Castraci¨®n qu¨ªmica en las c¨¢rceles alemanas

El androcur, un producto sobre el que los laboratorios Schering, de Berl¨ªn occidental, han investigado durante diez a?os, es el primer preparado del mundo que ha demostrado una alta eficacia como antiandr¨®geno: reduce al m¨ªnimo el apetito sexual en el hombre. Desde el punto de vista cl¨ªnico sirve para el tratamiento de las desviaciones sexuales. Seg¨²n el informe que se acompa?a al producto a la hora de ofrec¨¦rselo a los m¨¦dicos y farmac¨¦uticos, ?su importancia m¨¦dica, forense y sociol¨®gica es incalculable?. Su aplicaci¨®n, insiste este informe, ?debe hacerse siempre de acuerdo con el siquiatra?.

La demanda del Gobierno

A principios de este a?o los laboratorios Schering consideraron que este f¨¢rmaco apenas ten¨ªa inter¨¦s, porque en los pa¨ªses latinos de Europa y Am¨¦rica ?los hombres se sent¨ªan muy viriles?, y en los pa¨ªses donde son m¨¢s frecuentes las desviaciones, apenas si era requerido en alg¨²n caso en el que el paciente quer¨ªa superar una tendencia incontrolable a la comisi¨®n de delitos con est¨ªmulo sexual. En definitiva, los laboratorios citados consideraron que su gran hallazgo debla pasar a un segundo t¨¦rmino. Sin embargo, muy poco tiempo despu¨¦s de esta conclusi¨®n se produjo lo inesperado: el Gobierno alem¨¢n estaba interesado en el androcur hasta el punto de que incluso se habl¨® de una inversi¨®n oficial. Para ello bastar¨ªa el que el producto se presentase en forma inyectable. Schering no tard¨® en ofrecer la nueva f¨®rmula: mediante la aplicaci¨®n inyectable, el paciente se ver¨ªa libre de su apetito sexual por quince d¨ªas o, incluso veinte. Algunos m¨¦dicos creyeron ver en este preparado la p¨ªldora masculina, pero no fue as¨ª. El androcur no retira la fertilidad, sino la tendencia. Cien miligramos por d¨ªa son suficientes para liberar al obseso de su tendencia incontrolable. En proporciones mayores puede producir esterilidad, se ha manifestado a EL PAIS en la secci¨®n exterior de los citados laboratorios, encargada de observar los resultados de la aplicaci¨®n de los f¨¢rmacos que producen.Aunque en Schering se insiste en que esta esterilizaci¨®n puede ser fortuita, e incluso intencionada, mediantela aplicaci¨®n de elevadas dosis, se rehuye el t¨¦rmino castraci¨®n que ha empleado el parlamentario socialdem¨®crata. ?En cualquier caso, puede que se trate de una exageraci¨®n.? Hasta el momento, el producto inyectable se ha aplicado ya a un n¨²mero no determinado de presos: antes de conced¨¦rseles la libertad condicional el detenido se somete a un examen y ante una comisi¨®n firma un documento por el que se compromete a acudir a una cl¨ªnica concreta cada quince d¨ªas para que se le aplique el androcur. Los m¨¦dicos que han analizado el producto reconocen que la vida sexual del excarcelado se ve sumamente reducida en su matrimonio, pero lo que es cierto es que ?no reincidir¨¢ en sus delitos sexuales?. Un estudio realizado sobre la pastilla de androcur, menos eficaz que la inyecci¨®n, revela que de 72 pacientes, 65 experimentaron una mejor¨ªa. Sin embargo, el control de una hipersexualidad masculina mediante este f¨¢rmaco supone tambi¨¦n graves riesgos, observados despu¨¦s de las tres fases experimentales reglamentarias: surgen nuevos desarreglos sexuales por inhibici¨®n, se producen complicaciones renales, depresiones y, en casos extremos, el suicidio y la incapacidad f¨ªsica de generar. Los m¨¦dicos desautorizan su aplicaci¨®n a los ni?os con una sexualidad precoz, por los efectos que conlleva.

Contra delitos sexuales

Hace cinco a?os, con ocasi¨®n del lanzamiento comercial del preparado en forma de pastillas, hubo divisi¨®n de opiniones entre los investigadores sobre si el t¨¦rmino hipersexualidad deber¨ªa incluirse en la presentaci¨®n de cualidades terap¨¦uticas o no. Entre algunos m¨¦dicos surgi¨® la idea de que este preparado podr¨ªa ser empleado abusivamente en base a que esta tendencia no encuentra los mismos calificativos en todos los pa¨ªses. Cabr¨ªa su utilizaci¨®n en lugares de reclusi¨®n como medio tranquilizante. En algunos centros de rehabilitaci¨®n mixtos alemanes se opt¨® hace un tiempo por retirar las pastillas de androcur, cuya posolog¨ªa apenas era controlable, y se prefiri¨® en seguida la inyecci¨®n. Consta, al menos, el caso de una residencia de subnormales. El mismo grupo de doctores que analizaron m¨¢s, cr¨ªticamente el producto recomendaron que se quitase en las hojas de orientaci¨®n cualquier alusi¨®n a exhibicionismo, pedofilia, incesto, fetichismo, sadomasoqu¨ªsmo, sodom¨ªa, transvestismo y voyeurismo. Sin embargo, estos delitos son los que, seg¨²n el actual r¨¦gimen penitenciario alem¨¢n, requieren la aplicaci¨®n del androcur. El producto aparece, pues, en plena selva de t¨¦rminos fronterizos entre lo inmoral y lo patol¨®gico.

Las pruebas

En la preparaci¨®n de este producto, al menos en el estudio de sus efectos, se han tenido en cuenta an¨¢lisis de 3.800 castraciones practicadas en Alemania entre 1934 y 1944, es decir, durante la dictadura nazi. Un investigador de Schering ha comunicado a este respecto a EL PAIS ?que se trata de suplir con el producto los efectos contraproducentes de la castraci¨®n f¨ªsica, en el caso de los detenidos por delitos relacionados con la sexualidad: ?incluso se ha observado que se regeneran entre un 70 y un 80%?.Seg¨²n una estad¨ªstica facilitada a EL PAIS, de 496 recluidos a los que se ha aplicado el androcur por v¨ªa oral, antes de la aceptaci¨®n por las penitenciar¨ªas alemanas del mismo producto inyectable, se ha observado que 359 de ellos han mejorado, 123 se mantienen igual, once han empeorado en sus tendencias irresistibles y tres no constan. El problema legal que supope la entrada en las c¨¢rceles alemanas de este f¨¢rmaco plantea nuevos problemas legales: por un lado, hay juristas que rechazan cualquier tipo de castraci¨®n, ya sea fisica, como la que a¨²n amparan las leyes de la RFA, o qu¨ªmica, como prefiere el diputado socialdem¨®crata citado. El que en este pa¨ªs se produjeran, en 1974, 48.733 delitos ?contra las costumbres?, casi la mitad de ellos contra menores de edad, 7.001 violaciones y 1.720 actos homosexuales r¨¦primidos policialmente, indican que la represi¨®n de estos delitos debe cambiar de orientaci¨®n. Sin embargo, se estima, no cabe recurrir a una castraci¨®n qu¨ªmica generalizada en sustituci¨®n de la quir¨²rgica siempre m¨¢s restringida hasta ahora. En cuanto a la presentaci¨®n del producto, los laboratorios que lo preparan han cuidado al m¨¢ximo dar una impresi¨®n excesivamente sensacionalista. As¨ª, por ejemplo, en el bolet¨ªn para Espa?a se ha sustituido la frase: Androcur es efectivo, por esta otra m¨¢s t¨¦cnica: Androcur inhibe la espermatog¨¦nesis principalmente en virtud de su efecto antiandr¨®geno, ya que determinados procesos de maduraci¨®n en el curso de la espermatogenesis son androgenodependientes?. Con esta explicaci¨®n, seg¨²n el t¨¦cnico, ?se evita caeren la contradicci¨®n de no considerar las contraindicaciones del producto?. En otro informe relativo al producto, de julio del a?o pasado, se reconoce que no se ha llegado a un estudio suficiente de las consecuencias que conlleva su aplicaci¨®n en animales para el estudio de su agresividad y recom¨ªenda que no se abuse de ¨¦l en personas. Una cl¨ªnica holandesa comunicaba en abril de 1975 que aplicaba con ¨¦xito el producto, pero que, sin embargo, observaba fases depresivas, en los pacientes que no sab¨ªa si deb¨ªa tratar con otros f¨¢rmacos de electo contrario.

El efecto del androcur es dudoso, sobre todo en el caso de la inyecci¨®n considerada como Instrumento de castraci¨®n por el experto en cuestiones de derecho penal del Partido Socialdem¨®crata, Mueller-Emmert. El mismo d¨ªa en que el tribunal de garant¨ªas constitucionales declaraba que la cadena perpetua est¨¢ perfectamente de acuerdo con las leyes fundamentales del pa¨ªs, Mueller-Emmert hac¨ªa hincapi¨¦ en que la esterilizaci¨®n qu¨ªmica de los delincuentes masculinos abre nuevos caminos a la redenci¨®n de penas. Sin embargo, queda por conocer el precio de la libertad condicional mediante el androcur, cuya base, el acetato de ciproterona, puede afectar a la larga o a la corta al hipot¨¢lamo, centro sexual del hombre.