La oposici¨®n portuguesa critica las medidas econ¨®micas de Mario Soares

Mario Soares ha presentado al pa¨ªs, en alocuci¨®n radiotelevisada, las nuevas medidas econ¨®micas decididas por su Gobierno, dentro de la pol¨ªtica de austeridad exigida por la dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica y financiera de Portugal.Al contrario de las previsiones que circulaban con insistencia en Lisboa hace unas semanas, el escudo no ser¨¢ devaluado, pasando a fluctuar con especial incidencia en relaci¨®n a las monedas de los pa¨ªses que sostienen con Portugal intensas relaciones comerciales.

Sobre el plano financiero, la tasa de descuento del Banco de Portugal sufre un aumento medio del 4%, rectificando as¨ª una pol¨ªtica de dinero barato hasta ahora aplicada y que alimentaba la inflaci¨®n. En vista de los efectos negativos de tales aumentos sobre la situaci¨®n financiera, de numerosas empresas, estos aumentos de los intereses, ser¨¢n aplicados de manera selectiva, sobre todo en lo que se refiere a cr¨¦ditos a medio y largo plazo. Los intereses de los t¨ªtulos de la deuda p¨²blica son simult¨¢neamente aumentados en la misma proporci¨®n, y pasan a seguir las variaciones de la tasa de descuento del Banco de Portugal.El precio de los corribustibles aumenta en una media del 15%, pasando el precio del litro de gasolina super de veinti¨²no a veintis¨¦is escudos.En contrapartida, el Gobierno se compromete a revisar, hasta enero de 1978, el salario m¨ªnimo y las pensiones, y a incrementar sus esfuerzos en los sectores de mayor incidencia sobre los ciudadanos: transportes colectivos, vivienda y salud p¨²blica.Mario Soares ha explicado todo esto en un tono comedido, esforz¨¢ndose en tranquilizar las inquietudes alimentadas entre grandes sectores de la poblaci¨®n por el espectacular aumento del costo de vida registrado desde principio del a?o, y como consecuencia del primer paquete de medidas de austeridad. Mario Soares no disimula, con todo, la gravedad de la situaci¨®n, pero piensa poder asegurar a los portugueses que las colas y el racionamiento podr¨¢n ser evitados, gracias al esfuerzo de todos y a la ayuda de los pa¨ªses amigos, suscriptores del gran cr¨¦dito de emergencia.

Las primeras reacciones de los partidos no gubernamentales son ya conocidas. Antes de comunicarlas al pa¨ªs, Mario Soares anunci¨® las medidas econ¨®micas de su Gobierno a los representantes de los tres mayores partidos representados en la Asamblea de la Rep¨²blica. A su salida de la audiencia con el primer ministro, el dirigente socialdem¨®crata Sa Carneiro estimaba totalmente insuficientes dichas medidas, y aprovechaba la oportunidad para reiterar la exigencia de su partido de,un Gobierno de salvaci¨®n nacional investido de la ?confianza del presidente de la Rep¨²blica?. La delegaci¨®n del partido de Centro Democr¨¢tico y Social (dem¨®crata cristiano) insist¨ªa tambi¨¦n en una actitud cr¨ªtica, que ser¨ªa compartida, aunque con motivos evidentemente opuestos, por los representantes del Partido Comunista.

Convocada tambi¨¦n en audiencia por el primer ministro, la Confederaci¨®n General de Trabajadores Portugueses (CGTP) ya hab¨ªa dado anteriormente su parecer al respecto, avisando al Gobierno de su intenci¨®n de ?no transigir con la pol¨ªtica de miseria?. Con todo, la invitaci¨®n hecha a la CGTP no ha pasado inadvertida: marca, de hecho, por parte del Gobierno, el final de una actitud de corte de relaciones con la ¨²nica central sindical portuguesa, por ¨¦l acusada de ser manipulada por los comunistas.