Pesimismo ante la reanudaci¨®n de las SALT en Ginebra

Sin grandes esperanzas por ambas partes de conseguir un acuerdo pero partiendo de condiciones m¨¢s favorables que las existentes a finales de marzo cuando fracasaron las conversaciones de Mosc¨², Estados Unidos y la Uni¨®n Sovi¨¦tica se disponen a reanudar el pr¨®ximo d¨ªa 18, en Ginebra, una nueva ronda de negociaciones sobre limitaci¨®n de armas estrat¨¦gicas. A lo largo de esta semana se mantuvieron varias reuniones preparatorias entre Paul Warnke, jefe del equipo negociador estadounidense, y su colega ruso, VIadimir Semionov, sobre aspectos t¨¦cnicos de la discusi¨®n que entablar¨¢n el d¨ªa 18 el secretario de Estado norteamericano, Cyrus Vance, y el ministro de Asuntos Exteriores sovi¨¦tico, Andrei Gromiko. Para Wamke, que declar¨® recientemente que su pa¨ªs est¨¢ esperando a¨²n una respuesta sovi¨¦tica a la proposici¨®n global norteamericana de hace seis semanas, lo ¨²nico que puede salir de esta reuni¨®n es un acuerdo sobre el ?entramado? en que desarrollar las pr¨®ximas rondas de negociaciones.Uno de los principales problemas de fondo sigue siendo la negativa de la URSS a incluir en la negociaci¨®n su nuevo bombardero Backfire, seg¨²n el nombre en el c¨®digo de la OTAN, que es correspondida con id¨¦ntica negativa de los norteamericanos a negociar sobre su misil Crucero, al que tampoco atribuyen car¨¢cter de arma estrat¨¦gica.

Para los rusos, el bombardero no tiene la suficiente autonom¨ªa de vuelo como para llegar hasta territorio norteamericano, lo que le convierte en un arma t¨¢ctica. Los negociadores estadounidenses alegan que el Backf?re puede repostar en vuelo. o ser conducido por ?pilotos suicidas?, que no vuelven a sus bases, hasta Norteam¨¦rica. Por su parte, los sovi¨¦ticos ven un grave peligro para su seguridad en el misil Crucero, un nuevo proyectil de alt¨ªsima precisi¨®n que vuela a muy baja altura, mientras que los norteamericanos arguyen que se ha exagerado la importancia del mismo y que su alcance no permite considerarle arma estrat¨¦gica.

Cyrus Vance fue menos optimista hace una semana, cuando dijo que no exist¨ªan nuevas propuestas por nin guna de las dos partes que pudieran romper el impasse actual de las negociaciones y que, si no se llegaba a un nuevo acuerdo para octubre. se podr¨ªa prorrogar el existente, aunque fuera de forma t¨¢cita.

En cuanto al otro tema importante a negociar, la reducci¨®n del n¨²mero de misiles y bombarderos at¨®micos, establecidos en 2.400 por cada lado en el anterior acuerdo, tampoco' se vislumbran posibilidades cercanas de entendimiento, como ya qued¨® claro en las conversaciones de marzo, en Mosc¨². Los sovi¨¦ticos se niegan a disminuir el n¨²mero de sus misiles bal¨ªsticos intercontinentales, alegando que ello beneficiar¨ªa a Estados Unidos y que har¨ªa modificar sus planteamientos estrat¨¦gicos a largo plazo. Los norteamericanos aseguran que en la ¨²ltima d¨¦cada, la URSS ha desarrollado siete nuevos modelos de misiles bal¨ªsticos, entre ellos el SS-18 y otros de menor alcance, mientras que Estados Unidos s¨®lo perfeccion¨® el Minutemen III.