La obstrucci¨®n de L¨®pez Rod¨®

Al pasar esta ma?ana -27 de julio-, aproximadamente a las doce y media, por la calle de Jovellanos, me he visto obligado a hacerlo por la calzada, porque la acera estaba totalmente obstruida por los autom¨®viles que en ella se encontraban aparcados.Sobre uno de ellos, Seat 132 de matr¨ªcula M-9175-BN, hab¨ªa un cartel en el que se identificaba a su propietario, se?or L¨®pez Rod¨®, como diputado. Este hecho me obliga a plantearme algunas reflexiones.

Esta ocupaci¨®n ilegal del espacio de los peatones no es ni m¨¢s ni menos que un s¨ªntoma del desprecio de nuestros derechos a pesar de que, no hay que olvidarlo, est¨¢bamos antes, somos m¨¢s que los automovilistas y, por ende, infinitamente m¨¢s numerosos que losdiputados.

Cuando un particular va al trabajo en autom¨®vil est¨¢ sometido a la legislaci¨®n vigente. Parece l¨®gico pensar que un diputado estar¨¢ sometido a los mismos principios y que el cartel que identifica su autom¨®vil no ser¨¢ una patente de corso por encima de la ley. Si no hay aparcamientos en la zona es evidente que los culpables no somos los sufridos peatones y, por otra parte, se trata de una zona magn¨ªficamente comunicada por los transportes colectivos, lo que invalida la posibilidad de urgencia de aparcamiento que, en algunos casos, podr¨ªa ser considerada.

?Qu¨¦ confianza vamos a tener en las leyes que nos hagan esos se?ores? Por las pruebas me temo que sean leyes s¨®lo para nosotros, sin que se consideren ellos obligados a su cumplimiento y esto puede ser grave.