Cinco d¨ªas para dejar de fumar / 4
Hay mayor optimismo en el ambiente. La mayor¨ªa de los que han seguido el curso desde el primer d¨ªa cumplen sus treinta y tantas horas sin fumar. ??Ha habido problemas??, preguntan desde el estrado. Unas manos se levantan. ?Yo no he podido dormir.? ?A m¨ª me ha dolido la cabeza.? ?Yo he tenido mucho sue?o.? Son s¨ªntomas de la desintoxicaci¨®n tab¨¢quica, aclara el m¨¦dico. Todos esos s¨ªntornas desaparecer¨¢n antes de que concluya el plan de cinco d¨ªas. La nicotina es rebelde, pero no tanto.Se nos anuncia que empezamos la cuesta abajo. Ya empezarnos a ser ex fumadores. El doctor Valtue?a informa de las muchas preguntas que cientos de m¨¦dicos en el mundo se hacen a diario: si el tabaco es nocivo, como est¨¢ absolutamente demostrado, ?por qu¨¦ no se toman medidas? Ciertamente., se han tomado algunas medidas, pero sin efectividad. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud tiene prohibido fumar en sus sesiones desde hace varios a?os. Los paquetes de tabaco en distintos pa¨ªses. llevan la inscripci¨®n de que El tabaco es peligroso para la salud. ?Observen -comenta el doctor Valtue?aque, al principio , la inscripci¨®n que se oblig¨® a poner a todos losfabricantes de tabaco era -fumar puede ser peligroso-. Ahora ya se ha cambiado; ahora se afirma "fumar es peligroso." Y esas compa?¨ªas americanas que.inscriben en sus paquetes el peligro que supone el fumar, le quitan la inscripci¨®n cuando se vende ese tabaco en Espa?a. Aqu¨ª, realmente, no se ha hecho nada. La Direcci¨®n General de Sanidad hab¨ªa solicitado hace ya tiempo que se suprimera la publicidad del tabaco en televisi¨®n, pero no se ha conseguido nada.?Por su parte, el soci¨®logo se?or Schmith se?al¨® que se estaba ya en el niomento crucial de la desintoxicaci¨®n. ?Ya estamos sacando los clavos de su ataud.? ?Y esto no es aterrorizar, sino tener visi¨®n realista.? La pel¨ªcula que se nos presenta -Uno entre 20.000- cuenta la vida de un joven periodista que se somete a un chequeo rutinario. El pulm¨®n aparece ennegrecido del tabaco, la intervenci¨®n quir¨²rgica es tremenda. El se?or Schmith toma despu¨¦s la palabra para insistir en el tema: ?esto no es terrorismo; esto se ve hoy en cualquier hospital; que la realidad es as¨ª, por mucho que nos enga?emos a nosotros mismos?. Se?al¨® despu¨¦s que habr¨ªa que iniciarse en la sicolog¨ªa del fumador y romper con esos h¨¢bitos comprendidos y establecidos, de que cuando hay algo importante, debe apelarse al cigarro; de que cuando se firma un contrato sugestivo, debe echarse mano del pitillo. Romper esos h¨¢bitos, romper la cortina de humo. Tambi¨¦n -se?al¨® los aspectos econ¨®micos: ?Haga, haga cuentas de cuanto le costaba -y decimos costaba, en pasado- el tabaco. Multiplique por los a?os que fum¨®. Y piense: ?vale la pena, adem¨¢s de envenenarse, pagar por ello? Es pagar por un suicidio.?
Consejos
Hoy la intensidad del ansia de fumar ser¨¢ m¨¢s leve. El organismo se va limpiando con el agua, las frutas y los zumos. La dieta alimenticia, quiz¨¢ lo m¨¢s tajante del plan, fue programada para eso. Hoy, precisamente, ?es el d¨ªa de demostrar quien puede m¨¢s: el tabaco o la fuerza de voluntad?. En el desayuno siga con muchos zumos. Tome vitamina B1. No disminuya el volumen de l¨ªquidos, frutas, ensaladas y jugos, aire fresco y ejercicio de respiraci¨®n. Evite la comida abundante y los postres apetitosos.
?Qu¨¦ le parece ahora el h¨¢bito de fumar? ?Verdad que es adem¨¢s de in¨²til y nocivo, una cuesti¨®n social?
Y el peso, un problema que se apela constantemente. Vigile el peso. Posiblemente tenga m¨¢s hambre. Coma cosas que no engorden. Y evite esa costumbre de caramelos y chicles azucarados. El az¨²car engorda. Piense siempre que es m¨¢s f¨¢cil adelgazar que dejar de fumar.
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