Una inflaci¨®n de costes artificial

Acabo de leer en esta secci¨®n de su diario (28 de julio) la carta de don Fernando Cano, en la que desglosa por partidas el actual precio de la gasolina, denunciando el nuevo sobreimpuesto de 3,24 pesetas/Iitro (N.O. 96).Yo encontrar¨ªa razonable una subida de 2,31 pesetas/litro, citada por el se?or Cano, y originada, como todos sabemos, por el nuevo cambio realista de la peseta. Lo que ya no encuentro razonable, sino inadmisible, es la sobrecarga de las 3,24 pesetas/litro, medida que, pienso, nos va a llevar a una inflaci¨®n de costes totalmente artificial y, lo que es peor, originada por un Gobierno que, en su declaraci¨®n program¨¢tica, hablaba de luchar contra la inflaci¨®n.

La repercusi¨®n de esta medida, que a mi juicio es poco correcta, va a repercutir en todo el mercado interior.

Por otra parte, creo que el equipo econ¨®mico del actual Gabinete pecar¨ªa de ingenuidad si pensara que esta subida suplementaria en los precios de la energ¨ªa fuera a retraer el consumo, conociendo la alta rigidez de la demanda de productos energ¨¦ticos

Si Hacienda quiere aumentar sus ingresos (al margen de la reestructuraci¨®n del sistema fiscal), que lo haga gravando fuertemente ciertos productos suntuarios importados, o, al menos, si lo hace sobre otros que sean b¨¢sicos (la energ¨ªa creo que lo es), que lo haga sobre aquellos que tengan sustitutivos en la industria nacional. Porque, ?qu¨¦ repercusi¨®n podr¨ªa tener sobre el transporte un incremento por impuestos en el tabaco americano de un 100%?, lo mismo ocurre con el g¨¹isqu¨ª y con otras doscientas cosas, que, por otra parte, al ser superfluas, ser¨ªan consumidas por las ¨¦lites adineradas, pero sin ninguna influencia sobre las clases bajas que tomamos todos los d¨ªas el autob¨²s.