Bjorn Borg, campe¨®n de Wimbledon por segunda vez consecutiva

Por segunda vez consecutiva, al estilo de Newcombe, Laver, Emerson o Hoad, el sueco Borg ha ganado) la final del torneo de Wimbledon. En un partido memorable, cuyo tanteo fue 3-6, 6-2,6-4,5-7 y 6-4, venci¨® a Connors, que alcanzaba su tercera final. El norteamericano sali¨® vencedor ¨²nicamente en la primera.

Esta era la primera vez que ambos se enfrentaban sobre una pista de hierba. Los dos hab¨ªan contendido en siete ocasiones anteriores, de las cuales cinco hab¨ªan sido victoriosas para el norteamericano. El a?o pasado, Borg le habla ganado a Nastase en la final de Wimbledon. En esta ocasi¨®n todas las predicciones coincid¨ªan en dar como favorito a Connors, que ten¨ªa las apuestas a su favor por cuatro a tres. No obstante, este zurdo de veinticuatro a?os ten¨ªa enfrente de todos modos a un p¨²blico que se le presum¨ªa hostil. No fue as¨ª. Los brit¨¢nicos se comportaron con una gran imparcialidad y no recordaron los desplantes que Connors protagoniz¨® al principio de este torneo, que celebraba su centenario.Borg no movi¨® un m¨²sculo de la cara mientras dur¨® el partido, el m¨¢s emocionante que ha vivido Wimbledon en muchos a?os. Tres horas y veinte minutos de juego fueron necesarias para que al final el joven sueco, de veinti¨²n a?os, sonriera aliviado, saludara al decepcionado Connors y se despojara de la cinta pop que le sirve de manera habitual para sujetarse el pelo.

Bjorn Borg llev¨® siempre un juego m¨¢s estable que Jimmy Connors, que en ocasiones fue m¨¢s brillante y r¨¢pido, pero mucho m¨¢s irregular. El sueco se mereci¨® la victoria porque fue m¨¢s seguro en sus servicios, y porque fue capaz de romper los del americano hasta nueve veces. Hubo en el partido una fase de recuperaci¨®n de Connors, en el quinto set, donde pareci¨® que la aparente tranquilidad del norteamericano iba a triunfar por encima de la fortaleza de Borg. Este iba ganando por cuatro juegos a cero en el ¨²ltimo y decisivo set.

Connors pas¨® a dominar la situaci¨®n e igual¨® a cuatro. A partir de ah¨ª, Borg gan¨® los juegos noveno y d¨¦cimo. Desde que se produjo el empate hubo una lucha tit¨¢nica durante la que Borg pareci¨® confiar en su cinta del pelo como en un amuleto: no ces¨® de ajust¨¢rsela.

Pero no fue s¨®lo la suerte la que ayud¨® a Borg en un encuentro tan apretado y equilibrado como lo suger¨ªa la calidad de ambos contendientes. Borg sirvi¨® mejor que Connors. Muchas veces logr¨® que el norteamericano ni siquiera pudiera contestar el saque. Connors fall¨® tambi¨¦n al hacer chocar sus bolas contra la red intentando servicios cortos en los que por su parte Borg fue tambi¨¦n magistral. Connors comenz¨® muy bien, apunt¨¢ndose tantos desde el fondo de la pista con esa fuerza que le caracteriza. Cuando su oponente le super¨®, intent¨® arriesgar y perdi¨®.

Esta ha sido la mejor final que pod¨ªa haberse celebrado en Wimbledon. Borg se ha adjudicado dos veces el torneo de Roland Garros, otras tantas el de Wimbledon, la Copa Davis y Forest Hills; Connors, los t¨ªtulos de Australia, Wimbledon y Forest Hills, habiendo logrado el pasado a?o la corona americana.

La sesi¨®n de ayer coincidi¨® con el primer d¨ªa de verano real en Londres. Bajo un sol impresionante, la duquesa de Kent entreg¨® a Borg un trofeo que ya le es familiar. El viernes fue la reina quien se lo entreg¨® a Virginia Wade; la de ayer fue una final mucho menos jubilosa, pero m¨¢s emocionante. Las entradas para el Central Court de Wimbledon llegaron a venderse en el mercado negro a 30.000 pesetas.

El calor -no se exagera si se dice que lleg¨® a los treinta grados- proporcion¨® elementos espectaculares al p¨²blico, que vio en m¨¢s de una ocasi¨®n c¨®mo el fr¨ªo Connors perd¨ªa su compostura y se rodeaba el cuello con pa?uelos empapados. Al final Connors termin¨® m¨¢s fresco que Borg, pero ¨¦ste se llev¨® de nuevo el t¨ªtulo. El aplauso con que fue acogida esa victoria fue justo y contundente.

El norteamericano Van Winitsky venci¨® en la final individual junior de Wimbledon. Derrot¨® por 6-1, 1-6 y 8-6 a su compatriota Eliot Teltscher.

En la final de dobles femeninos, la australiana Helen Cawley y la norteamericana Joanne Rusell.derrotaron por 6-3 y 6-3 a la holandesa Betty Stove y a la checoslovaca exiliada en Estados Unidos, Martina Navratilova.