El protom¨¢rtir
As¨ª como la cosa que hab¨ªa antes tuvo su protom¨¢rtir, parece que el protom¨¢rtir de la democracia voy a ser yo, y no s¨®lo porque la Triple A me tiene amenazado de muerte en estos d¨ªas, sino porque la revista Climax, antes Priv¨¦ (me parece que Priv¨¦ se la carg¨® el ministro Reguera, cuerpo), me ha sentado en el banquillo y me han puesto como no digan due?as, o sea a parir.Yo he luchado mucho por la democracia, en todos los frentes, que soy un guerrillero urbano, una especie de Apala con mejores modales, pero no supon¨ªa que la democracia iba a empezar por m¨ª, o sea que el decir y cantar las verdades al personal me iba a tocar a m¨ª el primero. Porque como ya se puede decir todo de todos, excepto de L¨®pez Bravo, Climax va y pregunta, a ver qu¨¦ piensa de m¨ª el personal. Una se?ora, en un mercado catal¨¢n, dice que le caigo bien. Unos chicos de los jesuitas dicen que soy un cachondo. Y unas chicas de una discoteca se explican as¨ª:
-Muy guapo, aunque un poco mayor, y, sobre todo, tiene una voz que te puedes morir en la cama.
Ya ven ustedes que la base est¨¢ conmigo, o sea que tengo base, lo que no tienen Fraga ni Ruiz-Gim¨¦nez. En la facultad de Bellaterra se han pasado, dicen que soy un gran intelectual. O sea que en Barcelona he ganado el refer¨¦ndum, aunque no s¨¦ muy bien por qu¨¦ se me somete a m¨ª a refer¨¦ndum, ya digo que yo no tengo a Rafael Ans¨®n para defenderme.
Luego vienen los famosos. L¨®pez V¨¢zquez, que para eso es el mejor actor de Espa?a, dice que soy un escritor estupendo. Susana Estrada afir¨ªna que le caigo muy bien, aunque la verdad es que no le he ca¨ªdo nunca encima, por esas cosas de la vida que no tiene uno tiempo para nada.Don R¨¢cano asegura que soy muy agudo. Victoria Vera me considera machista, aunque nunca me ha dado ocasi¨®n de probarle que soy, sencillamente, macho, y nada m¨¢s que lo imprescindible.
Anal¨ªa Gad¨¦ tiene buen concepto de m¨ª, y Conchita Bautista tambi¨¦n. Las cosas m¨¢s verdaderas las dice, Amilibia, que no en vano hemos sido camaradas de noches blancas y dostoiewskianas. O sea que me conoce:
-Es un gran solitario que trata de acercarse a los dem¨¢s.
Luego, la revista me acusa de ser pedante, de ser d¨¦spota, de no comerme una rosca (lo cual es verdad), de ser impotente (lo cual va camino de ser verdad), de haber cambiado de camisa, de considerarme guapo, de tener negros literarios (cuando lo que me gustar¨ªa es tener negras, aunque no fuesen literarias). Por otra parte, si lo que yo escribo no es capaz de escribirlo ning¨²n otro blanco, ?c¨®mo iba a escribirlo un negro? (Ya he dado la nota racista, qu¨¦ corte.) Tambi¨¦n se me acusa de alcoh¨®lico, pero Amilibia explica muy bien que s¨®lo bebo agua mineral y que uso refajo, todo ello cierto. Y, sobre todo, dicen los delicados muchachos de Climax que no me he mojado el culo pol¨ªticamente jam¨¢s. Sin duda quieren que me lo moje en sangre -propia-, porque estoy amenazado de muerte continuamente, sobre todo, de enero para ac¨¢. Tengo contado que a Manolete le llamaba asesino y ladr¨®n el p¨²blico hasta un minuto antes de que le matase el toro. Aqu¨ª el personal, querido Zabala, siempre est¨¢ pidiendo m¨¢s caballos. Al personal le gustan los caballos y los escritores con el tripamen fuera, como Lorca y etc¨¦tera. Luego el personal escribe delicados ensayos al respecto.
Lo que dec¨ªa, que me ofrendo como protom¨¢rtir de la nueva democracia y que sea mi sangre de imprenta la ¨²ltima que se derrame en contiendas civiles, etc¨¦tera, o sea todo el rollo que sigue Sobre m¨ª ya acaba de decirse todo, lo bueno y lo malo, lo falso y lo cierto. Queda inaugurada la libertad de expresi¨®n en Espa?a. Queda Inaugurado este pantano de sangre. Ahora, que empiecen los arrojados chicos de Climax con el resto del pa¨ªs, de la Corona para abajo. Yo no s¨¦ don Jos¨¦ Calvo-Sotelo, pero de m¨ª puedo decir que se est¨¢ bier de protom¨¢rtir.
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