Los pesqueros regresan a sus puertos
Mientras el ministro de Asuntos Exteriores espa?ol, Marcelino Oreja, planteaba ante la Comunidad Econ¨®mica Europea el problema provocado por la ampliaci¨®n de las aguas pesqueras comunitarias, la casi totalidad de las flotas de Ond¨¢rroa y Pasajes regresaba a sus puertos de origen. Rechazados primero por Inglaterra y despu¨¦s por Francia, los pesqueros vascos se ven ahora obligados a abandonar su ¨²ltimo refugio del Gran Sol, al sur de Irlanda, dando por finalizada la larga marcha errante que han protagonizado en los ¨²ltimos meses.Todo parece indicar que se ha alcanzado el punto cr¨ªtico. A la espera tan s¨®lo del milagro, el ambiente entre los armadores vascos es totalmente pesimista. Unos 9.600 hombres, de los puertos de Ond¨¢rroa y Pasajes, pueden quedarse muy pronto en paro total, sin contar con otros miles que van a verse afectados de una u otra forma. Dos pueblos, Pasajes y Ond¨¢rroa, dependientes exclusivamente de tradicionales recursos pesqueros y con una poblaci¨®n de 38.000 personas, se encuentran ya seriamente afectados. S¨®lo el puerto de Pasajes produce en lo que se llama primera venta una cantidad aproximada de 4.000 millones de pesetas anuales. Como dec¨ªa un armador: ?Ond¨¢rroa puede ser subastado p¨²blicamente en el plazo de seis meses, si no se soluciona el problema.?
Desde el punto de vista social, la paralizaci¨®n de la flota, adem¨¢s de no utilizar la elevada inversi¨®n de los 6.250 millones de pesetas, valor aproximado de los 238 barcos de los dos puertos, supondr¨¢ un incremento notable de paro y colocar¨¢ en una situaci¨®n comprometida a aquellas empresas de infraestructura del sector pesquero como almacenes, efectos navales, fabricantes de redes, fundiciones de piezas de recambios, etc¨¦tera.
Los armadores vascos exigen la adopci¨®n por parte de la Administraci¨®n espa?ola de una serie de medidas de car¨¢cter transitorio que aseguren la actividad de la flota pesquera, antes de la consecuci¨®n del llamado acuerdo marco con la CEE. Los armadores pretenden de esta forma una ayuda econ¨®mica que subvencione de forma prioritaria al sector. Por otra parte, el acuerdo marco tratar¨ªa de asegurar la supervivencia del m¨¢ximo n¨²mero de barcos posibles, mediante f¨®rmulas adecuadas de reconversi¨®n a las modernas formas de pesca. El problema para algunos de estos barcos, ya viejos, es precisamente su incapacidad de reconversi¨®n, por lo que los armadores exigen tambi¨¦n una indemnizaci¨®n por desguace de 120.000 pesetas por tonelada.
El otro problema grave es la propia distribuci¨®n de las 57 licencias de pesca concedidas en su d¨ªa por la Comunidad, correspondientes a los dos puertos vascos. Al parecer, el Mercado Com¨²n acept¨® la negociaci¨®n de un acuerdo marco con la condici¨®n de que el Gobierno espa?ol pidiera formalmente las licencias de pesca. La solicitud implica el reconocimiento de la soberan¨ªa de la CEE.
Seg¨²n los armadores, los barcos con licencia vienen pescando durante los ¨²ltimos meses cifras que sobrepasan el doble de lo que acostumbraban a pescar en temporadas normales. De otro lado, parte de ese pescado se est¨¢ vendiendo precisamente a empresas exportadoras. Las posibles consecuencias parecen f¨¢ciles de prever: el pescado puede escasear y es muy posible que a corto plazo comience a subir en el mercado. Los armadores han anunciado ya su intenci¨®n de no permitir la importaci¨®n, que afirman parece ser la intenci¨®n de las naciones europeas, especialmente Francia.
Coru?a y Vigo
Tanto en La Coru?a como en Vigo, e incluso en puertos de menor importancia, como el de Mar¨ªn, la preocupaci¨®n es enorme en los medios pesqueros. Los muelles aparecen abarrotados de barcos que llegaron durante las ¨²ltimas 48 horas desde los caladeros del Gran Sol. La inquietud se extiende tambi¨¦n al comercio de la pesca, y saltar¨¢ sin duda muy pronto a los consumidores, ya que es probable que a partir del lunes pr¨®ximo no se pueda siquiera conseguir pescado fresco.Seg¨²n declararon portavoces de los patrones de pesca coru?eses, la decisi¨®n de volver a puerto fue tomada el domingo pasado despu¨¦s de que las autoridades irlandesas apresaran a un barco de Ond¨¢rroa. A trav¨¦s de la radio costera, se comunicaron entre s¨ª y contactaron con Mister Cornello Donovan, intermediario de los patrones en Castletown, quien les inform¨® que parec¨ªa seguro que las autoridades irlandesas iban a intervenir en los pr¨®ximos d¨ªas. En principio creyeron que el pesquero ondarr¨¦s pod¨ªa haber sido apresado dentro de las cincuenta millas, ya que les extra?aba que Irlanda rompiese la tolerancia que parec¨ªa mantener para que se pescase entre las cincuenta y las doscientas, pero ante la informaci¨®n del intermediario, la alarma se extendi¨® entre las tripulaciones.
?Sufrimos una verdadera guerra de nervios y pasamos verdadero p¨¢nico, pues "result¨® incluso que barcos de guerra, seguramente en maniobras, no dejaban de patrullar cerca de nosotros.? El caso es que los pesqueros regresaron a puerto y su llegada no fue precisamente bien recibida por la mayor parte de armadores, que vieron con malos ojos la decisi¨®n tomada por los patrones, y se apresuraron a acusarles de indisciplina, amenazando con desenrolarlos.
?Desde donde estaban nuestros barcos -declar¨® un armador coru?¨¦s- se pod¨ªa luchar por la consecuci¨®n de licencias, cosa que no es posible con los barcos en puerto.? Todo hace suponer que los patrones fueron v¨ªctimas de una indudable confusi¨®n a la hora de tomar decisiones. ?Se nos dice ahora que obramos a la ligera -contest¨® un patr¨®n de pesca-, pero no se repara en que no se cont¨® con nosotros para nada y ni siquiera se nos inform¨® de cu¨¢l era la situaci¨®n.? En los medios laborales del mar circula la hip¨®tesis de que el Gobierno estaba interesado en que la flota se mantuviera en sus lugares de pesca, mientras negociaba en Bruselas la concesi¨®n de licencias. Seg¨²n dicha fuente, portavoces oficiales declararon ante los organismos comunitarios europeos que no podr¨ªa responderse de lo que hicieran quinientos barcos con m¨¢s de 7.000 tripulantes, que se ver¨ªan condenados al hambre si se les prohib¨ªa pescar en sus caladeros tradicionales.
Ayer por la tarde los patrones coru?eses trataron la situaci¨®n en una asamblea y acordaron presentar a sus armadores las condiciones indispensables para que puedan volver a la mar. Exigen que, en case de apresamiento del buque, el armador se haga responsable de todo tipo de sanciones que puedan recaer sobre el patr¨®n. Tambi¨¦n que se clarifique qu¨¦ debe hacerse en caso de producirse a bordo alguna emergencia (aver¨ªa, enfermedad, etc¨¦tera) y piden que durante el tiempo que pueda permanecer apresado un buque, la tripulaci¨®n, excepto el patr¨®n, reciba el mismo salario que si estuviera faenando. Otra condici¨®n es que no haya ning¨²n tipo de represalias ni sanciones por la decisi¨®n de volver a puerto y que se escuche la opini¨®n de los patrones como t¨¦cnicos de la pesca que son, en las negociaciones que puedan llevarse a cabo con el Gobierno. ?Si los armadores no acceden a esto -dijo ayer por la noche un patr¨®n a EL PAIS- no volveremos a la mar y Espa?a tendr¨¢ que pensar en que es muy probable que dentro de pocos d¨ªas no haya pescado fresco. ?
Seg¨²n el presidente de la Cooperativa del Mar de La Coru?a, Jes¨²s Etchevers, los armadores decidieron no aceptar las condiciones impuestas por los patrones, debido a que buena parte de los puntos que contienen est¨¢n ya de por s¨ª resueltos en la actual legislaci¨®n.
El conflicto, por tanto, sigue estacionario. Hoy viernes, los armadores piensan llamar a los patrones para que reciban ¨®rdenes de salir al mar y si no lo hacen podr¨ªan venir las sanciones mediante el desenrole de patrones de pesca. En medios laborales persiste la impresi¨®n de que no todos los armadores se muestran intransigentes ante la situaci¨®n.
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