La identidad del PSOE
(Militante del PSOE)El Partido Socialista Obrero Espa?ol, en los cien a?os de su historia, ha recibido cr¨ªticas a su l¨ªnea estrat¨¦gica, a su programa y a su praxis. En ocasiones estas cr¨ªticas, hay que reconocerlo, han sido justificadas, otras veces, quiz¨¢ la mayor¨ªa, han derivado de prejuicios, de incomprensiones, o, simplemente, de oportunismo partidista. En todo caso, la cr¨ªtica es necesaria para no caer en el dogmatismo y no encerrarse en una optimista torre de marfil. Por eso mi primera reacci¨®n como socialista ante el editorial de EL PAIS ?La crisis de identidad del PSOE? es de gratitud por su inter¨¦s por los problemas del socialismo. En otra situaci¨®n, pese a sus errores y valoraciones insuficientes o inexactas, porque tiene tambi¨¦n aspectos de raz¨®n, hubiera podido ser un punto de partida para una reflexi¨®n p¨²blica, con luz y taqu¨ªgrafos, sobre el PSOE, para que todos los interesados pudieran aportar sus ideas a la com¨²n tarea de reforzar al partido pol¨ªtico del socialismo democr¨¢tico. Pero su publicaci¨®n a quince d¨ªas de las elecciones puede tener objetivamente un impacto desorientador y una influencia que no va a contribuir precisamente a aclarar el confuso panorama electoral y, aunque subjetivamente, s¨¦ que no es la intenci¨®n de los magn¨ªficos periodistas e indubitados liberales que hacen ese peri¨®dico, podr¨ªa tambi¨¦n incidir en la campa?a que, desde todos los sectores, impulsa el Poder para rebajar los porcentajes que las encuestas atribuyen al PSOE.
Desde una colaboraci¨®n constructiva quisiera salir al paso de la tesis central del editorial con las siguientes perspectivas:
Primera: El an¨¢lisis de la situaci¨®n del PSOE no se puede realizar sin conectarlo con la represi¨®n del franquismo ni con la situaci¨®n de los dem¨¢s partidos pol¨ªticos. Desconocer la incidencia que sobre la problem¨¢tica de los partidos y sobre su crisis ha producido la represi¨®n y la ilegalidad es falsear el problema. Tambi¨¦n es falsearlo analizar la crisis de identidad del PSOE sin referencia a la situaci¨®n de los dem¨¢s partidos y s¨®lo con una alusi¨®n marginal a la situaci¨®n del Partido Comunista. Quiz¨¢, lleguemos a la conclusi¨®n de que el PSOE es donde menos crisis de identidad existe. ?Por qu¨¦ entonces un an¨¢lisis aislado sobre la crisis de identidad del PSOE? Si las encuestas dan un porcentaje elevado de preferencia al PSOE, en algunas provincias el primer puesto y, en todo caso, el segundo, pienso que la coherencia de la pol¨ªtica del PSOE, frente a los movimientos, cambios de t¨¢ctica y de estrategia, escisiones, uniones y nuevas escisiones de los dem¨¢s grupos, puede ser la explicaci¨®n de ese movimiento de opini¨®n.
Segunda: La argumentaci¨®n sobre las conexiones internacionales y los peajes futuros que tendr¨ªamos que pagar los socialistas por la ayuda extranjera me recuerdan los m¨¢s rancios tiempos del franquismo, cuando se acusaba a los de Munich de traidores por reunirse en el extranjero para hablar de Espa?a. Pienso que, objetivamente, esta argumentaci¨®n puede excitar las m¨¢s ?chauvinistas? vetas del nacionalismo espa?ol, explicables desde los lemas de Alianza Popular, pero no desde un editorial de EL PAIS.
La solidaridad y el internacionalismo socialista no van a condicionar a la pol¨ªtica del PSOE. Si la victoria se produce, no ser¨¢ por la financiaci¨®n extranjera, expresi¨®n que produce recuerdos ?camp? de lo mejor del lenguaje de la RTVE franquista, sino por el esfuerzo y el trabajo de los socialistas espa?oles y por la confianza y la credibilidad que produzcan en los ciudadanos. No somos precisamente los socialistas los que compramos votos con dinero en este pa¨ªs.
Tercera: En relaci¨®n con la unidad socialista no se puede hablar de ella olvidando los importantes pasos dados con sectores, de la Federaci¨®n de Partidos Socialistas como en Madrid y en Murcia y del acuerdo con el Partido Socialista de Catalu?a, con lo que la acusaci¨®n de arrogancia y de exclusivismo y de intentar hacer pasar a los otros ?por las horcas caudinas del PSOE?, carece de fundamento. Si se analiza el fen¨®meno de la unidad, hay que hacerlo en toda su profundidad, observando, por ejemplo, la constante de otros grupos socialistas, que se afirman siempre en referencia a su oposici¨®n al PSOE, fundando su identidad en el anti PSOE. Tambi¨¦n hubiera sido necesario explicar por qu¨¦ algunos grupos socialistas han presentado candidaturas en las zonas en las que no ten¨ªan existencia real, como en Valladolid, en Burgos o en Le¨®n, con lo que no van a hacer sino disminuir el porcentaje del PSOE, sin obtener ning¨²n beneficio propio. ?Qu¨¦ juicio tiene que merecer esa postura pol¨ªtica desde la perspectiva de la unidad socialista? ?No parece que el enfoque del editorial es insuficiente y parcial si se tienen en cuenta, al menos, y junto a otras, esas perspectivas?
En el PSOE hay una corriente de unidad muy fuerte que estoy seguro acabar¨¢ con los obst¨¢culos internos y externos a la misma, pero, precisamente por ser tema muy serio y de gran transcendencia, no puede ser utilizado s¨®lo como ariete electoral.
Cuarta: En todo partido pol¨ªtico existen, dice Duverger, estructuras olig¨¢rquicas y burocracias que tienden a perpetuarse en el Poder. Esta ley que podemos formular con la misma exactitud de las leyes f¨ªsicas y naturales es com¨²n a todos los partidos pol¨ªticos y no puede ser utilizada como si fuese una caracter¨ªstica espec¨ªfica del PSOE y de su direcci¨®n. Precisamente en el PSOE, por sus reglas de juego internas, es mucho m¨¢s f¨¢cil atajar esa caracter¨ªstica de todo partido pol¨ªtico, porque tiene una democracia que permite que las minor¨ªas se conviertan en mayor¨ªas si los militantes as¨ª lo deciden. Me ha parecido oportuno, como vinculado a la minor¨ªa dentro del partido, calificado incluso por alg¨²n peri¨®dico como gran perdedor del XXVII Congreso, salir al paso de esta afirmaci¨®n del editorial. No estoy privado de libertad de expresi¨®n y, adem¨¢s, EL PAIS es testigo de excepci¨®n de esta realidad porque public¨® mi art¨ªculo ?El PSOE de Madrid ante el futuro?, despu¨¦s del XXVII Congreso, constructivamente discrepante con la comisi¨®n ejecutiva reci¨¦n elegida. Las minor¨ªas del PSOE tienen libertad de expresi¨®n.
Hay algo, sin embargo, que el editorial de EL PAIS describe certeramente, aunque tambi¨¦n lo desenfoca en su valoraci¨®n. Es cierto que hay un desfase entre ciertas actitudes radicales de tipo verbal y una pol¨ªtica socialista y democr¨¢tica, que es la ¨²nica posible en el ¨¢mbito europeo, donde la aceptaci¨®n de la democracia pol¨ªtica es cauce para la construcci¨®n de la sociedad socialista. Pero esta construcci¨®n no puede ser utilizada tampoco como una cr¨ªtica importante al PSOE, pues es fruto de la clandestinidad y de cuarenta a?os de r¨¦gimen autoritario. El debate de los pr¨®ximos a?os en el PSOE va a ser sobre los dos modelos posibles de desarrollo de este socialismo democr¨¢tico: el modelo de la socialdemocracia alemana y el modelo del socialismo franc¨¦s. Ciertamente, cualquier otro debate ser¨¢ ret¨®rica verbalista imposible. La reflexi¨®n constructiva que se debe propiciar, a mi juicio, es, por consiguiente, ¨¦sta. No existe crisis de identidad en el PSOE, sino debate de profundizaci¨®n sobre esas dos opciones que van a determinar la identidad del PSOE en el futuro. Los que pensamos que, el modelo del socialismo franc¨¦s, con su adaptaci¨®n a la situaci¨®n espa?ola, es el m¨¢s adecuado, y. en esto no estoy con la minor¨ªa, sino con la mayor¨ªa, lucharemos porque la identidad de nuestro partido vaya por esa l¨ªnea, pero afirmamos que no hay crisis de identidad, sino profundizaci¨®n de una que arranca de hace casi cien a?os.
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