B¨¢rbara Rey
Si la musa de la reforma fue Carmen D¨ªez de Rivera, la musa del Centro es B¨¢rbara Rey, que presidi¨® la noche loca del Eurobuilding. Carmen D¨ªez de Rivera va, err¨¢tica y bella, hacia la izquierda, y a su paso me ha dejado un pa?uelo -otro pa?uelo- con unos pu?os cerrados. Antes, a los pa?uelos les bordaban flores y p¨¢jaros y letras. No s¨¦ si el pa?uelo con pu?os de Carmen Diaz de Rivera es proselitismo o ligue.La reforma parece que no pod¨ªa vivir sin mujeres guapas, y el Centro tampoco. Por aqu¨ª se ve tambi¨¦n que reforma y Centro eran la misma cosa. Un hombre de Josep Meli¨¢, el gran derrotado insular, ha-dicho que Su¨¢rez es un Franco m¨¢s joven. Me parece inexacto, entre otras cosas, porque las mujeres de Franco, de la pol¨ªtica de Franco, no eran tan glamourosas: Pilar, Primo de Rivera, Pilar Careaga y otras Pilares.
B¨¢rbara Rey dijo una vez, en una revista, que le gustaba yo. A m¨ª tambi¨¦n me gusta ella, de modo que si no se hubiera metido de por medio el Barcelona Club de F¨²tbol, hoy B¨¢rbara Rey no estar¨ªa decorando la victoria del Centro, sino llorando en mis brazos la derrota de Ruiz-Gim¨¦nez.
-?Pero ahora nos sale usted dem¨®crata-cristiano? -dice el parado.
-No, pero me gusta que las mujeres lloren en mis brazos.
B¨¢rbara Rey era un nombre que me ven¨ªa sonando en todo sin sonar en nada, y un d¨ªa le pregunt¨¦ a Yale c¨®mo estaba la jai:
-Est¨¢ mundial -me dijo.
Pero la encontr¨¦ en Barcelona hace poco, en una fiesta, y no me salud¨®. Ahora comprendo por qu¨¦. Ya no soy el hombre de sus insomnios, como m¨¢s o menos le dijera a Mar¨ªa Angeles Llin¨¢s, la periodista catalana. Ahora debe ser Joaqu¨ªn Garrigues. Una vez, Luis Otero, bi¨®grafo de t¨ªas exquisitas, estuvo haciendo la biograf¨ªa desnuda de B¨¢rbara Rey, y me explic¨® que era muy hermosa. Lo que no le explic¨® B¨¢rbara Rey a Luis Otero es que ella era de Centro. Claro que entonces no exist¨ªa el Centro Ahora tampoco existe, pero ha ganado las elecciones de todos modos. Para ganar unas elecciones no es necesario existir. Basta con tener mano en Prado del Rey. A prop¨®sito de Prado del Rey, vinieron a hacerme una entrevista de parte de Isabel Tenaille. Una entrevista de ¨¦sas donde ella sale de dibujito, preguntando cosas a la gente. Isabel Tenaille es como Marco, el del serial, pero en mollar.
-Que quieren que seas t¨² el primero de la serie.
-Vale.
-?Cu¨¢l ha sido el peor sue?o que has tenido en tu vida?
-Un sue?o que dur¨® cuarenta a?os.
-Me parece que eso no lo van a dar.
Y no lo dieron.
O sea, que la televisi¨®n sigue siendo de los mismos y de B¨¢rbara Rey. En televisi¨®n vi yo por primera vez a B¨¢rbara Rey, en aquella cosa innombrable que se nombraba Palmar¨¦s. Comprend¨ª que era una mujer importante. Luego la quitaron por salir desnuda en las revistas. La sustituyeron por Pilar Vel¨¢zquez, que siempre ha tenido la precauci¨®n de desnudarse en Italia.
Y ahora B¨¢rbara Rey viene a dar en musa de la Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico. Es lo que -le ha faltado a Fraga para ganar: una se?orita. Fraga daba cerillas con el escudo de Espa?a y su nombre en oro, pero todo el mundo le ha pedido fuego a Felipe Gonz¨¢lez. La UCD es una cosa muy americana. Se les acusa de que no tienen programa, ideolog¨ªa ni partido. Yo creo que tienen a B¨¢rbara Rey, que es todo un programa er¨®tico, toda una ideolog¨ªa y todo un partido. Si la UCD no tiene ninguna de esas tres cosas, en cambio tiene un estilo de vida, un spanien way of life, una cosa que est¨¢ entre las transparencias de la cocacola y las sonrisas de Camu?as.
Me llama Lorenzo L¨®pez-Sancho para invitarme a un coloquio en Marie Claire, con Gemma Cuervo y Nacha Guevara, sobre Marilyn Monroe. Hoy, B¨¢rbara Rey es a los Garrigues lo que Marilyn a los Kennedy: el sex-symbol de una democracia guapa. Demasiado guapa para ser democracia.
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