Las Fuezas Amadas

Con este libro ya tenemos un manual para el soldado, que le ayude a comprender las razones de su servicio militar y las necesidades de la defensa nacional.No sabemos si este libro se entrega, junto con el uniforme y el fusil, a los soldados cuando llegan al cuartel, pero este mismo, o uno como ¨¦ste, seber¨ªan serle dados.

En forma organizada se introduce al soldado en la estructura de la defensa nacional, y su puesto dentro de ella. Tambi¨¦n se indican sus deberes y derechos. El estilo es, en general, directo y expositivo, lo cual ayuda a la utilidad del libro.

Este libro es perfectible para pr¨®ximas posibles ediciones. Creemos que deber¨ªa incluir en el futuro observaciones pol¨ªtico-sociales tan trascendentes para la defensa como los deberes, no s¨®lo a la patria, sino a la sociedad, la obediencia al Rey, pero tambi¨¦n el acatamiento a la soberan¨ªa que reside en el pueblo; el Gobierno deber¨ªa aparecer mencionado corno director de la pol¨ªtica militar, y no ser citado s¨®lo como el ¨®rgano que fija la duraci¨®n del servicio militar. Si una nueva constituci¨®n as¨ª lo avala, deber¨ªan aparecer tambi¨¦n las palabras democracia y parlamento. Por otro lado, creo que hablar de ?las misiones que Espa?a ha se?alado a las fuerzas armadas? es un poco distante; aqu¨ª, el puesto deber¨ªa haber sido ocupado por el Gobierno.

En un punto el autor emplea la expresi¨®n ?ciudadano civil?; o esto es una redundancia o falta la expresi¨®n sim¨¦trica ?ciudadano militar?, que no es mala idea. El autor dice a los soldados: ?Debes admirar en ellos (los mandos) su valor moral y dedicaci¨®n?; esto hubiera requerido cualificaciones, pues es justo y saludable que los soldados sepan discernir las diferentes calidades del mando que se ejerce sobre ellos. En fin, afirmar que las fuerzas armadas deben hacer reinar la neutralidad en lo religioso es un poco contradictorio con el hecho de que el ¨²nico culto que se practica en su seno es el cat¨®lico y con el de que ministros de esa religi¨®n tienen jerarqu¨ªa militar.