Nostalgia del mar del marinero en tierra
Jos¨¦ Luis Tejada, poeta, aires marinos del Puerto de Santa Mar¨ªa; cr¨ªtico ahora de Rafael Alberti. Entre los dos, la memoria del mar, los colores belicosos, el verso y algo de los caldos maduros del Sur. Recuerdo a Tejada, su entusiasmo habl¨¢ndome de la ¨²ltima charla con Alberti, en la antigua plaza del Carb¨®n portuense; su emoci¨®n mostr¨¢ndome un hermos¨ªsimo poema-dibujo a Sangre y Trabajadero; confieso: el mejor vino oloroso de la tierra. Y al comenzar a leer este libro yo esperaba exceso de entusiasmo, desborde l¨ªrico, pasi¨®n mal contenida... Consigui¨® esa cr¨ªtica que anuncia el prologuista del libro, L¨®pez Estrada: ?meditada, de las que buscan la ra¨ªz del fen¨®meno po¨¦tico?. La ra¨ªz de la sangre tambi¨¦n. No puede entenderse a Alberti sin su ?arboleda perdida?; Tejada no incurre en el desaf¨ªo de repetir; recrea y puntualiza. Precisa al propio Alberti, sus datos bio y bibliogr¨¢ficos. Marca la pauta al l¨ªrico marinero y da claves para su nostalgia evidenciada: ?Amor a la naturaleza y al paisaje natal y gusto por las manifestaciones m¨¢s ingenuas del arte popular ... ? De la vida a la obra hay tan poco como una necesidad vital de aquel ni?o t¨ªmido que contemplaba el mar; las olas son dibujos -el dibujo de Alberti es como un mar inquieto- y ser¨¢n poemas; nace la voz del marinero. Pero antes del pri mer libro hay unas Poes¨ªas anteriores a ?Mar¨ªnero en tierra?, lo que Tejada analiza y explica.Cuarenta y ocho poes¨ªas primerizas que explicar¨ªan la t¨¦cnica de su obra posterior, analizadas minuciosamente, tratando siempre de explicar a trav¨¦s de ellas su poes¨ªa posterior, revelando ?todo el taller ¨ªntimo y previo del jovenc¨ªsimo escritor?. Veamos: t¨¦cnica creacionista en la invenci¨®n de im¨¢genes, obsesi¨®n por la luz -aqu¨ª el poeta-pintor y sus azulados gaditanos-, descoyuntamiento del verso, desacralizaci¨®n -?He aqu¨ª la esclava de la flor?-, nostalgia. T¨¦jada no se olvida del t¨ªtulo: tradici¨®n y vanguardia; acusa donde el creacionismo interviene, hacia donde apunta, el arranque infantil para lo popular -asociaci¨®n con Lorca y las canciones de las ni?eras-, esa facilidad de Alberti para sentirse la poes¨ªa en los labios, el popularismo con vena mitol¨®gica: ?Todas esas composiciones (Lorca, Alberti, Gin¨¦s de Albareda) se hallan, pues, dentro de una misma tradici¨®n entre mitol¨®gica y f¨®lkl¨®rica. Pero s¨®lo la de Alberti se nos ofrece en es la especie de presentaci¨®n cinernatogr¨¢fica de expresivos rasgos ondulantes.? Para el mismo ejemplo, una sole¨¢: ?Reina de baraja Venus/Tu piececito encendido/zapato sin gondolero ? Adem¨¢s, la primera aparici¨®n del tema taurino en la poes¨ªa de Alberti, presencia y atracci¨®n por lo n¨®rdico, ampliada m¨¢s tarde en Marinero. Para terminar, una Canci¨®n, ?como si nuestro poeta no quisiera desmentir el mote neopopular con que, con m¨¢s o menos acierto, se ha venido clasificando su poes¨ªa primera. Considero hasta aqu¨ª lo m¨¢s interesante del an¨¢lisis, por la novedad, porque parece hab¨¦rsele dedicado m¨¢s atenci¨®n, porque define ya lo que ser¨¢ la posterior poes¨ªa del ?poeta de la calle?.
Tejada, Jos¨¦ Luis
Rafael AIberti, entre la tradici¨®n y la vanguardia (Poes¨ªa primera: 1920-1926)Madrid, Gredos, 1977.
El estudio de Marinero en tierra, La amanit, El alba del alhel¨ª, ratifican el comentario. Una opin¨ª¨®n venturosa sobre Marinero en tierra: ?Libro nacido de la nostalgia de un desmareado. esto es, de un hombre de mar trasplantado tierra adentro...? Nostalgia del marinero hacia el mar del Norte, aquietada tras la despedida -opini¨®n m¨ªa- de La amante, y, aun en las p¨¢ginas de El alba del alhel¨ª, como un renacer de las cosas sabidas, o los mares -Norte-Sur- descubiertos y emocionalmente olvidados. Tradici¨®n de Alberti en los metros utilizados: m¨¢s del 61 % de octos¨ªlabos, 16 % de endecas¨ªlabos; es esta la precisi¨®n anal¨ªtica de Tejada. Nostalgia, temas geogr¨¢ficos, l¨²dicos, infantiles, on¨ªrico, eleg¨ªaco, zool¨®gico, bot¨¢nico, elementos que componen Marinero en tierra. Y como resultado estil¨ªstico: un proceso mejorador de la realidad, una ret¨®rica amplificadora, presencia de elementos dram¨¢ticos y rom¨¢nticos, permanente actitud creativa.
G¨®ngora y el romancero por La amante: ?... de la m¨¢s pura estirpe romanceril es el arranque de la canci¨®n trece: ?Castellanos de Castilla!. Colores, adjetivaci¨®n creadora junto a rasgos autob¨ªogr¨¢ficos y -a?ado- la j ustificaci¨®n de Marinero en tierra. El alba del alhel¨ª, tradici¨®n remota y cultista de la poes¨ªa cancioneril de los siglos XV al XVII, tradic¨ª¨®n, en algunos poemas, rom¨¢ntica y becqueriana, que se acusa ya desde Poes¨ªas anteriores a ?Marinero en tierra?. Hasta hoy el an¨¢lisis m¨¢s completo de la poes¨ªa primera de Rafael Alberti. Pero habiendo opinado ya el propio poeta gaditano, casi me niego al an¨¢lisis de este an¨¢lisis ?perfecto, agud¨ªsimo, completisimo, revelador para el propio poeta, un estudio ¨²nico -de verdad-...? Dejemos aqu¨ª la palabra de Rafael emocionado, su entusiasmo y la llamada a la lectura de un estudio serio.
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