. La decisi¨®n es muy dura, y ha debido de ser muy meditada, porque esos egipcios ocupan puestos en los terrenos de la ense?anza, la industria, el comercio y el desarrollo agr¨ªcola, que son muy importantes para un pa¨ªs que debe preparar terrenos productivos bien abonados para recibir el man¨¢ anual de los ingresos de petr¨®leo. Si no hay una fuerza laboral con mediana cualificaci¨®n dispuesta a recibir la lluvia de dinero, los d¨®lares se los tragar¨¢ el desierto, y Libia, pa¨ªs despoblado, no puede por s¨ª sola asegurarse el desarrollo.No quiere ello decir que el coronel Gadafi no deba reaccionar con energ¨ªa ante lo que el Gobierno libio considera amenazas egipcias, sobre todo si ¨¦stas implican, como sospecha, riesgos de una acci¨®n militar contra las fronteras libias. Pero tambi¨¦n deber¨ªa discernir el Gobierno libio lo que es el antagonismo leg¨ªtimamente asentado en las visiones diferentes de la causa ¨¢rabe, y lo que supone velada intervenci¨®n extranjera (o no tan velada, a la luz de una advertencia sovi¨¦tica en contra de Egipto). El coronel Gadafi es hombre guiado por una visi¨®n cegadora de la causa ¨¢rabe, la cual no quedar¨ªa bien servida, ciertamente, por la acentuaci¨®n de las diferencias ya existentes, por desgracia demasiado abundantes.
Expulsar indiscriminadamente a los 220.000 trabajadores egipcios supone hacerse 2,20.000 enemigos potenciales, que alimentar¨¢n, con lastimeros tonos irredentistas, la animadversi¨®n contra Libia y su l¨ªder. Esto, naturalmente, tampoco quiere decir que Gadafi deba quedar inerme ante la potencial capacidad de algunos de esos egipcios, de crearle dificultades y favorecer un golpe de Y Estado contra ¨¦l. Pero entre los requisitos de la seguridad nacional y personal y la represalia indiscriminada puede haber un t¨¦rmino medio. ?Por qu¨¦ arrojar en los brazos de un Sadat antilibio a todos y cada uno de los egipcios que se ganan la vida honradamente en Libia, contribuyendo a su desarrollo? Que Al¨¢ ilumine a Gadafi. Y algo de luz puede venir si uno recuerda que el gran florecimiento ¨¢rabe, puesto en marcha por otro visionario, ¨¦ste a lo divino, Mahoma, fue posible por su capacidad de unificar en una causa superior a los m¨¢s dispares grupos pol¨ªticos y raciales.
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