Pugna franco-alemana por apadrinar la entrada de nuevos miembros a la Comunidad Econ¨®mica Europea

Actualmente hay cierta pugna entre Par¨ªs y Bonn para ganarse las simpat¨ªas, y garantizarse la influencia econ¨®mica y pol¨ªtica, en los tres pa¨ªses que deben convertirse en un futuro pr¨®ximo en miembros del Mercado Com¨²n.

La gira de Karamanlis, primer ministro griego, por varias capitales europeas, junto con la visita a Atenas de Natali, vicepresidente de la comisi¨®n, permiten a los griegos presentar la batalla hacia Europa bajo una ¨®ptica optimista, lo cual no vence la oposici¨®n real que existe en Bruselas cuando se trata de negociar al detalle el contenido exacto de la entrada de Grecia a la CEE.Francia cuenta con buenas palabras e intenciones positivas para la ampliaci¨®n de la CEE. Antepone, sin embargo, obst¨¢culos econ¨®micos reales sobre todo ante la perspectiva de una adhesi¨®n de Espa?a. La RF de Alemania, aprovechando la debilidad econ¨®mica gala, que le obliga al doble juego, plantea la problem¨¢tica de la adhesi¨®n en t¨¦rminos econ¨®micos y cifra el coste total de la operaci¨®n. Bonn quiere ser, en el interior de la CEE, el verdadero motor del proceso de ampliaci¨®n.

De ah¨ª que tenga particular inter¨¦s la ¨®ptica del Gobierno alem¨¢n que considera el propio proceso de ampliaci¨®n ?como un progreso de los objetivos fijados en el tratado de Roma?.

Dicen en Bruselas que los alemanes disponen de datos precisos sobre la carga financiera que puede suponer la ampliaci¨®n. A largo plazo opinan que la entrada de Grecia, Portugal y Espa?a ser¨¢ rentable para la CEE... y para los intereses econ¨®micos germanos.

Tesis a favor de la ampliaci¨®n

En el mensual Eg Magazin, editado en Bonn por el Servicio de Prensa de las Comunidades, Europeas en la RF de Alemania, se publica este mes un interesante art¨ªculo que, bajo la firma de Ulrich Everling, jefe del departamento europeo del Ministerio de Econom¨ªa, expone sus tesis personales sobre la ampliaci¨®n de la CEE.

Sus ideas, favorables todas a la ampliaci¨®n, pueden resumirse en tres grandes cap¨ªtulos: los pol¨ªticos, los econ¨®micos y los institucionales.

En el terreno pol¨ªtico Everling dice que la respuesta no puede ser m¨¢s que positiva si, para garantizar su seguridad interior y exterior, Grecia, Portugal y Espa?a deciden integrarse a la CEE. Considera que la cooperaci¨®n intergubernamental ser¨¢ reforzada con la entrada de Estados que no est¨¢n influenciados por las ideas de la supranacionalidad. Opina, que la influencia mundial de la CEE ganar¨¢ peso con la entrada de los tres candidatos ya que, gracias a la CEE dichos Estados buscar¨¢n en el mundo la voz que perdieron como pa¨ªs.

En lo econ¨®mico, el pol¨ªtico alem¨¢n valora posibilidades y riegos. Trata la ampliaci¨®n de mercados para la industria, sin olvidar la necesidad de ciertas reestructuraciones en el interior del sector industrial de los nuevos futuros miembros. En pol¨ªtica agr¨ªcola considera que el sector mediterr¨¢neo recibir¨¢ m¨¢s atenciones que en la actual Europa verde inclinada a cultivos y producciones del norte. Es menos optimista en cuanto al futuro de la sonada uni¨®n econ¨®mica y monetaria, debido al desequilibrio suplementario que aportar¨¢ la entrada de los tres.

En materia institucional Ulrich Everling considera que debe seguirse el ejemplo de las negociaciones de adhesi¨®n de Gran Breta?a, Irlanda y Dinamarca, en cuanto a per¨ªodos de transici¨®n y soluci¨®n previa de todos aspectos de la adepsi¨®n, antes de la firma de los tratados. Sin llegar a pronunciarse a favor de la regla del voto por mayor¨ªa en las instancias comunitarias, opina que ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil mantener posiciones divergentes.

En conclusi¨®n considera que la decisi¨®n hist¨®rica de la ampliaci¨®n no debe ser aplastada por problemas menores de orden t¨¦cnico.

Aunque se trate de opiniones personales, dado el cargo del pol¨ªtico germano, las orientaciones pueden servir de gu¨ªa de cu¨¢l ser¨¢ la actitud de Bonn cuando llegue el momento decisivo de negociar la entrada al Mercado Com¨²n de Espa?a.