Repliegue general
Se debilita sensiblemente el sostenimiento de los ¨²ltimos d¨ªas y aunque el volumen de negociaci¨®n contin¨²a reducido, los recortes van en aumento, afectando a todos los corros.Para explicar esta evoluci¨®n negativa hab¨ªa argumentos para todos los gustos; desde la llamativa huelga del pan, hasta la de transporte, y tambi¨¦n las desafortunadas declaraciones del ministro de Trabajo en relaci¨®n a la Bolsa. Impresiona la insensibilidad oficial (que tambi¨¦n hemos detectado en el ministro de Hacienda) ante los millones de espa?oles que tienen en Bolsa unos ahorros. esforzadamente conseguidos y dur¨ªsimamente castigados en los ¨²ltimos tiempos.
Quiz¨¢ sea oportuno recordar que la gente (clases pasivas, etc¨¦tera) compraron Telef¨®nicas porque las cre¨ªan con el respaldo del Estado espa?ol, cuya continuidad representativa ostenta el actual Gobierno. Las famosas Matildes ser¨ªan un claro ejemplo de c¨®mo el peque?o ahorro fue embaucado; con un buen marketing, hacia la inversi¨®n mobiliaria, sin explicitarle los pros y contras de la misma.
La sesi¨®n transcurri¨® en un clima de cansancio que s¨¦ not¨® desde los primeros sectores. La menor presencia del dinero provoc¨® numerosos recortes, si b¨ªen de discreta cuant¨ªa.
En Construcci¨®n el poco volumen de negocio no impidi¨® ligeras flexiones, empezando por Dragados.
Pero donde fue ostensible la falta de dinero fue en Qu¨ªmicas, sector enel que Explosivos, empez¨® su contrataci¨®n bastante por debajo del precedente y termin¨® cediendo seis enteros, mientras Petr¨®leos deiaba tres.
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