Garrigues Walker: De socializar el suelo, ni hablar
?Nosotros no nos hemos planteado la socializaci¨®n del suelo. Este es un objetivo que no se persigue seriamente en ninguna de las democracias occidentales porque ning¨²n presupuesto lo puede abordar. Las medidas que nosostros podamos articular est¨¢n encaminadas a potenciar la iniciativa privada, solucionar el problema de la vivienda en la medida que podamos y crear puestos de trabajo.?
As¨ª se expres¨® el ministro de Obras P¨²blicas y Urbanismo, se?or Garrigues, en el curso de una conferencia de prensa celebrada ayer por la ma?ana a fin de explicar las recientes medidas sobre viviendas sociales tomadas por su Ministerio y en la que tambi¨¦n estuvieron presentes el subsecretario de Infraestructura y Vivienda, Jaime Fonrodona, y el director general de la Vivienda, Manuel D¨ªaz.Las condiciones exigidas, seg¨²n la nueva orden, para poder tener acceso a una vivienda social se basan en el ingreso m¨¢ximo anual de 500.000 pesetas, cifra que se eleva a 625.000 y 750.000 para las familias numerosas de primera y segunda categor¨ªa. Posteriormente, se a?adi¨® que por los niveles de renta, la vivienda social va destinada a la clase media espa?ola. Frente a estos datos, el Ministerio cuenta con 270.000 demandas, de las que cabr¨ªa decir que un alto porcentaje no cuenta con unos ingresos suficientes para pagar la vivienda social.
Ante la conveniencia de atajar el chabolismo previamente a conseguir viviendas para la clase media y ante la posibilidad de que el relanzamiento de la vivienda social se tratara de un aut¨¦ntico relanzamiento electoral de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD) frente a las clases medias, el director general de la Vivienda, Manuel D¨ªez, respondi¨®: ?Desconozco el programa pol¨ªtico de UCD, yo soy un hombre totalmente apol¨ªtico. Por otra parte, no hay dinero suficiente en el mundo para arreglar el problema de la vivienda en Espa?a. En cuanto al problema del chabolismo, no hay que olvidar las 12.564 viviendas de construcci¨®n directa y a las que tendr¨¢n acceso todas aquellas familias cuyos ingresos anuales no lleguen al 11 % del coste total de la vivienda. Adem¨¢s, hay que tener en cuenta que con las nuevas normas se prev¨¦ conseguir trabajo para 100.000 hombres.?
En cuanto a los motivos por los que hasta ahora la vivienda social ha resultado un importante fracaso, explicaron que se hab¨ªa debido a un incierto marco socio-pol¨ªtico, falta de coordinaci¨®n entre promotores y entidades y fallos de instrumentaci¨®n. A consecuencia de todo esto, la demanda, consistente en 270.000 solicitudes, no se pod¨ªa satisfacer .con una oferta de tan s¨®lo 13.000 viviendas en todo el pa¨ªs. Posteriormente, y como resultado de una serie de conversaciones entre representantes de la Administraci¨®n y promotores financieros, se hizo p¨²blico el actual decreto por el, que se podr¨¢n atender unas 60.000 solicitudes en toda Espa?a. De esta cifra, 20.900 est¨¢n incluidas en el plan extraordinario de Andaluc¨ªa, Extremadura y Canarias; mientras que las restantes 40.000 servir¨¢n para otras provincias espa?olas.
Unificada la forma de pago
Respecto a la confusi¨®n existente relativa a la forma de pago de la vivienda social y el precio de ¨¦sta, el se?or D¨ªaz explic¨® que, partiendo de que el coste aproximado de la vivienda fuera de un mill¨®n de pesetas, el adjudicatario contar¨ªa con veinte a?os para su amortizaci¨®n. Durante los primeros quince a?os sufragar¨ªa el 11% del coste, lo que supondr¨ªa pagar una cantidad mensual de 8.580 pesetas. Los cinco a?os ¨²ltimos, las mensualidades ser¨ªan de 9.020 pesetas. La intervenci¨®n estatal consiste en pagar la diferencia de intereses que piden las entidades de cr¨¦dito -11 %- y lo que realmente pagar¨¢n las familias adjudicatarias, 6%.Tras esta explicaci¨®n, el se?or D¨ªaz a?adi¨® que ?evidentemente, la vivienda social no podr¨¢ ser para un estrato de poblaci¨®n de renta baja, ya que para hacer frente a este coste hay que contar con unos ingresos mensuales aproximados a las 35.000 pesetas. No obstante, hay que recordar que existe la vivienda de construcci¨®n directa, promovida por el INUR, en las que se utiliza dinero del presupuesto del Estado. En ellas hay una subvenci¨®n a fondo perdido que puede llegar hasta el 30% del coste total?.
Finalmente, los representantes oficiales del Ministerio presentes en la rueda de prensa hablaron de la necesidad de que las asociaciones de vecinos participen de una forma activa en el departamento, tanto a la hora de las adjudicaciones como para buscar conjuntamente soluciones al tema de la vivienda.
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